La gorila Arila, que desde 1986 vivía en el Parque Ecológico Zacango, murió este martes, a la edad de 36 años.
De acuerdo con el reporte preliminar, emitido por el Parque, la causa de muerte del ejemplar se debió a una posible insuficiencia cardiaca, la cual será confirmada con los resultados histopatológicos y estudios de laboratorio.
Arila fue encontrada en su casa de noche por su Promotor de Bienestar Animal, quien dio aviso a los médicos veterinarios del parque, quienes confirmaron su muerte.
Arila, ejemplar de Gorila de Llanura, llegó al entonces Zoológico Zacango el 26 de marzo de 1986, a la edad de cuatro años, procedente del parque Casa de Campo, en Madrid, España.
La necropsia a Arila fue realizada por veterinarios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en presencia de personal médico del Parque Ecológico Zacango y personal de la Procuraduría de Protección al Ambiente (Profepa).
De 2005 al 2010, Arila estuvo en el Zoológico de Chapultepec con el fin de ser acoplada con un macho de su misma especie (Bantú, que murió en julio de 2016), sin éxito en su reproducción.
El Gorila de Llanura mide alrededor de 1.75 metros de altura y sus brazos tienen una envergadura cercana a los 260 centímetros; los ejemplares machos pueden pesar de 140 a 180 kilos, mientras que las hembras son más pequeñas y su peso oscila entre los 65 y 135 kilos.
La Profepa refirió que continuará con el seguimiento sobre las causas de la muerte de Arila, a fin de transparentar los resultados del deceso.
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