“Los docentes y personal académico que nos sumamos al proyecto de las Universidades del Bienestar Benito Juárez (UBBJ), lo hicimos por compromiso y la convicción de llevar nuestra experiencia profesional y académica a los jóvenes de sitios marginados que buscan oportunidades de estudio que se les habían negado, pero las promesas sin cumplir a maestros y estudiantes, sumado a una descoordinación total de quienes dirigen la universidad y los despidos absurdos del personal docente sin haber sido evaluados, están llevando a este noble proyecto hacia su desaparición”, señaló a Crónica el profesor Jorge Cano, quien sin explicación alguna y después de dos años de labor fue cesado de la sede en Huayacocotla, en Veracruz.

Fundador y uno de los enlaces claves entre la comunidad y los estudiantes, señala que durante el tiempo en el que trabajó para la UBBJ, realizó no solo labores académicas, sino también administrativas y de acercamiento con las autoridades municipales.

Jorge comenta a este diario que desde que inició la aventura para impulsar y poner los cimientos académicos de esta sede de la universidad, desde la coordinación general en Pátzcuaro, en Michoacán, les comunicaron cómo serían las labores y de este sitio los enviaron a otra sede de la UBBJ en Oaxaca, donde de acuerdo con el perfil de cada docente, se les asignó el lugar donde realizarían sus actividades y una vez allí, debieron empezar a picar piedra y ser enlace con padres de familia, estudiantes y autoridades locales, en busca de donaciones y apoyo para el crecimiento del plantel.

“Desde un principio nos prometen que tendríamos prestaciones conforme a derecho, que seriamos maestros de tiempo completo y con ello la plaza, además de que nos ayudarían a encontrar un lugar donde habitar en la comunidad mientras realizáramos nuestras actividades y nada de eso es cierto. No existe contrato, sino un convenio, lo que es ilegal, no se cumple tampoco lo de una plaza laboral y mucho menos se nos ayuda a encontrar un lugar donde habitar, eso ya nos tocó a nosotros, porque desde la coordinación general, con la doctora Raquel Sosa, se desatendieron de toda la responsabilidad que compete a todo el personal docente y académico”.

Jorge Cano, con Maestría en Estudios Regionales y Doctorado en Desarrollo Regional, refiere que durante los dos años en los que participó en este proyecto impartió las materias de Ciencia para la Sustentabilidad, Sociedad y Naturaleza y Economía Ecológica, entre otras, pero al parecer toda la labor y experiencia profesional que lo avalan es lo que menos importa para quienes dirigen la UBBJ.

El docente, quien fue despedido a través de una carta en la que simplemente le agradecen por sus servicios, y en su caso, sin explicación ni motivo alguno, destacó que los informes relacionados con toda la actividad académica y el apoyo que se le debe brindar a los estudiantes es otro de los puntos que han sido ignorados por la coordinación general de la UBBJ, ya que los coordinadores de cada sede, que son los que tienen el enlace directo con Raquel Sosa, informan de todo lo que acontece en las 140 sedes de la universidad, pero estos informes caen en saco roto, pues no se ha visto cambio alguno, por el contrario, este proyecto va en caída libre.

Jorge apunta que por contactos con otros colegas profesores de otras sedes, coinciden en que este proyecto no crece y está muriendo porque no hay compromiso para conformarlo como una institución educativa.

“A los alumnos que llegan de muchos municipios, no solo de Veracruz, sino de otros estados, también al momento en que piden informes para su inscripción, se les promete ayuda, como un lugar donde quedarse para que no tengan que hacer largos recorridos desde sus hogares a la escuela, y tampoco se les cumplió, existe mucha inconformidad y molestia entre los jóvenes, incluso muchos se han dado de baja, a pesar de que la sede en Huayacocotla es la que tiene la mayor matrícula de alumnos, con unos 250”.

La sede de la universidad en Huayacocotla está asentada en la comunidad de Carbonero Jacales, sobre un terreno ejidal que fue donado con el compromiso de que se quede esta sede y se apoye a los jóvenes, pero con los despidos injustificados e ilógicos, este proyecto, sino hay cambios en su dirección y se asume un real compromiso, está destinado a morir.

“Desde que llegué a esta comunidad comencé a buscar en donde quedarme, ya que no recibí esa ayuda, afortunadamente conté con apoyo de personas que me auxiliaron y logré conseguir un cuarto pequeño desde donde realizaba mis actividades. Al no contar con el pago salarial prometido y que comenzó a llegar siete meses después, tuve que solucionar este problema con ayuda de mi familia que me apoyó en todo, e incluso tuve que empeñar cosas para sobrellevar la situación”.

El profesor Cano subraya que tuvo la fortuna de contar con servicio de internet en el cuarto que alquiló, lo que le facilitó muchas de sus actividades e “incluso en este mismo espacio que servía de centro administrativo para la sede de la UBBJ en Huayacocotla, también era hogar para varios estudiantes que por la lejanía de sus hogares se quedaban conmigo, ya que nunca se les apoyó como se prometió desde que ingresaron a la universidad”.

Uno de los objetivos de la UBBJ para dar solidez al proyecto universitario, es que se cuente con asistencia profesional de docentes que hablen leguas indígenas y que aporten con ello el enlace con la comunidad, y en el caso de Huayacocotla, el año pasado, el único profesor que hablaba un dialecto local, sin motivo, también fue despedido.

Jorge Cano, con Maestría en Estudios Regionales y amplia experiencia en el ramo, calificó de absurdo que lo despidieran sin haber sido evaluado, sin una explicación lógica, a pesar de contar con experiencia profesional y una carrera que avala el perfil.

“Me llegó una carta, tal y como ha ocurrido con otros profesores con una amplia experiencia en sus ramos, y me indicaba que a partir del 31 de julio dejaba de prestar mi servicio y me agradecían el apoyo. Esto es increíble, pues cómo te van a evaluar, si no se para ninguna autoridad de la coordinación general de la UBBJ en las sedes, algunos compañeros fueron informados de su despido que porque no daban el perfil, tampoco fueron evaluados, cómo van a calificar el desempeño de alguien si no saben de manera directa qué actividades académicas realizas y de otras labores que también competen a la universidad. En verdad es absurdo y esto tendrá un triste desenlace para las sedes de la UBBJ sino se cambia a quienes dirigen este proyecto, que es muy noble, pero con esta dirección está destinado a desaparecer”.

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