Nacional

Inocencia robada para miles de niños en México

Criminales y delincuentes les han robado su infancia a más de 30 mil niños y niñas que son obli-gados a delinquir, según un estudio a nivel nacional de la organización Reinserta.

Niño apunta con una pistola
Niño apunta con una pistola Niño apunta con una pistola (La Crónica de Hoy)

Hoy, a los 15 años, Beto fue “ponchado” pero no por el árbitro sino por la Policía. Fue detenido por robo con arma de fuego. Una pistola que le regaló su padre a los 12 años para enseñarle a robar. Su padre se dedicaba al robo y narcomenudeo.

El crimen organizado y la delincuencia le han robado su infancia a más de 30 mil niñas y niños en México, de acuerdo al Estudio de Factores de Riesgo y Victimización en Adolescentes que Cometieron Delitos de Alto Impacto Social en México realizado por Reinserta, organización que busca romper con los círculos de la delincuencia y violencia en el país.

Según ese mismo estudio siete de cada 10 tuvieron contacto con un grupo delictivo de la zona en la que habitan, solo el 26% de las personas adolescentes concluyó su educación básica previo a la reclusión.

En más del 60% el ingreso familiar mensual era menor a los 7 mil pesos. Uno de cada cuatro adolescentes padeció hambre; y dos de cada tres adolescentes tuvieron acceso a un arma de fuego en su comunidad.

“Un día eres niño, al otro eres parte de la delincuencia organizada”, concluye el estudio.

Beto era un niño de ocho años que quería ser beisbolista y que un día lo llevaron a robar. Eso fue muy diferente a robar una base en el béisbol y fue el inicio de una corta carrera delictiva que por lo pronto ya tuvo su primer consecuencia: estar recluido a los 15 años por robo con mano armada.

Así como Beto, miles de niños se enfrentan a la violencia y crimen con sus diferentes facetas en México. Unos como victimarios, otros como víctimas.

De acuerdo con la Red Por los Derechos de la Infancia en México, siete mil niñas, niños y adolescentes están desaparecidos; cuatro desaparecen por minuto, mientras tres son asesinados en el país. De los más de 20,000 homicidios dolosos cometidos en contra de niñas, niños y adolescentes; la gran mayoría son cometidos con arma de fuego y, lastimosamente, el 97% de los casos queda impune.

Miles de historias de niñas y niños que se quedaron sin infancia por su incursión en la delincuencia y el crimen organizado. Se quedan sin darle importancia a las rondas para cantar, a los dibujos en las paredes, a los juguetes pedidos a los Reyes Magos o a las caricaturas favoritas para dar paso a la violencia, las armas, las drogas y el miedo.

Ésta es la historia de uno que puede ser cualquiera de las más de 30 mil niñas y niños en México. es la historia de un pequeño que nace en una familia contrastante. Por un lado, está la madre: Hija de una familia ordinaria, de costumbres tradicionales, buenos ciudadanos y sin conflictos con la ley.

Por el otro lado, está el padre: dedicado al robo, narcomenudeo. El crimen organizado permeaba hasta el fondo, era el sustento y la cotidianidad. Por azares del destino, los dos caminos se entrelazaron y de esa relación nación Beto.

Su pasión era el béisbol, era algo traducido en felicidad. Sin embargo, para él también eran normales las armas. Observarlas, tocarlas e incluso jugar con ellas, pues su padre las dejaba en una mesa o en un cajón de donde la sacaba.

Su sueño era tener una manopla beisbolera. Pero a los 8 años, Beto recibió de regalo una navaja por parte de su padre y al poco tiempo un regaño por no comportarse “a la altura” en un robo.

A los 12 años tuvo un sueño en donde su madre le regalaba los mejores artículos para jugar béisbol. Era el guante que siempre había querido y la pelota que había visto en la televisión una vez. Su padre, al fin, le regalaba una pistola.

Adiós a las navajas en el pantalón, con esto, seguramente, no recibiría más regaños por no saber robar. Las dos cosas le encantaban. El bien y el mal encontrados en un universo “infantil” que lo veía cotidiano. Su padre no necesitó usar contra él una navaja o una pistola para robarle la infancia.

Después de años de adentrarse en el “negocio familiar” de narcomenudeo, la policía lo detuvo a los 15 años. En poco tiempo, vivió toda una vida; tuvo que crecer para complacer a su padre.

Se le arrebataron los sueños de la infancia, los días de inocencia. Un día eres niño, al otro eres parte de la delincuencia organizada.

En el marco del Día del Niño, Reinserta recalca la importancia de la reconstrucción del tejido social, la pacificación y la prevención integral en México ante la criminalización.

“Únicamente a través de la implementación de modelos de reinserción medibles y eficaces, así como de la creación de políticas públicas focalizadas en la niñez y adolescencia, es que podremos prevenir que existan más niñas y niños despojados de su infancia”, advierte

En ese contexto, hace un llamado a las autoridades de los tres órdenes de gobierno a atender las problemáticas desde las causas que las originan, y piden a las instituciones a procurar condiciones habitables en las comunidades y a salvaguardar mediante acciones positivas los derechos humanos de la niñez en México.

Copyright © 2020 La Crónica de Hoy .

Lo más relevante en México