Vecinos del edificio ubicado en la calle de Durango 208 en la colonia Roma Norte, denunciaron corrupción por parte del juez José Guadalupe Mejía Galán (32 Civil) en conjunto con la Constructora Misho, que quiere derribar este inmueble existente desde 1937, a pesar de que no tiene ningún daño estructural.

La empresa Misho Residencial es dueña del predio contiguo, donde en marzo de 2016 comenzaron los trabajos para derribar la estructura y después se inició el levantamiento de un conjunto habitacional, sin embargo una barda del lado derecho está prácticamente unida al 208 de Durango, por lo que al tirarla estarían afectando directamente a la construcción de 80 años de antigüedad.

Los residentes actuaron legalmente y consiguieron la suspensión de la obra en junio del año pasado; no obstante, en agosto de 2017 el juez José Guadalupe Mejía Galán ordenó la demolición del edificio sin ningún sustento técnico, el inmueble que patrimonio de 5 familias que hasta la fecha viven ahí.

“La empresa contrató un perito que dijo que nuestro edificio ya no servía y tenía que tirarse, pero llegó lo del temblor y personal de Protección Civil vino revisar la estructura y dijeron que era habitable y no tenía daños”, señaló Margarita Villalba, quien habita en el segundo y último piso, en el 208, y asegura que el fin de la constructora es dañar la edificación para poder demolerla “y así comprar el predio a 3 pesos cuando costó 10”.

En un recorrido realizado por Crónica se constató que el 208 de la calle Durango está en buen estado y como señalan los habitantes sólo necesitan reforzar la cimentación.

Los inquilinos han sido amenazados en múltiples ocasiones por trabajadores de la compañía constructora, así lo afirmó Gandhi de la Cruz quien ocupa este inmueble desde hace 32 años: “Nos dijeron que en el juicio nos la iban a cobrar, que nos atuviéramos porque hasta les vamos a tener que pagar lo que gasten en todos los trámites”.

“Lo que la naturaleza ha salvado, lo quiere destruir un juez corrupto” comentó la señora Villalba refiriéndose a que este recinto construido en 1937 ha sobrevivido los tres grandes sismos en 1957, 1985 y el más reciente del 19 de septiembre y ahora un dictamen mal otorgado quiere ser quien lo derrumbe.

El señor Adalberto de la Cruz quien tiene 80 años de edad y presenta dificultades para caminar, es el dueño del predio desde hace 50 años y se muestra preocupado ya que le quieren arrebatar algo por lo que ha trabajado toda su vida.

En Durango hay personas de parte de la constructora Misho que está constantemente vigilando los movimientos de los vecinos, cuestión que los tiene más que preocupados.

Los habitantes afirmaron que el sábado harán una marcha con el fin de que las autoridades resuelvan lo más pronto posible este problema y sea sancionada la constructora ya que aseguran, ha violado los reglamentos de construcción de la Ciudad de México.