Opinión

"Las sedes del poder en Mesoamérica" (segunda parte)

En entrevista, la renombrada arqueóloga Linda Manzanilla, realiza algunos apuntes sobre la publicación en la que participa y coordina

"Las sedes del poder en Mesoamérica" (segunda parte)

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Vista de la zona arqueológica de Teotihuacan.

Con motivo del lanzamiento del libro Las sedes del poder en Mesoamérica, la arqueóloga Linda Rosa Manzanilla, miembro de El Colegio Nacional, nos habla de la relevancia de este volumen que coordina y en el que participa con la introducción y el primer capítulo.

–En su libro habla de la existencia de diferentes formas de poder. Menciona el poder económico, el político, y el simbólico. ¿Cuáles son sus características?

–Hay varias fuentes de poder para los que gobiernan. Puede ser un poder económico que implica un control de recursos, sobre mano de obra o control de las rutas de intercambio. Puede ser un poder político sobre el territorio y las personas de ese territorio; puede ser. Más fuerte que un control meramente político es un control militar, es decir, que un ejército conquiste o sojuzgue a otros grupos étnicos. Pero también existe un poder simbólico, y éste se basa en controlar el conocimiento, el ritual, el calendario, la astronomía, la escritura, y muchos pueblos de Mesoamérica tuvieron un fuerte contenido de poder simbólico, pero también a veces poder político o poder económico, dependiendo del momento, de la situación y del tipo de Estado.

"Los estados tempranos, como Teotihuacan, representan la primera generación de estados; no hay control de territorio sino alianzas que se fraguan hacia distintos puntos de Mesoamérica y la gran ciudad es como la cabeza de un pulpo; los tentáculos, los distintos corredores de sitios aliados y de intereses de los barrios para atraer bienes suntuarios, materias primas foráneas y personas. Es un estado débil porque se basa en un pacto multiétnico.

En cambio, los estados imperiales del Posclásico tardío se basan sobre la conquista, el control de la fuerza, la militarización, la fuerza del ejército, el tributo. Entonces, son distintas sociedades. El poder y las sedes de poder nos hablan de distintas sociedades, no sólo del poder, no sólo de los gobernantes, sino de la sociedad que está detrás de esos gobernantes.”

–¿La arquitectura y los objetos que se encuentran en las excavaciones nos dan cuenta del tipo de poder que se ejercía en determinada región?

–En algunos casos no tenemos fuentes escritas; nos basamos justamente en la arquitectura, en los objetos de índole política y los materiales que son trazas de actividades que encontramos en los palacios. Por eso las excavaciones extensivas son tan importantes, porque allí están las pistas de qué actividades se llevan a cabo en la sede del poder, quiénes podrían estar detrás, qué sectores funcionales se pueden definir.

"Preguntaba a los investigadores invitados a escribir en este libro si podían diferenciar, en el palacio que excavaron, el área residencial doméstica, donde duerme el gobernante con su familia, donde yace su corte; al área donde están los artesanos adscritos al palacio; el área de almacenes; el sector ritual del gobernante; la sala de trono y la sala de audiencia; si existe o no un tesoro real, o si se encuentran tumbas reales. En el Cercano Oriente claramente se ven los almacenes del palacio, son muchos y son claros en la planta del palacio. El registro arqueológico nos dice que en el área maya hay tronos de piedra, y probablemente salas de audiencia donde el gobernante recibe los tributos y a los cautivos de guerra.

"También me interesaba saber si los palacios estaban construidos sin arquitectura defensiva o con ellos; si están en plano tierra o yacen en acrópolis elevadas. ¿Se pueden detectar sectores funcionales? En los palacios mayas, por ejemplo, claramente se ve el sector doméstico-residencial, separado del sector político-administrativo y del sector escénico-ritual. ¿Por qué? Porque en el área maya la escenificación de las ceremonias era para que la gente las viera; no eran privadas, como en otros casos de palacios, sino escenificaciones.”

–¿Los estudios que encontramos en su libro reflejan algo de sobre el poder en las sociedades actuales?

–Digamos que son sociedades distintas, pero sin duda, en el México actual, el poder se ejerce desde Palacio Nacional. Encontramos un área residencial, un sector probablemente de administración y política, que es donde se reúne el gobernante con sus consejeros y se delibera sobre razones de Estado, pero hay también una escenificación de poder y eso se da en los patios de Palacio Nacional.”

El libro Las sedes del poder en Mesoamérica, coordinado por la doctora Linda Rosa Manzanilla, y editado por El Colegio Nacional y el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM; se encuentra a la venta en la página libroscolnal.com y en las principales librerías del país. También puedes leer:

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