Cultura

Editan en español la poesía de Boccaccio

Investigadores de la UNAM recuperan sus versos en Rimas, libro conformado por 28 sonetos. Decameron tomó tanta importancia que opacó toda su literatura anterior, dice Fernando Ibarra

(La Crónica de Hoy)

El filósofo italiano Giovanni Boccaccio (1313-1375) no sólo escribió el Decameron, hizo poesía y tratados sobre las mujeres ilustres; además, a sus 37 años conoció al escritor Francesco Petrarca, quien le heredó en su testamento unas monedas de oro y una cobija. Ahora, un estudio introductorio sobre la vida de Boccaccio y el rescate de sus versos, son compilados después de 700 años por investigadores de la UNAM en el libro: Rimas.

“Si Boccaccio no hubiera escrito el Decameron seguiría siendo un gran autor. Lo único que conocemos como lectores no especializados es ese libro de cuentos, pero antes, él se dedicó durante mucho tiempo a la literatura, sobre todo a la poesía. Sin embargo, su libro de cuentos tomó tanta importancia que opacó toda la literatura anterior. Eso me parece una lástima porque ya no hubo críticas, ediciones y traducciones de sus rimas”, comentó el prologuista Fernando Ibarra Chávez.

Por eso, la UNAM y la editorial Almadía trabajaron en el libro Rimas, que contiene 28 sonetos transcritos en italiano y traducidos al español, es decir, es una publicación bilingüe hecha por cinco académicos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM: Imelda Almaraz Ojinaga, Nancy Rosas Zambrano, David Hazael Rodríguez Berea, Virginia Sánchez Jiménez y Fernando Ibarra Chávez.

— ¿Por qué después de 700 años se tradujeron estas rimas al español?

— La culpa la tiene el Decameron, al igual que pasa con muchos autores que tienen la gran obra y sus demás escritos quedan olvidados. Boccaccio escribió otras obras donde habló del amor, recuperó la tradición grecolatina, plasmó un poco de mitología y por eso fue un escritor muy importante.

“Además, estas rimas no fueron construidas como un material orgánico, que tuviera una sucesión desde la primera hasta la última. Fueron hojas que estuvieron mucho tiempo juntas pero esparcidas, no formaban un libro en sí. Fue hasta finales del siglo XIX cuando se trató de hacer una edición que se publicó a principios del siglo XX, en los años 30, pero fue hecha con criterios filológicos”, respondió.

Esta edición de Rimas, añadió Ibarra Chávez, está editada para un público general, y que puede ser de utilidad a profesores de preparatoria, universidad y para estudiosos de cualquier literatura.

Otras obras que escribió Boccaccio, explicó el especialista, fueron Genealogía de los dioses paganos, Tratado sobre las mujeres ilustres y Libro acerca de los montes, de los bosques, de las fuentes… y de los nombres de los mares.

“Un libro muy importante es Genealogía de los dioses paganos; existe una traducción completa en español de los años 80 que ahora es material de biblioteca, porque no se volvió a editar y no se la ha dado gran difusión a pesar de que ahí Boccaccio hizo crítica literaria en un capítulo dedicado a la función del poeta”.

Ése es un texto, agregó, que valdría la pena estudiar aunque tiene la dificultad de estar en latín y por lo tanto, se convierte en material para personas eruditas que conocen la lengua latina.

“Otro libro que se perdió es el Libro acerca de los montes, de los bosques, de las fuentes…y de los nombres de los mares. Ahí Boccaccio armó una especie de geografía literaria, a partir de los libros que pudo leer se inventó las posibilidades del mundo”.

Aunque ambos libros no son una enciclopedia que hoy ayuden a entender el mundo, son obras que ayudan a conocer cómo era concebido el mundo en la  Edad Media, dijo el académico. “Una Edad Media que ya estaba en un ocaso porque ya se estaba abriendo la puerta al Renacimiento y el Renacimiento no se puede entender sin Bocaccio”.

AMIGO DE PETRARCA. A sus 37 años de edad, Boccaccio conoció al humanista italiano Francesco Petrarca, quien fue un maestro para el autor que recuperan la UNAM y Almadía.

“Boccaccio no logró un reconocimiento social, fue un poeta querido y leído, se hicieron copias de sus obras e incluso unas se tradujeron al francés, pero no recibió el reconocimiento social que él esperaba. Entonces cuando conoció a Petrarca vio que el camino era otro, vio que la literatura que estaba escribiendo no le daría fama, se dio cuenta que la erudición tal vez podría abrirle las puertas” A partir de ese momento, Boccaccio creó sus tratados de erudición.

— ¿Ambos escritores fueron amigos?

— Se dice que eran amigos, se vieron muy pocas veces, intercambiaron algunas cartas y Petrarca era muy elitista, sería difícil pensar que Petrarca lo llegara a considerar amigo, pero Boccaccio siempre le llamó maestro y lo admiró muchísimo. Boccaccio hizo una copia con sus manos de la Divina Comedia y se la mandó, pero Petrarca le respondió que no leía best sellers y le dio las gracias.

Ibarra Chávez también destacó la falta de visión del poeta porque después de cumplir 50 años que se dio cuenta de que necesitaba un trabajo, entonces se integró al clero pero no tuvo un puesto importante como Petrarca porque nunca lo buscó ni tenía los medios.

“Fue un sacerdote común y corriente, es interesante que en el testamento de Pretarca, éste le dejóa Boccaccio unas monedas de oro y una cobija, lo cual hace pensar que Bocaccio no estaba en las grandes condiciones de vida”, señaló el prologuista.

DULCE ESTILO. El especialista de la UNAM explicó que las rimas de Boccaccio se insertan en el llamado dolce stil novo.

“Bocaccio no inventó una literatura original. Él formó parte de una tradición literaria: dolce stil novo, nombre que le puso Dante. Otro autor de esta corriente fue Petrarca, y ambos (Petrarca y Dante) sirvieron de modelo para Bocaccio. Nuestro autor rescató parte de ese movimiento literario que tenía la característica de idealizar a la mujer al grado de considerarla un ser fuera de este mundo, verla como un ángel”, dijo.

Esa visión, indicó, es interesante porque al ser un ángel no se puede concebir desde el punto de vista material y cuando alguien ve a un ángel significa que está tocado por el dedo de Dios, “entonces si uno se enamora de una mujer es una manera de saber en vida que uno tendrá la gloria en el más allá por que tuvo un acercamiento con un ser divino”.

En esta tradición literaria, enfatizó Ibarra Chávez, la mujer no habla, no actúa, no hace nada, es una entidad a la que se aspira y hay que amarla de lejos, pero Boccaccio retomó eso y también lo modificó por que le dio a las mujeres, la posibilidad de elegir un amor y de ser objeto de deseo.

“Se estableció un canon de belleza femenina: piel de plata, cabellos de oro… pero Boccaccio estaba viviendo en Nápoles y entonces habla del mar y de las mujeres que están ahí. En algunas obras hace alusión a la ropa ligera y mojada que usan cuando están en el mar, es bastante sugerente la imagen y Boccaccio no tuvo reparo en hablar de eso”.

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