
Román Piña Chán (Campeche, 1920- Ciudad de México, 2001) fue el arqueólogo que en el siglo XX mostró por primera vez sitios más antiguos que Teotihuacan, pero también fue un artista de la lente, ya que parte de su labor en campo consistió en fotografiar los hallazgos prehispánicos, trabajo que hizo a nivel de piso o desde helicóptero.
Algunas de esas imágenes conforman la exposición La mirada del arqueólogo que terminó su periodo de exposición en Berlín para montarse en México; sin embargo, por la emergencia sanitaria ahora son fotografías que la Biblioteca Digital de la Universidad Autónoma de Campeche (UAC) postea, una por día, en sus redes sociales para recordar los 100 años de nacimiento de uno de los arqueólogos más importantes del país.
“Piña Chán era compadre de Manuel Álvarez Bravo porque vivían cerca, en Chimalistac, a cinco minutos caminando. Seguramente los Álvarez Bravo le dieron muchas indicaciones sobre qué cámaras comprar y evidentemente que juntarse con estos fotógrafos reconocidos a nivel mundial, algo le debió de haber ayudado para desarrollar el ojo”, narra Iván Urdapilleta Caamal, coordinador de Acervos Históricos de la Biblioteca Central de la UAC.
Además de su habilidad fotográfica, Piña Chán tenía un buen ojo para identificar vestigios arqueológicos. “Él caminó mucho y conocía los patrones de cada región, por eso decía: excaven en cierto lugar y le atinaba, pero todo era resultado de su experiencia”, platica Urdapilleta.
Entre las fotografías que la UAC ha posteado (@BibliotecaDigitalUACam) se observa un basamento piramidal de tres cuerpos con una escalinata central, ubicado en Teayo, Veracruz; el retrato de una mujer otomí; los muros con grecas de la ciudad prehispánica de Mitla, Oaxaca; y una familia purépecha retratada en 1978.
El Acervo Digital Román Piña Chán nació a partir de la iniciativa de su viuda, la antropóloga Beatriz Barba, quien tras el fallecimiento del arqueólogo en 2001 autorizó que Iván Urdapilleta organizara en colecciones todos los documentos que dejó su esposo.
En 2006, la Universidad Autónoma de Campeche obtuvo la donación en comodato del acervo, que hoy se encuentra disponible, en un 80 por ciento, en el siguiente link: http://bibliotecadigital.uacam.mx/ Además, el archivo obtuvo en 2015 el registro de Memoria del Mundo de México ante la UNESCO.
“Las fotografías que los usuarios han visto desde el 10 de abril y que terminaremos de subir el 20 de mayo, es una serie de fotografías que forman parte de una exposición realizada en 2018 en el Instituto Iberoamericano, Berlín, y que estaba proyectada para realizarse en Campeche, en marzo de 2020, desafortunadamente la coyuntura del COVID no lo hizo posible. Entonces, decidimos mostrarlas en línea”, indica Urdapilleta.
“Todavía no habían descubierto el Templo Mayor, se sabía de la existencia de México-Tenochtitlan pero hablando de las pirámides hablaban de Teotihuacan. Entonces, de repente, encontrar sitios como Tlatilco, Copilco y lugares alrededor del lago de Texcoco con características que reflejaban una sociedad que vivió antes de la época de las pirámides, fue una buena noticia para la arqueología”, expresa.
Esos sitios le permitieron a Piña Chán reflejar lo que definiría a los primeros grupos que habitaron al Valle de México, agrega Urdapilleta Caamal.
“Hizo una estructuración periódica y de organización manejable del tiempo mesoamericano. Eso fue un aporte fundamental de Román Piña Chan: la manera en que entendemos a las sociedades mesoamericanas antes de la llegada de los españoles”, destaca.
Urdapilleta platica que cuando los arqueólogos entregan sus informes de alguna temporada de campo al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), incluyen imágenes de cómo empezó el proceso de excavación y cómo terminó el sitio, por tanto, los investigadores seleccionan imágenes.
“En el tiempo de Piña Chán eran negativos y como era costoso había que cuidar más las tomas. Seguramente las fotos que entregó Piña Chan están en el archivo del INAH, pero el instituto no tiene todo el proceso porque hay fotografías que se quedó Piña”, narra.
—¿Cómo realizó las fotografías aéreas?, se le pregunta.
—Tenemos casos como Teotenango en donde Piña Chán recurrió a una empresa, pero tenemos otros como Bonampak o Edzná del área maya en donde voló en helicóptero para hacer fotografías desde el aire. Tengo esa certeza porque tomó fotografías antes de tomar el vuelo y hay relatos en algunos de sus libros.
El 2020 fue decretado en Campeche el Año del Centenario del Natalicio de Román Piña Chán, por lo que desde la UAC se planea la publicación de un libro sobre el Acervo Román Piña Chán que estará disponible en la Biblioteca Virtual de la Universidad.
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