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Mordida tras mordida en Pemex: motor del huachicol carretero

Operadores de fulles cuentan a Crónica las tranzas en las llamadas llenaderas, terminales de abastecimiento y reparto. La situación se desborda en las instalaciones donde no hay soldados ni marinos

PEMEX, la empresa petrolera más grande de México
PEMEX, la empresa petrolera más grande de México PEMEX, la empresa petrolera más grande de México (La Crónica de Hoy)

(Segunda parte)

Sin soldados, “hay que traer un buen fajo de billetes para ir repartiendo”, dice Martín Molina, quien junto a Luis David y Marcelino Hernández nos sitúan en el trajín de la carga y descarga de combustibles en refinerías y terminales de Pemex.

Aunque desde administraciones anteriores Ejército y Marina realizaban labores de vigilancia periférica en diversos recintos de la dependencia, el 27 de diciembre de 2018 el actual gobierno anunció un plan conjunto para combatir el robo de hidrocarburos, el cual extendió las labores militares en 58 instalaciones: seis refinerías, 39 –de las 73- terminales de almacenamiento y reparto (TAR), 57 estaciones de rebombeo y el centro de control en Ciudad de México.

“La tarea ya no sólo es de vigilancia, habrá además monitoreo y comprobación en los procesos de reparto, se controlarán accesos, entradas y salidas de vehículos y pipas, y se verificarán trabajos en cuartos de control y tanques”, explicó el general secretario Luis Cresencio Sandoval.

“Los primeros meses andaban bien temerosos en Pemex, y desaparecieron muchas de sus cochinadas, pero a últimas fechas soldados y marinos se han relajado; en algunos lugares pueden ver cómo los petroleros reciben dinero de forma descarada y no pasa nada, se hacen de la vista gorda. Ya se volvió a lo mismo de antes”, cuenta Luis David.

“Y donde de plano no hay militares, es una robadera”…

Crónica logró corroborar ausencia de las Fuerzas Armadas en terminales como Nuevo Laredo y Ciudad Mante (Tamaulipas), Matehuala y San Luis Potosí (SLP), León (Guanajuato), Saltillo (Coahuila), Durango, Oaxaca, Toluca (Estado de México), Cuautla y Cuernavaca (Morelos), así como en el complejo petroquímico de Pajaritos (Coatzacoalcos, Veracruz).

La decisión de elegir 58 sedes en las cuales la milicia intervendría en trabajos operativos se derivó de un análisis previo realizado por la paraestatal, el cual identificó –en teoría— los puntos más vulnerables de corrupción, con mayor faltante de combustible. En el resto, el mando continuó en manos del personal de Pemex.

“Traen unos carrazos: BMW, Mercedes, autos deportivos, joyas, relojes y unos perfumotes bien perrones. ¿A poco los sindicalizados ganan tanto dinero? Qué va, es pura corrupción”, cuenta Marcelino, cuya labor de trasiego se concentra en el centro y sur del país.

Paso a paso, desmenuza el atraco en las llamadas llenaderas (TAR)…

“Desde que se ingresa a las instalaciones hay que soltar, porque ahí no trabajan si no das 20 o 50 varitos de arranque. Entregas documentos y se envían a México para que manden el programa de viaje; después debes ir con otra persona para que te haga la orden de carga y entregue los sellos de Pemex, ahí son otros 50 pesos y, si no das, te dejan al último. Es mucha burocracia, está hecha para sangrarte en cada trámite”.

-¿Y después de recibir la orden de carga?

-Pasas a vigilancia, te forman y, cuando te toca entrar, van otros 100 o 200 pesos para cargar, ya es una cuota. Si no damos, el vigilante no se mueve, te puede dejar días sin cargar.

-¿Y luego?

-Debes hacer parada con el contraincendio, el de seguridad, que te revisa cómo anda el tráiler y los tanques; si andan bien, con 50 pesos la haces; pero si anda fallo, va de 100 a 200 pesos.

-¿Ahí se acaba?

-No, pasas a la zona interior, que se llama colchón, donde están 10 o 15 pipas paradas, esperando entrar a la isla de carga. Ahí entra el bombero de patio, es el que vende las islas, donde cargamos el combustible. ´¿Quieres ésta? Te cuesta tanto: 50, 100, 200´. Ellos tienen un lema: ´si no me das, vas a regresar y será un infierno´. Hay otras islas que no valen ni un peso”.

-¿Y de qué depende?

-En las más caras sales bien, ya listo listo para el huachicol en carretera; en las islas malas te falta producto, que luego las empresas nos lo cobran. Yo cargo 31 mil 500 litros en cada tanque, y al descargar en las TAR es con cuentalitros. Si no llega completo, se dice que traes faltante. En la empresa donde trabajo me dan 94 litros de tolerancia, si falta más, me lo descuentan.

-¿Por qué faltante?

-Porque la isla donde cargaste estaba mal, ya son muy viejas, obsoletas, sin mantenimiento, no hay calibraciones, sus garzas o brazos conectores están inservibles y no entregan lo que es. Ya a estas alturas estás harto de tantas tranzas y aún no acaban.

-¿Hay más?

-La última es en la zona de pasarela, donde nos sellan los papeles, firman la hoja de embarque y colocan sellos: ahí es de 50 a 100.

El engranaje de sobornos no sólo está orientado a recibir un trato preferencial, sino a salir con sobrante de refinerías y llegar con faltante a terminales, aprovechándose de la falta de inspección militar en entradas y salidas. Es el origen y motor del huachicol carretero…

“Los petroleros tienen forma de moverle a las temperaturas, para justificar la evaporación de 200, 300, 400 litros”, refiere don Martín.

A diferencia de las “Pejepipas”, cuyos trayectos son custodiados por soldados o marinos, la mayoría de fulles privados no llevan vigilancia.

“Muchos hacen su bisne en carretera y cuando llegan a Pemex le dicen a los técnicos: ´le quite 200 a cada tanque, ¿cuánto quieres?´. Y con mil pesos hacen arreglo. O ´dame chance de salir con 100 litros de más y ahí te van 300 varitos´, eso prolifera donde no hay soldados”.

-¿Cómo es el huachicol en el camino?

-Quienes lo hacen están bien amañados, saben cómo burlar sellos. Se apalabraron con el petrolero y saben también que llevan un charco de más y que llegando a la terminal podrán reportar de menos. Ahí entra lo del pago a los ingenieros por buenos viajes. Si sé, por ejemplo, que un viaje a Matehuala me conviene, no me importa dar mochada de 800, porque lo voy a recuperar, ¿cómo? huachicoleando. Hay empresas transportistas que hasta se prestan para hacer la ordeña en sus patios o locaciones.

-¿Y dónde se vende?

-En el camino hay infinidad de puntos, lugares donde compran el producto, lo que lleves.

-¿Quiénes?

-Son bandas, bien organizadas.

-¿Y a cuánto?

-Obvio que más bajo que en gasolineras, depende del lugar, pero el huachicol siempre se ha manejado más barato.

-¿Y qué pasa cuando llegas a la terminal con faltante?

-Va junto con pagado: vas con el bombero y le dices: méteme en la buena para descargar, le das sus 300 o 400 y sales bien, se hacen ojos de hormiga…

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EN LA FILA DE LAS MORDIDAS…

*Superintendentes

*Vigilantes

*Bomberos

*Contraincendios

*Personal de seguridad

*Recepcionistas de documentos

*Ordenadores de carga

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