La delegación Cuajimalpa construirá un deprimido a 800 metros de donde ya existe uno que conecta las avenidas Carlos Echanove, Julián Adame y Vista Hermosa con Santa Fe.
Incluso, las autoridades ya colocaron en la infraestructura urbana de la demarcación lonas y pendones en los que se informa a los automovilistas sobre la construcción del nuevo desnivel.
Vecinos de la zona poniente manifestaron su rechazo a la obra, ya que, explican, el tránsito se paralizará y afectará la movilidad de toda la demarcación al ser una vialidad principal.
Lo peor es que el delegado, Miguel Ángel Salazar, en su afán de defender la construcción del deprimido, arremetió en contra de una vecina, quien en la cuenta de Twitter del priista puso en duda la factibilidad del proyecto.
“Aún no empieza y ya con quejas” y “una obra no lo solucionará”, le respondió el delegado a la habitante de Cuajimalpa.
Sin embargo, el mismo funcionario, en otra publicación, coincidió con la habitante inconforme: “Nadie dijo que se vaya a solucionar (la movilidad), va ayudar”.
Las quejas de vecinos comenzaron cuando éstos observaron en distintos puntos los anuncios que dan cuenta de los trabajos y que tienen el logo de la delegación.
“Próximamente. En este punto se realizará la obra del nuevo paso a desnivel Carlos Echánove- Julián Adame, obra en beneficio de la movilidad de la zona #JuntosAvanzamosmás”, se lee en los avisos.
De acuerdo con informes de la delegación Cuajimalpa, en la zona circulan diariamente más de 10 mil vehículos, que tardan en pasar por el punto hasta 40 minutos.
La construcción del deprimido comenzará en agosto y se prevé que concluya en abril del próximo año.
La obra consiste en un deprimido que irá sobre Carlos Echánove y cruzará por debajo de Julián Adame, con ello pretenden evitar el conflicto vehicular que actualmente es el dolor de cabeza de quienes habitan y transitan por el lugar.
En la primera etapa se cerrará la circulación en la calle Carlos Echánove, desde el puente Honorio Segura hasta la intersección con Julián Adame, lo que a decir de vecinos provocará un caos vehicular.
Lo peor, afirman, vendrá en la segunda y tercera etapa cuando se cierre la circulación en la intersección de Carlos Echánove y Julián Adame y la continuación hasta el deprimido que sale a Santa Fe.
“No habrá alternativa que funcione. La zona es muy conflictiva porque es la única salida que tiene la colonia, y ya existe un deprimido que lleva la circulación a Santa Fe, creo que otro ya no es necesario.
“Yo creo que esta obra inventada es para justificar gastos, porque se me hace algo ilógico que en un cruce de menos de un kilómetro existan tres deprimidos”, comentó Laura Itzel, la usuaria de Twitter que recibió una respuesta hostil del delegado de Cuajimalpa.
Alejandro Martínez, habitante de la colonia El Ébano, opina lo mismo: “Los pendones llevan meses, solo es un anuncio, no sabemos bien que es lo que pretenden en la delegación, no hay mucha información, pero si me desconcierta que cierren las vialidades, porque se va a convertir en un caos toda la zona”.
“Primero fue el deprimido que viene de santa fe a Vista Hermosa, luego el de Echanove, ahora nos amenazan con otro, si te das cuenta en esta parte de la colonia hay muchos letreros de se vende casa, muchas personas ya no quieren vivir aquí por las interminables obras y por el caos vial que se genera todos los días”, comentó Manuel González, un colono más que manifestó su inconformidad con la obra.
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