
Desde hace más de ocho años, Lila Avilés comenzó a armar el rompecabezas que su mente creaba una y otra vez. El interés era contar una historia sobre las camaristas, personas que recorren todos los días de su vida esos pasillos, tocando puertas y esperando que alguien les abra o responda algún saludo.
“Mi curiosidad por indagar por este universo era mostrar cómo es la vida de las personas que se dedican a hacer limpieza en los habitaciones de los hoteles —a pesar de que la cinta es ficción— muestra esa soledad que pueden llegar a sentir”, dijo en entrevista con Crónica, la joven cineasta Lila Avilés.
Añadió la creadora que “las camaristas son invisibles para muchos de los clientes, pero existen. Son personas que también desean, aman y sueñan con tener mejores oportunidades de vida”.
Avilés ha sorprendido en diferentes festivales nacionales e internacionales. Ganó el premio Ariel con su ópera prima La camarista, la cual se estrenará en el país este 2 de agosto, después de haber sido estrenada en el Festival Internacional de Cine de Toronto, y haber compartido nominación con Roma a la Mejor Película de los Premios Ariel.
Lila comenzó su carrera como actriz en series como El Pantera (2006), Prófugas del destino (2010) y Drenaje profundo (2010), ella siempre supo que quería ser directora porque desde pequeña tenía gran interés por el séptimo arte y la fotografía.
Estudió arte dramático y actuó en el teatro, pero al final terminaba escribiendo y dirigiendo las obras ella misma. Su pasión siempre fue el cine. Aprendió guion cinematográfico con Beatriz Novaro y Paula Marcovich: “Mi pasión es el cine y quiero seguir contando historias. Me siento muy feliz por la buena aceptación que ha tenido la película”, manifestó la directora.
El filme cuenta la historia de Eve (Gabriela Cartol), una camarista de un lujoso hotel situado en una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México. Día tras día tiene que invertir largas horas para ganarse la vida tendiendo camas, limpiando baños, recogiendo cuartos. Ella es madre soltera y no tiene a nadie que le ayude a mantener a su hija, así que su existencia se ha tornado monótona, rutinaria y hasta aburrida.
Pasa el día viendo objetos olvidados y pertenencias que duran unos cuantos días para desaparecer cuando el hospedado se va. Además, la mujer vive deprimida. Se siente sola, incomprendida y cree que su existencia a nadie le importa. Ella es invisible para los huéspedes del hotel, para sus superiores, para sus compañeras e incluso para su hija. La camarista retrata a un ser que no descubre su propia identidad, hasta que encuentra un objeto que la hace convertirse en otra persona, haciendo su vida más divertida y dulce.
Pero antes de que esta historia llegara al cine tuvo una revisión en el teatro, en la cual Lila Avilés hizo visible su obsesión por el trabajo de la fotógrafa Sophie Calle, que compiló en la serie El Hotel, de 1989, “ella trabajaba como camarista en un hotel de Venecia, y le gustaba espiar a los huéspedes a partir de los objetos que dejaban en la habitación. Eso me pareció muy interesante”, dijo Lila.
“Ella tomaba las fotografías de todos esos objetos olvidados y las habitaciones vacías y era como un retrato de sus pasiones, de sus personalidades y de su conducta; ese conjunto de fotografías me impresionó mucho, era como un acto de voyerismo en el que uno se imaginaba las vidas de quienes partieron de tal o cual habitación”, agregó.
El personaje principal es interpretado por Gabriela Cartol, una joven actriz que destacó desde su participación en la cinta La tirisa, dirigida por Jorge Pérez Solano, donde compartió créditos con Noé Hernández y Gustavo Sánchez Parra.
Fue sí como Cartol obtuvo su primera nominación a los premios Ariel en 2015 como Actriz revelación y en esta ocasión no fue la excepción, por segunda vez fue nominada a los Premios Ariel pero en la categoría de Mejor Actriz por su papel protagónico en la cinta La Camarista.
“Aprecio mucho que me hayan dado la oportunidad de estelarizar esta película. Ser camarista es toda una maestría, todo comienza desde tocar la puerta, tender una cama y dejar un baño impecable”, expresó la actriz.
Aseguró que este personaje ha cambiado su vida “ahora aprecia el trabajo de las camaristas y no las puede ignorar. Me identifico con ellas y les hago saber que aprecio su trabajo”.
Por último, la actriz Teresa Sánchez reconoció que desde que leyó el guion se sintió identificada con el personaje debido a la irreverencia que posee.
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