
Desde la primera vez que un jugador de futbol toca el balón para mandarlo al fondo de la red, sueña con llenar los estadios más grandes del mundo, mientras la gente corea su nombre en todos los rincones del inmueble. Para la afición, ver llegar a un jugador de renombre a la institución de sus amores también genera esa ilusión y alegría.
A pesar de esto, muchos de los jugadores que en sus equipos de origen fueron cañoneros, especialistas en el gol, cuando llegan a un nuevo club no resultan más que simples petardos con la pólvora mojada.
Para uno de los grandes del balompié mexicano como lo es el América, arriesgarse a comprar jugadores es algo de todos los días, si bien esto ha traído a la institución grandes jugadores de la talla de Salvador Cabañas, François Omam-Biyik, Kalusha Bwalya, Osvaldo Castro Pata Bendita, Antonio Carlos Santos, Daniel El Ruso Brailovsky, Norberto Outes, Carlos Hermosillo, Javier Chalo Fragoso, el Campeón Hernández, Roberto Alves Zague o José Alves, sin embargo, no todo fueron aciertos, hubo muchos futbolistas que sólo llegaron para engrosar el salón de la infamia, pues no aportaron nada y sólo quedaron en la memoria de algunos por el tremendo fiasco que resultaron.
Incluso, no fue necesario ir tan lejos, para contratar hombres que al final no dejaron huella y sí mucha pena por la forma en que desaprovecharon la oportunidad de sacar sus mejores dotes, como el caso de Illie Dumitrescu, Leonardo Rodríguez, Sergio Zárate, Marco Antonio Figueroa y Sebastián Abreu, sólo por mencionar algunos.
En el festejo de los 100 años de las Águilas, que es este miércoles 12 de octubre, te presentamos, sin olvidar a los más grandes del club, la lista negra, los bultos, los petardos, los fraudes, aquellos tipos que causaron pena, lástima, tristeza y coraje. Ya sean por los motivos que fuesen, pero son aquellos que simple y sencillamente, no fueron rentables, unos que llegaron con gran cartel, otros siendo unos desconocidos, pero en ambos casos, tuvieron un común denominador: salieron por la puerta de atrás.
Después de haber ganado la copa y la recopa Sudamericana en el 2005, así como la liga argentina del 2005 y 2006 con el Boca Juniors, proveniente de Saint-Étienne francés, se anuncia con bombo y platillos la llegada del jugador Daniel Bilos al América para el Clausura 2007, primer y único torneo que jugaría con la playera azulcrema, ya que su bajo desempeño y su larguísimo periodo de adaptación, que jamás terminó, no le dejaron jugar su mejor futbol, dando al final un total de tres goles que lo dejaron como un mal recuerdo para el americanismo.
Superando la cantidad de goles de Bilos por dos en 30 partidos que disputó con las águilas, El Pocho Insúa, entre lesiones y quejas de pagos atrasados jamás despegó como se creía, sin embargo, a diferencia de Bilos, El Pocho se supo vender bien pues proveniente de un equipo alemán se pensó que se echaría al equipo al hombro, pero esto nunca pasó.
Otro que decepcionó fue Richard Núñez. Debutó a los 20 años en el Danubio y llegó a México para jugar en el Cruz Azul, donde debutó con nada más que 4 goles ante los entonces Tecos, después de eso pasó el resto de la temporada con actuaciones mediocres, esto lo llevó a enrolarse con los Tuzos del Pachuca que lo embarraron de su inercia ganadora y lo hicieron campeón del clausura 2006, lo que lo regresó de nuevo a las filas del Cruz Azul donde no volvió a hacer nada. De su etapa como americanista no hay nada que contar diferente a su periodo azul, súper Richard jamás fue súper.
Djalma Feitoza Dias, Djalminha, ex miembro del Real Club Deportivo La Coruña, manejaba el balón como Picasso el pincel o Lorca su pluma, su toque educado y limpio llegó a emocionar al rey Pelé e incluso lo llevó a humillar a los jugadores del Real Madrid. A pesar de eso, su paso por Coapa no fue nada para recordar, anunciado como refuerzo “bomba” para el 2004, acumuló 179 minutos vestido de emplumado, tiempo en el que marcó la fabulosa cantidad de un solo gol ante Santos en su partido debut.
Pero el que quizá se lleva las palmas de esta nota, es el mediocampista argentino Lucas Martín Castroman, ex jugador del Vélez Sarsfield de Argentina, del Udinese y Lazio de Italia. Castroman ilusionó a todos desde antes que se anunciara su pase a Coapa, ya que aún como jugador de Vélez, cuando se le manejó la posibilidad de llegar al América, el argentino acumuló 12 partidos donde no anotó ni un solo tanto, quizá lo más notorio de este fue cuando ingresó en plena final de la Copa Sudamérica y apenas 2 minutos después se hace expulsar.
Muchos tachan a Oswaldo Vizcarrondo como el último petardo que ha tenido el América (por el bien del equipo esperemos que realmente sea el último), sin embargo, la institución afirma que no fueron ellos sino los medios los que inflaron la llegada del venezolano, sea como fuere, Vizcarrondo no ayudó en nada al cuadro capitalino.
El camerunés Jean Claude Pagal llegó de la mano del DT Leo Beenhakker en la temporada 94-95, buscando afianzar la defensa de las Águilas, que ese torneo le abrieron la puerta al mercado africano con jugadores como Omam Biyik y Kalusha Bwalya.
A diferencia de sus paisanos, Pagal terminó por convertirse en un fiasco, y hasta el propio técnico lo hizo a un lado al darse cuenta que jamás tuvo la calidad para estar en un plantel donde la exigencia era alta e inmediata.
Se le recuerda por su apariencia fiera, pero también por sus nulas cualidades para defender.
El brasileño José Dirceu Guimaráes participó en 3 Copas del Mundo, (1974, 1978 y 1982), jugó para equipos como el Atlético de Madrid, el Nápoles y el Vasco da Gama.
Llegó con el América en la temporada 78-79 para jugar bajo el mando de Raúl Cárdenas, pero pronto se dio una ruptura entre jugador y estratega. Después de vivir una época gloriosa con el Atlético, en México no pudo brillar como se esperaba y todavía se recuerda aquella famosa frase con la que trataba de explicar el porqué de su mal paso en el balompié nacional, “es que no me dan pases”.
Narciso Mina llegó para el Clausura 2012 en la era de Ricardo Peláez, y pese a todos los puntos que ha sumado el directivo en su gestión, con esta contratación falló.
Se tenía pensado que acompañara a Christian Benítez en la delantera y que incluso pudiera generar la competencia interna, pues venía precedido de ser goleador en su natal Ecuador.
El América ha recibido a decenas de jugadores que buscan ser estrellas del balompié mexicano, pero de figuras pasaron a ser troncos del futbol mexicano.
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