
El erotismo, las drogas, el sexo, el sentimentalismo que le rodea y el hedonismo, son algunos de los ejes temáticos de la filmografía del siempre provocador Gaspar Noé, quien la noche del jueves ofreció una conferencia magistral en el marco del cierre de actividades del festival TAG CDMX, en una noche en la cual además conversó sobre su historia y las dificultades de ser un cineasta que lleva al límite las emociones del espectador.
“Mis películas son turbulentas, crudas y nos enfrentan con temas que nos ponen incómodos porque así es la realidad. Aparenta otra cosa, pero al final todo es más visceral”, expresó el realizador argentino por nacimiento pero francés por residencia, quien además explicó que lo que lo ha llevado a poder lograr sus filmes ha sido su capacidad para mentir, “para ser director hay que saber mentir, para ser productor más”.
El realizador tiene en su obra títulos como: Solo contra todos (1998), Irreversible (2002), Enter the void (2009) y Love (2015), los cuales, en palabras del realizador, fueron logrados a base de mentiras, “es difícil hacer películas mintiendo al banco y amigos diciendo que luego pagas. Sin embargo, también estoy consciente que un director debe saber vender porque una vez llegué con los productores y les dije ‘hagamos una película de violación y venganza pero todo al revés’, y ellos pensaron que era broma pero después vieron que en realidad era un guion de tres páginas”, recordó.
Durante la charla con los jóvenes, el realizador habló de algunas de las técnicas que usa para la ejecución de sus filmes como trabajar con actores amateurs o rodar sin tener un guion muy trabajado, “nunca me he fijado en qué tan famoso puede ser un actor, más bien elijo a mis protagonistas de acuerdo a su carisma para interpretar un personaje. En Irreversible fue diferente, tuve que elegir a actores reconocidos para poder hacerla”, comentó.
“La gente que hace documentales no tienen guion, solo intención, así que yo prefiero no dar guiones a los actores y que improvisen. Cuando haces una película es necesario saber la narrativa más que tener un guion, te da más libertad”, explicó para después comentar el por qué es un realizador que utiliza a menudo el recurso del plano secuencia que tiene que ver más con el impacto que con un mero detalle estético:
“La vida es en plano secuencia, salvo cuando te duermes. Filmar en movimiento es mucho más parecido a la percepción de la vida. Por eso yo decido que filmar en plano secuencia es mucho más parecido que la vida real y me funciona en las películas, cuando voy por la calle me fijo mucho en las actitudes de la gente en cada día y eso lo trato de plasmar”, añadió.
Finalmente, el realizador aconsejó a los futuros cineastas a no centrarse en los manuales y teorías en torno al cine para perfeccionar sus filmes, “para todos aquellos que quieren dedicarse al cine, tienen que saber esto: Lo importante para hacer cine no es la técnica, sino ver la mayor cantidad de películas que puedas; lo importante es ser cinéfilo”, dijo, además de qué “nadar, dormir, comer, soñar... aprovéchalo mientras, porque un día desaparecerá”, concluyó.
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