Opinión

Creed: La leyenda de Rocky, un melancólico y afectuoso homenaje

Hace casi tres años el joven cineasta Ryan Coogler visitó el país para presentar en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato su opera prima Fruitvale Station, una grata sorpresa que lo auguraba como un cineasta promesa. Vaya sorpresa la que nos da ahora aquel joven cineasta al presentarnos con madurez y melancolía uno de los homenajes más afectuosos con su segundo largometraje Creed: La leyenda de Rocky, que ya le dio el Globo de Oro a Sylvester Stallone como Mejor Actor de Reparto y que se encamina a recibir el Oscar.

La cinta nos presenta la historia de Adonis Johnson, un joven que un buen día decide dejar las comodidades de su hogar para hacerle caso al palpitar de su corazón, que bombea la sangre de Apollo Creed, el fallecido boxeador de una de las secuelas de Rocky. Johnson tiene el talento del pugilismo en la sangre y para hacer una carrera busca al acérrimo contrincante de su padre, Rocky Balboa, para que lo entrene. Y aunque de principio el célebre personaje de Sylvester Stallone se niega, ve en el joven la determinación de su padre. Acepta entrenarlo pero en el camino él también tendrá que enfrentar su propia batalla.

Han pasado nueve años desde el último episodio en la historia de Rocky Balboa, el boxeador más entrañable de la historia. Stallone decide formar parte de un proyecto en el que le permiten rendirle un homenaje afectuoso de una manera melancólica pero siempre efectiva.

Coogler alza la mano como un cineasta firme y determinado como los personajes a los que dirige y nos presenta un filme con un maravilloso temple dramático, con grandes actuaciones tanto de Stallone como de la promesa Michael B. Jordan, quienes más allá de volverse imagen central de la historia tienen su propio enfrentamiento actoral como si en algún momento la leyenda le pasara la estafeta.

A lo largo de la historia Coogler se vale de una serie de recursos fílmicos que tienen en el espectador un efecto emocionante y casi tan motivador como la primera vez que alguien vio Rocky. Si bien es cierto que es una historia que se va tornando predecible, el cineasta se vale de los recursos para darle un toque de originalidad con extraordinarios movimientos de cámara y el efectivo uso de referencias del universo de Rocky en antiguas películas. Entre ellas hay un planosecuencia espectacular que nos lleva a vivir el combate a centímetros.

Sin duda, es una de las cintas imperdibles del año. De lo mejor que veremos. Un regalo para los fanáticos de Rocky que no se decepcionarán de encontrar un nuevo ídolo del boxeo.

@ulisescasal

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