
Sidse Babett Knudsen, la actriz que enamoró a los espectadores por la serie de televisión Borgen, se ha convertido en “la ‘Erin Brockovich’ francesa” en La doctora de Brest, la película que inauguró ayer el 64 Festival de Cine de San Sebastián.
Basada en hechos reales, la película, dirigida por la francesa Emmanuelle Bercot, cuenta una historia ocurrida en 2009, la de la doctora Irene Fracho, una neumóloga “de provincias”, explica Bercot a Efe, que denunció un escándalo farmacéutico que causó decenas de muertos.
En el hospital de la localidad francesa de Brest, esta neumóloga descubrió una conexión directa entre una serie de muertes poco claras y un medicamento aprobado por el Estado.
Una película que compite por la Concha de Oro y para la que Knudsen contó con la ayuda de la propia Fracho, que le puso al día de todos los detalles del caso, como un torrente.
“Es hiperactiva, contesta teléfonos, habla contigo, atiende al ministro, llora un poco, se ríe, todo a la vez; es muy emocional, es un gran personaje, no se puede uno inventar a esta mujer, es demasiado”, explica la actriz danesa que, sorprendentemente, gesticula tanto como habla: “Es que mi madre es medio italiana, por eso necesito mucho espacio para mover las manos”, se ríe.
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