Escenario

Joaquín del Paso representa en Maquinaria Panamericana el miedo de los mexicanos

El cineasta habla de su ópera prima, ganadora a Mejor Película en Guanajuato y Guadalajara en 2016, la cual llega a salas de cine nacionales

Maquinaria Panamericana
Maquinaria Panamericana Maquinaria Panamericana (La Crónica de Hoy)

“Yo veo a México como un país hermoso pero atrapado en una historia de terror, donde no podemos salir, ni podemos cambiar. Todo el mundo sabe que tenemos que cambiar pero no encontramos la manera”, dijo el cineasta Joaquín del Paso, en entrevista con Crónica, para empezar a hablar de su película Maquinaria Panamericana, que llega este fin de semana a las salas de cine nacionales.

Sus palabras se dirigen a toda la sociedad mexicana porque en el argumento de su filme está una representación tragicómica en un lugar particular, “entre más nos organizamos más desorganizados nos vemos. Es un país que está al borde de la locura o al borde de un cambio, es un punto de transición muy particular, y la película justo retrata este estado psíquico de incertidumbre. De no saber qué va a pasar mañana, de no tener la certeza de que todo va a estar bien”, enfatizó el realizador.

La historia está suspendida en el tiempo, comienza un viernes cualquiera de los años 90 (aunque también parece que ocurre en la actualidad). Todo parece normal en Maquinaria Panamericana S.A., una empresa especializada en la venta y reparación de maquinaria para la construcción y la destrucción. Los empleados ansían el fin de semana y pierden el tiempo en los rituales de oficina que se acostumbran: Toman café, personalizan su cubícu­lo, celebran el cumpleaños de alguien, luchan por ser el empleado del mes…

Sin embargo, ese viernes ocurre una tragedia, don Alejandro, el dueño de la compañía, es encontrado muerto en una bodega de refacciones. El descubrimiento lo cambia todo: descubren que la compañía está en quiebra, los trabajadores de la tercera edad no tienen ninguna perspectiva de empleo y nadie recibirá compensación por su trabajo. En un estado de confusión, miedo y tristeza, los trabajadores deciden encerrarse en la compañía.

“Mi personaje es el que desencadena que se encierren en una fábrica porque descubren que el jefe se murió. Yo los insto a que saquemos adelante a la fábrica pero en realidad es una trampa. Yo soy el malo de la historia”, comentó, también en entrevista el actor Javier Zaragoza, quien da vida al contador de la empresa.

“Ahora se le dice mundo ‘Godín’, pero en realidad los burócratas no son distintos a los que se retrata en la película y también es factor la edad. Tener 50 años es un golpe existencial porque ya se piensa que se va de salida. En México hay mucha gente deprimida porque no se conecta en el mundo moderno, creo que esta parte ha sido fundamental para el éxito del filme”, agregó el actor, quien junto con Irene Ramírez Ramos, en el papel de Soledad, es el único actor profesional de la cinta.

La ópera prima del cineasta es una comedia absurda que durante el 2016 se llevó los premios a la Mejor Película Mexicana de los festivales de cine de Guadalajara y Guanajuato, además de presentarse en la Berlinale con una buena recepción: “Siempre quise hacer una comedia. Lo que me resultó de esta película fue una comedia sarcástica, con humor negro, que si bien te hace reír también puede llegarte a provocar cierto miedo, porque yo creo que la realidad no es de un solo color, no es blanco o negro, sino que a pesar de que vivimos en una sociedad con muchos problemas tenemos que seguir. Además tiene un tono de humor que es sarcástico con la parte de evadir la realidad”, comentó el realizador Joaquín del Paso.

Además el cineasta presume de su filme que es único en su tipo porque además ocurre en dos momentos al mismo tiempo, “la película está ambientada en los años 90 y también en el 2017, creo que es la primera película ambientada en dos épocas al mismo tiempo de forma simultánea y es porque el interior de la empresa está congelado en el tiempo. Me interesaba el contraste del paso de esos años, con detalles como las computadoras y el internet, con la tecnología que ya es normal para muchos pero a la que la gente mayor aún no le entiende bien”, destacó el cineasta.

“La película se originó cuando descubrí la locación, una empresa de maquinaria pesada en frente del aeropuerto, que estaba en decadencia. Ellos esperaban que llegaran a demolerla y entre los trabajadores había un clima de incertidumbre, tristeza y melancolía y eso fue lo que más me impresionó y motivó para empezar a escribir el guion”, añadió.

En el desarrollo del filme se habla de una caricatura sobre la idiosincrasia del mexicano, si bien es cierto que se habla del mundo laboral, también hay casos específicos como el papel de Soledad: “Lo que hace mi personaje en la película es representar a la mujer mexicana de ahora: trabajadora, todavía sumisa y llena de secretos, que obedece su comportamiento de acuerdo al entorno machista que aún persiste”, explicó la actriz Irene Ramírez.

Finalmente, el realizador explicó que la comedia es una forma excelente de hacer reflexionar a la audiencia sobre temas más profundos y en este caso, tiene al miedo y el fanatismo a la rutina conformista uno de sus principales: “Muchas veces preferimos quedarnos con que todo está mal, a hacer algo nuevo y luchar por algo mejor porque  a eso le tenemos miedo también”, dijo.

“La gente se puede ver reflejada ahí porque los mexicanos normales, que salen a trabajar todas las mañanas, que sufren y se divierten y también tienen hijos y responsabilidades, tienen miedo de perder su empleo y de entrar en un estado de vida complicado. Es una película que habla sobre los mexicanos”, añadió.

“Es la radiografía del mexicano de verdad. El que no tiene para pagar la renta, que tiene hijos y no tiene para comprarles zapatos. No es el mexicano de las comedias baratas o cursis”, hizo el comentario final el actor Javier Zaragoza.

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