Escenario

Luto en Hollywood: falleció el pícaro Burt Reynolds

Reynolds murió en Jupiter, sur de Florida, a los 82 años en un deceso que, de acuerdo a un comunicado de la familia emitido por su sobrina Nancy Lee Hess, fue “totalmente inesperado” a pesar de que tenía problemas de salud.

Tom Selleck en Magnum, P.I.
Tom Selleck en Magnum, P.I. Tom Selleck en Magnum, P.I. (La Crónica de Hoy)

Bigote perpetuo y cejas pobladas. Sonrisa de tipo afable y el sombrero de cowboy siempre a cuestas. Señas de identidad de Burt Reynolds, uno de los actores más carismáticos de la década de los 70 y un hombre que dejó su huella en títulos como Amarga pesadilla (1972), Dos pícaros con suerte (1977), Golpe bajo: El juego final (1974) o Carrera de locos (1981). Ayer, Reynolds falleció a los 82 años en un hospital de Florida.

Reynolds murió en Jupiter, sur de Florida, a los 82 años en un deceso que, de acuerdo a un comunicado de la familia emitido por su sobrina Nancy Lee Hess, fue “totalmente inesperado” a pesar de que tenía problemas de salud.

De acuerdo a Nancy Lee Hess, Reynolds “esperaba ansioso” por ser parte de la próxima película de Quentin Tarantino, Once Upon a Time in Hollywood, en donde iba a compartir cartel con otras estrellas como Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, Al Pacino y Margot Robbie: “Mi tío no solo fue un icono del cine, fue un hombre generoso, apasionado y sensible que estaba dedicado a su familia, amigos, seguidores y estudiantes de actuación”, agregó la sobrina.

Este audaz, cómico, cínico y mujeriego personaje de la pantalla grande y chica conquistó las salas de cine y el amor de las también actrices Loni Anderson, con quien estuvo casado seis años y adoptó un hijo, la británica Judy Carne, fallecida en 2015, y Sally Field, entre otras muchas.

A pesar del paso de los años, Reynolds siempre lució su espeso bigote, pobladas cejas y sonrisa pícara, aunque sí mostraba ya ciertas dificultades para caminar que achacaba a lesiones sufridas a las “acrobacias” que realizó durante las escenas de acción de sus películas.

Nacido en Michigan en 1936, también se animó a ponerse detrás de las cámaras y dirigió las películas Gator (1976), The End (1978), Sharky’s Machine (1981) y Stick (1984).

Su notable éxito de taquilla, que dominó en Estados Unidos durante años a finales de la década de 1970 y 1980, terminó sin embargo sin un Oscar, pero sí con dos Globos de Oro por Boogie Nights y la serie de televisión La familia Newton (1990-1994), por la que recibió además un premio Emmy en 1992.

Sin embargo, reconoció públicamente su error al rechazar personajes míticos del cine como Han Solo, de la saga Star Wars, porque no le “gustaba la ciencia ficción”; Michael Corleone, en la trilogía de El padrino; encarnar a James Bond, o el papel de Richard Gere en Mujer bonita, decisión que calificó de “idiota”.

Reynolds resurgió posteriormente en 2017 con un proyecto personal, The Last Movie Star, que echó un vistazo a la vida de una estrella desvanecida, llena de remordimientos y anhelos, una versión exagerada de la vida tranquila y apacible de sus últimos años en Florida.

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