Cultura

Nadie quiere ser mi amigo, un encuentro con la imaginación

La obra narra la historia de Malaquías, un niño que pierde a su padre por una enfermedad y encuentra en su compañero ficticio el consuelo, la esperanza y fuerza para afrontar su situación

Niño triste sentado en la cama
Niño triste sentado en la cama Niño triste sentado en la cama (La Crónica de Hoy)

Nadie quiere ser mi amigo es una historia fantástica que habla acerca de los amigos imaginarios. Los “nadie” son  el espíritu de los ausentes y el consuelo de las personas solas y se pueden encontrar en el soplo del viento y en el canto de los grillos.

El montaje se presenta todos los domingos de septiembre a las 13:00 horas en el Foro Odeón del Centro Cultural Royal Pedregal. La dramaturgia es de Javier Malpica, la dirección de Oswaldo Valdovinos y la producción de Astillero Teatro.

“Es una obra entrañable que toca las fibras sensibles del ser humano porque recuerda la importancia de vivir en el momento presente, en valorar el amor, la familia y la importancia de los amigos. El gran mensaje es que si bien no podemos controlar algunos acontecimientos de la vida, como las pérdidas de familiares, si depende de nosotros la manera en cómo afrontarlas, por eso, es también una historia que habla de la esperanza y la fuerza que existe en nosotros mismos” comenta la actriz María Teresa Adalid.

“Nadie” es el nombre del amigo imaginario de Malaquías, un niño de seis años que acaba de perder a su padre, por ende la relación con su madre se afecta y tienen algunas diferencias llegando al grado que el niño se siente abandonado y solo. Así aparece “Nadie” cuando más se le necesita como una promesa de amor y esperanza para acompañar al niño en su proceso de entendimiento y para ayudar en la reconciliación con su mamá.

“Hablar de las pérdidas es un tema que pocos se atreven a proponer para los niños, nosotros lo hacemos con mucha sensibilidad y honestidad, lo abordamos de manera lúdica y sencilla, de modo que los pequeños entienden perfectamente que esto forma parte de la vida. La mayoría de los prejuicios y miedos, vienen de los adultos, les mueve muchas emociones hablar del tema ó no saben cómo hacerlo con sus hijos y esta es una buena oportunidad para lograrlo”, dice.

Malaquías se divierte con su mejor amigo “Nadie” y juntos forjan una amistad entrañable mostrando también la infinita capacidad de imaginación que tiene el ser humano. “Hacen de pequeños espacios grandes universos para imaginar, compartir y soñar. En este montaje apelamos a tocar el corazón del espectador a partir de la sencillez y creatividad, por eso objetos de la vida cotidiana como una lámpara, una mecedora, un baúl, hasta una taza de baño, cobran vida y se convierten en personajes afables y fantásticos para los niños, hay momentos que causan mucha gracia, otros son muy enternecedores y otros más reflexivos”, dice la actriz.

Otra característica es que se realiza con títeres de mesa, en un espacio íntimo y con música original para acompañar las diferentes escenas. “Mediante lo lúdico logramos que sea una historia para toda la familia, que encaja en cualquier tiempo, porque su contenido basado en el amor y las ausencias en la familia son un tema que le puede ocurrir a cualquiera en algún momento y el cual requiere ser tratado de manera profunda y a la vez divertida”, finaliza.

Nadie quiere ser mi amigo se presenta todos los domingos hasta el 24 de septiembre a las 13:00 horas en el Foro Odeón en el Centro Cultural Royal Pedregal. Periférico Sur 4363 Jardines de la Moñtaña. Participan: María Teresa Adalid, Zohar Salgado, Itzel Casas y Oswaldo Valdovinos.

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