
Así se hacía llamar Ricardo Fuentes Zapata, un escritor que era eso, el conductor de un tráiler. Sus historias se publicaban en El cuento, revista de imaginación, que por casi cuatro décadas editó Edmundo Valadés.
El autor recorría la República en un camión Dina-Diesel con capacidad de 25 toneladas. Y, según cuenta él mismo en algunas de las cartas que mandaba a la revista, en los largos trayectos pensaba sus historias y, luego, en la primera parada las escribía en cualquier papel, como en las notas de gasolina.
En uno de sus envíos relata que él creció en Tepito, que en su adolescencia fue “adoptado” por unas bailarinas del cabaret Waikiki y con el novio de una de ellas aprendió el oficio de camionero.
Una de las características de los textos del Cuentista del tráiler era el manejo del caliche, la jerga del hampa.
Fuentes nos dio un ejemplo de este lenguaje en su texto Gajes del oficio, publicado en número 80 de abril-septiembre 1978, de El cuento:
—“Pos is mi ñero: qu’I afanador le jurnia la luz al bato ese que’se ‘involvía en un tacuche régules. ¡Puro jando varil quemador, mi ñero! Recién salido del horno y ¡clarines! que lo ‘speranzas que se botara del ratón pá’macizarlo... Solicitó de boleto una sersia bien muerta y ¡poninas a pastoriar al gilberto! Como afanaba día soledá, ¡pos niguas quien lo batiara en ‘I desgrase! Y el ruco ya tostonero... media astilla y canasta del adobe, pero cubriendo un resto de luz. Se aplaceró a su vera una’ndadora de forro chido y se cotejaron una vidriosa de tecitos dándosela de chaquira con la bellarina. Lo chamucó guaracharse ‘Por un Cerro Mejor’, sonado por la Sonora Femenil: maleton pa’l guarache, pero como ya’staba coconaco, pos ni color se dio de las regadas.
“Alegó con el meseta por cosas de la contabilidá y cuando salinas del trabuco la cuera pa’villar... pa tender el guano: ¡de’mpalme al licar como trai la saña el bato!... Nel de pápiros día camarón o día cristóbal… ¡puraza papiriza añil día siglo y día quimera y día milagro... día bútifar! La neta que aguantaba el resto la ‘speranza del rebalse. Y al peso de larache, salustio del ratón día solimán el remoto y lo campanió hasta la fiusa onde ’I resto de oscurana. Como abanaba en bicicletas ni color se dio andova y ¡sastres! que lo mide hostigándole la retaguardia y al trascuerno con el fierro y sin testimonio del guanaco… ¡güeso frío el betabel! y pá pronto, que le baja la luz frisqueándolo y ¡don pepe!, que se pira de allantas con la cuera en la baisa y nadaza de andar cabra… ¡Cómo estás! la felicidá… el jale chido... la life chida… antioquia, ¡puro trame de guarnetas muertas con gallina pinta ó balines con permanente! Pero al rayo: ¡puro oscaria régules con su acordión de sorias hirvientes y blandas! Cáscara de muñeca de orégano; tacuches chidos con buena cresta... Hasta se amacizó ’spatula con régules curva de cacuma. Ya nadaza de relingos de puros gosnes broncas de puras barbas… ¡la pura felicidá, ñero! Pero: ¡de’mpalme!... que lo aparusca la tira a la de sinsusto porque disque la tela era el tendido pal rescate de un supremo y ’staba dibujada: ¡puro jando cachuco neño! y que lo encanan en el multifamiliar y pá pronto: ¡al desgrase de chompirico y nel de chisparse del cordel... Asi es el afane, mi ñero... son sus suspiros ¿no? y no hay fijón bato furriel, ningún fijón ¿verda?... ¡salucita mi ñero!...”
