Metrópoli

Invasores desalojados se apropian de banqueta en avenida Cuauhtémoc

En junio pasado, luego de un operativo de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, fueron lanzados a la calle a fin de que el propietario del edificio recuperara el bien inmueble

Un campamento improvisado para personas sin hogar en una calle de la ciudad.
Un campamento improvisado para personas sin hogar en una calle de la ciudad. Un campamento improvisado para personas sin hogar en una calle de la ciudad. (La Crónica de Hoy)

Primero invadieron el edificio que se ubica en Avenida Cuauhtémoc número166, en la colonia Doctores; después coparon la banqueta tras ser desalojados del inmueble.

En junio pasado, luego de un operativo de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina fueron lanzados a la calle a fin de que el propietario del edificio recuperara el bien inmueble.

Por ello, los inquilinos del 166 decidieron apropiarse de la banqueta, en donde instalaron un campamento que lleva ahí poco más de tres meses.

Tres carpas cubren la vista al interior. Casas de campaña, colchonetas, una estufa, cables de luz mal conectados, despensa amontonada, sillas, cajas de cartón, ropa sucia y cobijas se pueden observar al ingresar al campamento.

Incluso, los invasores cuentan con un baño de renta portátil, que provoca que el olor fétido penetre hasta la nariz.

Aseguran que continuarán en el lugar hasta que las autoridades de la administración local resuelvan regresarlos a sus viviendas, en donde aún continúan sus pertenencias pues durante el dispositivo los elementos de la SSP no los dejaron sacar nada.

Uniformados están en el lugar. Lo custodian pues la orden es “no dejar entrar a nadie que no tenga autorización”.

El conflicto entre ambas partes, cada vez es más fuerte y evidente. No soportan su presencia, mientras que quienes vivían en el inmueble aseguraron que los policías los insultan y humillan; los elementos de seguridad pública afirmaron que los invasores son agresivos y que a pesar de que no pueden ingresar, cada que tienen una oportunidad, lo intentan.

Alejandra Munguía, quien ha vivido en este sitio por 44 años, refirió que aunque los uniformados deben estar en la calle permanecen en el interior del edificio con el pretexto de resguardar el predio.

La mujer señaló que por las noches, han observado a los elementos sacar  muebles y cosas de  valor de sus viviendas a donde incluso han ingresado con maletas para poder guardar las cosas.

En recorrido realizado por Crónica, se pudo observar las precarias condiciones en las que viven los vecinos desalojados de este predio, pero al parecer a ellos, no les importa.

Las grandes cantidades de basura en el interior del edificio así como al exterior causa mal olor además de la proliferación de moscas y otro tipo de plagas, lo cual, aseguraron, ha provocado enfermedades e incluso han llevado a dos niños del campamento hasta terapia intensiva. A pesar de ello, prefieren seguir en la calle que buscar las condiciones necesarias para que esto no vuelva a suceder.

Los residentes aseguran que toda su situación fue provocada por Antonio Abud Nacif, que es un arquitecto de origen libanés, y que según está coludido con autoridades del gobierno central y de la Procuraduría de Justicia; sin embargo, no supieron dar una explicación razonable del motivo por el cual lo acusan.

“Mucha gente que vive por aquí o personas que simplemente pasan, nos han insultado, dicen que somos unos huevones que nada más estamos estorbando y que no hacemos nada de nuestras vidas”, dijo Alejandra Munguía, quien perdió su trabajo que desempeñaba desde hace 25 años, debido a la dura situación que vive.

Para hacer sus necesidades, entre todas las familias, rentan un baño portátil que les cuesta 2 mil pesos al mes, gasto que pueden cubrir ya que todavía hay algunos padres de familia que conservan su trabajo y que pueden ayudar a su comunidad en este tiempo de crisis que viven.

Tras el sismo del 19 de septiembre, ninguna autoridad o personal de protección civil acudió a revisar el estado del inmueble, además de que a pesar de las denuncias realizadas por los vecinos, nadie de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha atendido su caso.

Voluntarios que ayudaban en las labores de rescate en la colonia Roma Norte en días pasados, se acercaban a este campamento para ofrecer comida y agua a los habitantes que aseguran que el gobierno los tiene borrados y que por eso nadie les hace caso más que la sociedad civil.

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