Los trabajos de restauración hechos al inmueble virreinal ubicado en la calle de Seminario número 18, en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México, mismos que iniciaron en 1996 y concluyeron en 1997, son publicados por primera vez en el libro Fundación Herdez, una restauración ejemplar, título que incluye textos de los arquitectos encargados del proyecto: Luis Ortiz Macedo (Ciudad de México, 1933-2013) y Ricardo Ignacio Prado Núñez.
“La problemática de la restauración del edificio inició con su ubicación a finales del siglo XVIII. Esta zona de la Ciudad de México está sobre un área de fondo de lago, o sea que son terrenos altamente compresibles. ¿Qué quiere decir esto? que el terreno es como una esponja llena de agua que se vacía y que si colocamos algo pesado encima de ella tiende a hundirse, además estuvieron una serie de circunstancias independientes como las excavaciones del Metro o el bombeo de agua del subsuelo”, narró Prado Núñez.
El investigador de la UNAM precisó que no fue necesario hacer una recimentación significativa, ya que antes de ejecutar el proyecto de arquitectura retiraron rellenos de tierra de hasta 40 centímetros de espesor que llegaban a pesar 600 kilogramos por metro cuadrado, por lo que la estructura quedó ligera.
“Al iniciarse la obra, nos encontramos que el edificio había sufrido modificaciones definitivas a lo largo de su historia, el cuarto nivel completo que llegaba hasta la fachada, se había agregado en su totalidad hacia finales en el siglo XIX y los locales de los tres primeros niveles tuvieron distintos usos, lo cual modificó su estructura”, indicó.
A través de sus cinco capítulos, en el libro —añadió Prado Núñez— se cuenta cómo se realizó un cuidadoso estudio y selección de materiales usados durante el periodo virreinal como la cantería, pisos de tablón fabricados sobre diseño en madera de cedro rojo y encino, y herrería artesanal, por mencionar algunos.
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