Ésta es la traducción:
—“Pues sí, mi amigo: que el raterillo le ve el dinero al tipo ese que iba vestido con buen traje. ¡Puro dinero nuevecito, amigo! Recién salido del banco. Y ¡claro! Lo esperó a que saliera del cabaré para asaltarlo. Él pidió una cerveza helada y se dedicó a vigilar a su futura víctima. Como andaba solo, no tenía quién le ayudara en el trabajito. Y el tipo ése era ya cincuentón, medio flaco y bastantes canas en la cabeza, pero con mucho dinero. Sentó a su lado a una “mariposilla” de buen cuerpo y se bebieron una botella de vino. Él presumía mucho con el dinero.
Lo vio bailar ‘Por un Cerro Mejor’, tocado por la Sonora Femenil: malo para el baile, pero como ya estaba bebido, pues ni cuenta se daba de sus desfigures. Peleó con el mesero por cosas de la cuenta, pero cuando sacó la cartera para pagar, para entregar el dinero... ¡Qué sorpresa al mirar cómo llevaba de repleta la cartera! Nada de billetes de a peso o cinco pesos… ¡Puro billete de cincuenta, cien, quinientos y mil pesos!... ¡Muchos! Deveras que valía la pena esperar a que saliera del festejo.
Y al peso de la noche, salió del cabaré solito y el raterillo lo siguió hasta la calle más oscura. Como caminaba con zapatos tenis, ni cuenta se dio el tipo de que lo seguían y ¡zas! que le pega por la espalda con un puñal sin que nadie se diera cuenta.
¡Ni el velador! Muerto quedó el viejo y rápido que lo esculca y que huye de ahí con la cartera en la mano muy tranquilo, sin nerviosismo. ¡Y vino el cambio! La felicidad, la buena vida. Antes sólo comía tortillas duras con frijoles tiesos, pero después: pura carne fría con sus tortillas calientes y suaves. Reloj de oro, trajes finos con buen sombrero. Hasta se juntó con una prostituta de muy buen cuerpo. Dejó de usar ropa vieja y regalada. ¡Era feliz!. Pero ¡sorpresa! que un día lo detiene la policía porque se supo que el dinero era para pagar el rescate de una personalidad y estaba marcado. ¡Puro dinero malo, mi amigo! Y que lo meten a Lecumberri y luego lo mandan a las Islas sin esperanza de librarse de la cuerda. ¡Así es el oficio, mi amigo! son sus gajes y ni quien diga nada... ¡Salud, mi amigo!”
Hay más relatos y datos del autor en https://minisdelcuento.wordpress.com/ y en la página http://elcuentorevistadeimaginacion.org/indexcuento.php
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Pone el sitio “voa-noticias” que: “La decisión de la administración Trump representaría un giro de 360 grados para el presidente estadounidense, que durante la campaña electoral aplaudió al grupo por haber publicado información negativa sobre la campaña de su rival demócrata Hillary Clinton.”
Y en Noticieros Televisa: “Hace unos meses Jaden Smith causó polémica al morir desangrado en el video musical de ‘Fallen’, y aparentemente el chico parece seguir queriendo estar en la boca de todos al dar un giro de 360°en su carrera.”
No es necesario —¿verdad?— explicar que un giro de 360 grados es una vuelta completa. Es decir, la situación queda igual, en la misma posición de la que partimos, a menos que estemos hablando de un fermión —partícula elemental compañera del bosón— que necesita 720 grados para volver a su posición original, pero no creo que hagan esa asociación ni que la entiendan.
Así que nuestros redactores deben usar la comparación con los 180 grados que dejan todo en una posición diferente. ¿Le damos otra vuelta a la tuerca?
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La respuesta es “carbunclo” que es un ser como un zorro que lleva en los ojos o en la frente un intenso brillo rojo. Es un tipo de rubí, joya que adornaba a Luzbel, como se relata en Ezequiel 28:13. Significa “relámpago, destello, higo, higuera. Un destello flecha-cabeza-para lanzar adelante un relámpago”, según dice el sitio http://messagedoctrine.net.
José Lezama Lima lo describe en el ensayo “La sierpe de Góngora” y don Luis emplea la imagen en sus “Soledades” y otros poemas.
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