
Contrario a lo que ocurría anteriormente, cuando el proceso de adopción tardaba hasta cuatro años, actualmente, con el aval de las autoridades del DIF, es más flexible y tarda sólo un año, dijo a Crónica el abogado y especialista en temas familiares y de adopción de menores, Daniel Pinto Rueda.
Actualmente, la cifra de niños en situación de adopción es de aproximadamente 32 mil, si se consideran los datos de casas hogar. De acuerdo con el especialista, se estima que para el año 2040 la cifra de menores reportados en el desamparo llegaría a los 40 mil niños.
Daniel Pinto, quien ve con optimismo el que familias sin hijos puedan tener la oportunidad de adoptar a alguno de estos niños en el desamparo, señala que los trámites para aspirar a la adopción y que anteriormente tardaban hasta cuatro años, hoy en día se redujeron a un año.
“En junio de 2019 se simplificó la ley de adopción y el único interés es que el niño con posibilidad de ser adoptado por una familia tenga un hogar digno, y para ello se debe cumplir con varios requisitos: El primero, y sin duda importante, para iniciar el trámite, es hacer una solicitud ante el DIF, que es el único órgano encargado de validar todo requisito para la adopción, y en la solicitud debe explicarse el interés y motivos que tiene una pareja para adoptar a un niño, niña u adolescente y cumplir con todo lo que se le pida, como dónde vive, dónde trabaja, cuánto gana, entre otros puntos que la solicitud especifica”.
El especialista también refirió que el siguiente paso es que la solicitud llega al área jurídica del DIF, “donde esto es analizado y en un lapso de dos meses los interesados reciben una llamada telefónica para que asistan a una plática de inducción donde se les explican todos los pormenores, causas, deberes y obligaciones que se requieren para una adopción, sin que ello signifique que ya están calificados para ello. Están en la siguiente etapa de análisis, digamos. Una vez terminadas estas pláticas se pasa a la siguiente etapa, donde a la familia se le hace un estudio socioeconómico, psicológico”. Daniel Pinto aclaró que en la solicitud destaca un punto muy importante donde se pregunta a los candidatos a adoptar, sobre la edad del menor del que están interesados en hacerse cargo, tomando en cuenta que en México la edad para la adopción de un menor es a partir de los cinco años.
“Es importante subrayar que en el proceso de la solicitud y de los exámenes que se le realizan a la familia interesada en la adopción, que en ese tiempo, en ningún momento, tienen contacto con ningún menor. Las pláticas y evaluaciones de los exámenes psicológicos y socioeconómicos son en una sala y por ley tampoco se les muestra ninguna fotografía de los niños y tampoco existe contacto alguno con ellos ni tampoco se ofrece dato alguno sobre los menores”.
Asimismo, refirió el especialista que “una vez que fueron superados satisfactoriamente los trámites iniciales para la posible adopción, estamos hablando de unos cuatro meses, se pasa a la siguiente etapa, donde inicia cierta convivencia con unos diez niños, para que inicie una posible vinculación de afecto, ya que normalmente los niños que quieran acercarse a alguna pareja, que serían uno o dos y no los diez, es cuando comienza esa relación de afecto. Para esta etapa los padres que buscan concretar su solicitud de adopción deben estar con visitas periódicas durante dos meses, ya sea que vayan una vez por semana, otro visita a los 15 días, convivencias como un desayuno, interactuar con juegos, así por el estilo, que es la dinámica mediante la cual los psicólogos del DIF observan y vigilan con atención esta convivencia de los futuros padres adoptivos con el menor”.
Daniel Pinto subrayó que “esta etapa del proceso encaminado hacia una posible adopción es muy importante, dado que la convivencia entre la pareja y el menor detonará en el vínculo afectivo, ya que el objetivo es que el niño o niña llegue a un hogar donde reciba afecto y todo el apoyo que exige la ley para el desarrollo de todo niño, ya sean adoptivos o consanguíneos, además de que por ley los niños tienen sus derechos exigibles para quienes los tengan a su cuidado”.
En la siguiente etapa, indicó el especialista, “y con la que culmina el proceso de adopción, lo que se llevó aproximadamente un año, es cuando se hace la entrega del menor, tiempo en el que se cumplió con todos los requisitos y se tuvo una vigilancia rigurosa en la convivencia de los futuros padres con el niño a ser adoptado”.
Sin embargo, Daniel Pinto subrayó que el proceso de adopción no termina aquí, con la entrega del menor, “ya que aunque el niño o niña están con su nueva familia, reciben visitas periódicas en el domicilio por especialistas del DIF que supervisan con todo cuidado el desarrollo del menor con su familia, donde se checan todos los aspectos que competen al desarrollo, cuidado y atención del niño, como son cómo viven ellos, si está en la escuela, si tiene problemas de salud, en fin, todos esos factores que son importantes”.
Respecto a las visitas que realizan autoridades del DIF, el especialista en temas familiares aseguró que “éstas se realizan en principio cada seis meses, y si se detecta alguna anomalía o algún problema pueden acortarse a cada tres meses o dos meses, con el objetivo de checar qué está sucediendo y verificar que el menor está en buenas manos. Estas visitas tendrían una duración de tres años en las que se analiza todo, por el bien del niño, aunque si se detecta algo anormal las visitas podrían extenderse más tiempo, no hay un límite, ya que la autoridad puede realizar las visitas domiciliarias las veces que considere necesario”.
Copyright © 2020 La Crónica de Hoy .