
Norma Salazar es una poeta mexicana que ha publicado diversos libros y otros textos en diversas antologías dentro y fuera de México. Norma también es crítica literaria, ensayista e investigadora en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Como ensayista le ha interesado escribir no sólo sobre literatura, sino que ha abordado las artes plásticas, el cine, el teatro y otras disciplinas, pero siempre desde el rigor académico sin perder de vista la sensibilidad del que crea versos. A propósito de su labor en el mundo de las letras conversamos con ella.
—Eres doctora en Literatura Mexicana e investigadora en la UNAM. ¿Cuáles han sido tus máximos retos en la investigación de las letras mexicanas e hispanoamericanas en general?
—He tenido la oportunidad de trabajar y aprender de dos hombres destacados en el ámbito intelectual: el maestro Emmanuel Carballo, respetado crítico literario de nuestras letras mexicanas y el traductor de la obra de Fernando Pessoa y de la literatura lusitana, me refiero al poeta Francisco Cervantes. Los retos requieren disciplina para lograr los objetivos mejor posibles, la vida está llena de cauces agridulces, así, los retos en el ámbito de la investigación deben tener perseverancia con paciencia-ética, que hoy en día se ha perdido; amor y pasión por la literatura, historia en todos los rubros que acompañan a las ciencias humanísticas.
—Participaste como investigadora en el Diccionario crítico literario en las letras mexicanas del siglo XIX dirigido por el maestro Emmanuel Carballo, ¿cuál es la importancia de este trabajo para ti?
—Antes de ser presentados con el maestro Emanuel Carballo fuimos requeridos, personalmente en la Coordinación Nacional de Literatura del INBA, el maestro Jesús Gómez Morán y tu servidora. Nos recibió Raúl Renán para conocer el proyecto y los puntos del trabajo en específico; nos pidieron revisar un libro que fue publicado en el año 1991 bajo el título Historia de las letras mexicanas en el siglo XIX por Emmanuel Carballo que auspició la Universidad de Guadalajara. Después le propuso Rafael Tovar y de Teresa, antes de finalizar su administración en Conaculta, que se reimprimiera como un Diccionario crítico de las letras mexicanas en el siglo XIX, y Emmanuel Carballo aceptó y fue un trabajo de tiempo completo hasta, porque era rastrear y actualizar muchos datos de aproximadamente 200 autores. Como te imaginarás era un arduo trabajo que se necesita contar con un equipo de investigadores, aquí te enfatizo, éramos sólo dos investigadores con el apoyo de Raúl Renán y Anamari Gomís, por parte de la Coordinación. Con don Emmanuel nos reuníamos en su casa de Cuajimalpa por las tardes para revisar las fichas; mientras que Anamari solicitaba a las librerías especializadas el material que se requería y Raúl Renán aportaba también libros de su biblioteca, como las revistas que se publicaron en su estado de Yucatán. Es un diccionario único, no hay otro en nuestras letras mexicanas que trate el siglo XIX, es uno de los diccionarios más consultados entre los investigadores no sólo en nuestro país sino por universidades extranjeras.
—Además, has escrito ensayos en diversos medios, ¿qué es el ensayo para ti?
—Decía Michael de Montaigne “porque soy yo mismo a quien pinto”, así, el ensayo con la naturalidad por descubrir lo vasto que es la literatura, sencilla con la erudición de sus propios temas, donde la razón y la objetividad están unidas por un ensayo. Mis temas favoritos se encuentran en las novelas, el psicoanálisis, el teatro, el buen cine, fotografía y música.
—También eres poeta. ¿Qué es la poesía para ti y en quiénes te inspiras para escribir la poesía que haces?
—Para mí es un lenguaje de apoyo, es decir, un desahogo de lo que acontece en mi interior; a través de este lenguaje me comunico, me leo, me escucho. Soy muy contemplativa en cada viaje o en mi espacio privado que es mi hogar, reflexiono bastante a través de la prosa poética y eso lo puedes leer en mis dos primeros libros: Cantos Lejanos y Cuadro al óleo; mis próximos libros son Blancos Activos, Escampado y por supuesto Retorno del ermitaño que tiene que ver con mi padre, habla también de este repaso necesario por mis duelos, la pérdida de Raúl Renán, pero también sobre mis viajes.
—Tus poemas han aparecido en diversas antologías. Háblame brevemente de los poemas que te han publicado en esos libros.
—Cantos lejanos es un libro místico, mítico, muy onírico que está escrito con muchas imágenes de mis viajes, lo atemporal; Cuadro al óleo es un libro filosófico-poético, una microhistoria de la vida de un pintor con sus cuadros que son sus personajes, es decir, los pinta y platica con ellos. Me inspiré en el libro de la vida de Amedeo Modigliani que mientras pintaba recitaba poesía en latín.
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