Escenario

Huachicolero: Una audaz pero poco genuina crítica social

El joven cineasta Edgar Nito estrenó en el Festival Internacional de Cine de Tribeca su ópera prima Huachicolero.

Incendio forestal
Incendio forestal Incendio forestal (La Crónica de Hoy)

Película mexicana inspirada en una realidad social. El joven cineasta Edgar Nito estrenó en el Festival Internacional de Cine de Tribeca su ópera prima Huachicolero, la cual le permitió obtener el premio de mejor director de nuevas narrativas; semanas atrás el filme pudo verse en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato, ciudad de la que es oriundo el realizador, lo que nos permitió comprobar que Nito tiene un gran sentido de la imagen, pero también que tiene una menor sensibilidad y cuidado en la escritura.

Apenas al iniciar la película el cineasta mexicano nos comparte dos de sus pilares, en cuestión de estilo: Por un lado confirma su astucia y valor de propuesta visual, el que en su momento lo hacía ver como un cineasta prometedor en sus primeros cortometrajes como Y volveré…(2010), Masacre en San José (2015) y su participación en uno de los segmentos de la primera entrega de México Bárbaro (2014), en los cuales se muestra como un director que sabe fotografiar el terror y la sangre en el cine.

Por el otro también se establece como uno de los cineastas marcados por una de las generaciones más sobresalientes de nuestro cine. La que ha marcado el éxito de festivales internacionales como Carlos Reygadas, Michel Franco y, sobre todo, Amat Escalante, este último también realizador de Guanajuato al que parece conectar más directamente a través de su manejo de la crítica social a través de historias sencillas pero brutales como Heli.

No obstante, aunque Edgar Nito logra en Huachicolero una interesante comunión entre estilo y herencia, también pone en evidencia su inexperiencia en largometrajes, pues no logra mantener del todo el vínculo entre sus personajes y su contexto, lo que hace que en el transcurso del filme se perciban como hechos separados.

El filme surge de un fenómeno social que a principios de este año cobró impacto por el suceso de Tlahuelilpan, Hidalgo, en el que unas personas dedicadas a robar combustible perdieron la vida a causa de un incendio. A estas personas que toman ilegalmente combustibles de conductos de Pemex se les conoce como huachicoleros y a raíz de que Edgar Nito descubre este fenómeno social es que comienza a escribir una película de acuerdo a las historias de las que se entera en Irapuato.

El realizador decide jugar con el concepto de la inocencia y ubica su filme en la historia de amor adolescente entre un par de niños de secundaria. Lalo (Eduardo Banda) se ve tentado a entrar al inframundo criminal de la extracción ilegal de gasolina por la idea de conquistar a Ana (Regina Reynoso), pues ella le sugiere que para conquistarla necesita tener detalles con ella, como comprarle un Smartphone; sin embargo, con el tiempo, cubrir esa necesidad se vuelve una lucha de supervivencia.

En el camino de esta historia, Edgar Nito maneja de manera impresionante las imágenes en favor de una estética opresora y gris. Nos da pinceladas en escenas en las que el espectador se crea expectativas que visualmente el realizador convierte en oportunidades de sorprender y el último tercio del filme es una maravilla de secuencias de acción y drama. También hay que señalar el extraordinario manejo del vocabulario para hacer más natural la historia.

Sin embargo, la primera hora no termina de amarrar el conflicto con el contexto. Si bien los personajes adolescentes le permiten ser condescendiente con la manera en que toman decisiones erróneas sobre los caminos “fáciles” de la vida, hay momentos en que se percibe un melodrama innecesario e injustificado para que los chavos terminen por poner en riesgo su vida. De pronto los arcos dramáticos se vuelven obvios y las situaciones forzadas.

Finalmente, cabe decir que tiene el suficiente poder encandilador del cine. Hay secuencias memorables e impactantes (la última es una maravilla). Nito no tiene un filme redondo pero sin duda es una de las propuestas más interesantes.

Este fin de semana la cartelera comercial tiene como principal propuesta la secuela de La vida secreta de tus mascotas, un filme de entretenimiento. Esta vez el perrito Max se enfrenta a nuevos e importantes cambios en su vida: su dueña Katie no sólo se ha casado, sino que también ha sido madre por primera vez. En un viaje familiar al campo conoce a un perro granjero llamado Rooster, con el que aprende a dominar sus miedos. Mientras tanto, Gidget trata de recuperar el juguete favorito de Max de un apartamento repleto de gatos. Snowball, por otro lado, se embarca en una peligrosa misión para liberar a un tigre blanco, Hu, de sus captures en un circo de animales. El filme se mantiene fiel a la esencia de su premisa y la supera porque actualiza sus temas de forma ingeniosa y divertida, hace una liviana crítica a los modos de vida, se burla de la fragilidad de la nueva sociedad y hasta de su doble moral. Sin duda una buena opción de filme de diversión que no trata a su público, el infantil, como tonto, sino que despierta su consciencia con un buen sentido del humor.

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