
Alrededor de 30 ballenas piloto vararon en una playa al sur de Puertecitos, en un hecho inusual ocurrido en esa área de Baja California, pues no es zona de varadero de cetáceos, informaron autoridades de la Capitanía de puerto en San Felipe.
Al respecto, puntualizaron que solamente se logró rescatar a tres ejemplares con vida, los cuales fueron llevados hacia aguas profundas.
Fotografías que tomaron sanfelipenses fueron enviadas a las redes sociales y autoridades de aquella zona confirmaron el varamiento de estos cetáceos de la familia de los delfines, que por su tamaño y forma de cabeza son conocidos como ballenas piloto.
Estos mamíferos, también conocidos como calderones y cuyo nombre científico es Globicephala, es común que vivan en grupos y cuando ocurre un varamiento lo hace todo el clan familiar.
Personal de la delegación federal de la Profepa en la entidad, en coordinación con elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar), Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca), vecinos y pescadores de la localidad, se centraron en retornar a los ejemplares a aguas profundas.
Sin embargo, pese a los esfuerzos de los elementos de seguridad nacional y la Profepa, la marea bajó al límite durante la madrugada y las ballenas continuaron el retorno a la orilla, hasta el punto que ya no fue posible regresarlos a aguas profundas. Por tal motivo, solamente se logró rescatar con vida a dos ballenas piloto adultas y una cría.
Testigos del suceso indicaron que cuando llegaron los cetáceos a ese lugar, una pequeña ensenada ubicada al sur de Puertecitos, vieron que algunas de ellas aún respiraban y trataron de prestarles ayuda, pero su tamaño y peso lo hicieron imposible, ya que si bien no son del volumen de una ballena real, miden entre 1.5 y 4 metros, además que las grandes podrían pesar más de una tonelada.
Los mismos lugareños dieron aviso a la Secretaría de Marina, por lo que sus elementos acudieron al lugar de varamiento y con el apoyo de pescadores y sus familias intentaron regresar al mar a algunos de los cetáceos, pero debido a sus dimensiones la tarea resultó imposible.
Se estima que las ballenas se encontraban desorientadas debido a que ninguno de los ejemplares presenta daños o lesiones visibles, tampoco se detectó afectación por redes, artes de pesca o actividades antropogénicas que pudieran ocasionar o influir en el evento de varamiento.
De acuerdo a la delegación de Profepa en Baja California, se dará destino final a los restos de los 24 organismos muertos al sepultarlos conforme lo establece el Protocolo de Atención para Varamiento de Mamíferos Marinos, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de junio de 2014.
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