
En el Turismo de Naturaleza se puede aprender el cuidado del medio ambiente, la preservación del agua y de la tierra, la administración y la gestión respetuosa del hábitat, que en el caso del Santuario de las Luciérnagas de Nanacamilpa, representan un reto para el turismo a nivel mundial, ya que muy pocos lugares del planeta ofrecen ese tesoro que Tlaxcala le presenta a los visitantes”, expresó el representante del titular de la Sectur.
Este fenómeno natural, dice una nota de la antropóloga Rebeca Becerril publicada en Crónica, no sólo es una maravilla, sino también el sustento económico de familias tlaxcaltecas. La derrama monetaria que genera el turismo de los santuarios de luciérnagas, complementa la comercialización de los productos derivados del maguey, como el pulque, su miel y el destilado de esta planta. Primero se ve una luciérnaga en el sendero, después se asoman otras pocas entre la hierba, a la media hora las personas se ven rodeadas de pequeñas luces que parecen estrellas inquietas. Es un momento inigualable y los sonidos de la noche, el crujido de los árboles y el canto de los tecolotes terminan por completar el espectáculo.
Copyright © 2019 La Crónica de Hoy .