
“La jarana es un instrumento festivo que lleva el ritmo y armonía de la música, desciende de los instrumentos europeos de cuerda y específicamente se sabe muy poco de la jarana huasteca, se comenta que se integró al trío huasteco a finales de los años 40 del siglo pasado”, señala Eloy Zúñiga, quien este fin de semana estará en la Ciudad de México para promocionar el sonido de la jarana.
El sábado 29 de junio a las 17:00 horas se presentará con el grupo Tlacuatzin en el Foro del Tejedor, el domingo 30 a las 11:00 horas en Pilares número 53 interior 302 ofrecerá un concierto para niños y ese mismo día a las 18:00 horas en el Refugio de Jeisél hará un dueto con el violinista Manuel Zavala.
“Hay mucha gente haciendo son huasteco en la Ciudad de México porque hay muchos migrantes y gente que ha adoptado ese arraigo. Para mí los sones no son retórica, es una manera de llevar y entender la vida” comenta.
Eloy Zúñiga estudió guitarra clásica en la Universidad Veracruzana y eligió la jarana para darle sentido a su identidad, ya que creció en un pueblo de la Huasteca potosina que se llama Tanquián donde, asegura, “a lo mejor no tenemos mucha educación, pero tenemos mucha cultura”.
El músico comenta que a diferencia de Argentina, Venezuela y Cuba, la enseñanza de música tradicional en el país está en pañales.
“Hago conciertos con Mariana Carrizo, cantante argentina de copla, quien me decía que su guitarrista estudió la licenciatura en tango. En México no existe algo así, una licenciatura en requinto jarocho, por ejemplo. Estamos en pañales respecto a otros países. Hoy la formación de la jarana es por medio de talleres, lo cual tiene sus pros y contras”.
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