
El papa Francisco designó como arzobispo de Morelia a monseñor Carlos Garfias Merlos, quien se desempeñaba como arzobispo de Acapulco, al tiempo que aceptó la renuncia del cardenal Alberto Suárez Inda, de 76 años, y quien se convierte en arzobispo emérito y continúa en el Colegio Cardenalicio con derecho a voto hasta que cumpla los 80 años. Las renuncias por límite de edad están contempladas en el Código de Derecho Canónico, desde tiempos de Juan Pablo II.
Monseñor Carlos Garfias nació el 1 de enero de 1951 en Tuxpan, Michoacán. Estudió humanidades, filosofía y teología en el Seminario de Morelia, y cuenta con maestría y doctorado en Psicoterapia y Espiritualidad por la Universidad Intercontinental, en la Ciudad de México. Habla inglés y francés.
Monseñor Garfias Merlos fue ordenado sacerdote el 23 de noviembre de 1975. Juan Pablo II lo nombró obispo de Altamirano, Guerrero, en 1996, y su lema episcopal es “Cristo es nuestra Paz”.
En 2003 fue transferido a la diócesis de Nezahualcóyotl, y Benedicto XVI lo designó como arzobispo de Acapulco.
Monseñor Garfias cuenta con amplia experiencia pastoral. Se ha desempeñado como formador en el Seminario Menor de Morelia (1975-1985); rector del Templo de las Tres Aves Marías, en Morelia; profesor de la cátedra de Pastoral y Sacramentos, y está muy vinculado al Movimiento “Encuentros Matrimoniales” y a la Pastoral Familiar, del Clero y a la Social.
Dentro de la Conferencia del Episcopado Mexicano ha desempeñado varios cargos, entre ellos, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Juvenil y responsable de la Dimensión de Justicia, Paz y Reconciliación, y Fe y Política de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.
Durante su trayectoria pastoral, monseñor Carlos Garfias ha mostrado especial preocupación por los grupos marginados y más vulnerables, y ha dicho que la paz social tiene sus bases en la justicia social, de modo que la paz, la seguridad, la reconciliación y el desarrollo siempre deben de ir de la mano.
“Los esfuerzos por construir la paz debe de ser de todos, tanto de gobiernos como de la sociedad misma”, ha dicho.
El pasado 18 de octubre, en un comunicado dado a conocer por la Conferencia del Episcopado Mexicano, CEM, monseñor Carlos Garfias decía: “Nos encontramos frente a una realidad compleja y multicausal, que desafía nuestro compromiso evangelizador. Queremos responder a esta realidad con ojos y corazón de pastores, construyendo la paz, acompañando a las víctimas y colaborando en la edificación de una vida digna para todos los mexicanos”.
Esta misma semana, el papa Francisco designó a dos obispos auxiliares para Monterrey: Heriberto Cavazos Pérez, director espiritual del Seminario de Monterrey, y a Óscar Efraín Tamez Villarreal, secretario ejecutivo nacional de la Dimensión de Pastoral Vocacional y canciller de la Arquidiócesis de Monterrey.
Por otra parte, este lunes 7 de noviembre dará inicio la Asamblea Plenaria de la CEM, número 102, y el nuncio apostólico en México, monseñor Franco Coppola celebrará una misa en la Basílica de Guadalupe, donde a las 16:00 horas dará su primera conferencia de prensa oficial en México, dado que ya ha entregado al presidente Peña Nieto sus cartas credenciales. Esta reunión tendrá una relevancia especial dada la proximidad con los comicios presidenciales en los Estados Unidos.
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