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Muerte prevenida: las compras necesarias para bien fallecer

Día de Muertos. Si cuando va a nacer un bebé se compran cosas por adelantado, por qué no comenzar a tomar decisiones ante el deceso que será inevitable para todos. El IMSS brinda una póliza funeraria con un costo de 450 pesos anuales que cubre al titular, cónyuge, descendientes e hijos menores

(La Crónica de Hoy)

Llegó el día en el que, el mexicano, por cultura una vez al año es irreverente, dicharachero y juguetón con la muerte. Se le trata de manera igualada y hasta con cierta confianza y cariño se le llama: “la huesuda”, “la tilica”, “la flaca”, “la parca”, “la fría” y para agarrar valor aprovechamos el Día de Muertos.

Por un día, se deja de ver a la parca como lo que es: símbolo del fin de la vida, y no se le tiene miedo, porque deja que los nuestros, quienes ya se han ido, vuelvan del ­Mictlán con nosotros por una noche, para volver a estar juntos para comer y recordar todo lo que un día se compartió… hasta la siguiente vez.

¿Y qué pasa con los otros 364 días del año? Habrá quienes tomen sus previsiones y opten por comprar un muy buen paquete funerario para poder pagarlo en cómodas mensualidades.

Pero también están aquellos que se niegan a hablar de la muerte, que no toman previsiones “para no llamar”, o quienes no aceptan que un familiar intente abordar el tema y le piden se calle cuando dice: “cuando yo me muera…”.

No hay nada mejor que la previsión, y si cuando va a nacer un bebé se compran cosas por adelantado, por qué no comenzar a tomar decisiones ante un evento que será inevitable para todos en algún momento de la vida.

Y es que la falta de previsión en el tea de la muerte en nuestro país, deja a esta industria ganancias verdaderamente millonarias cada año, si se toma en cuenta que un servicio en una funeraria privada puede rondar mínimo entre los 30 mil y 50 mil pesos, lo que permite a esta industria facturar entre 13 mil millones y 17 mil millones de pesos al año.

Datos del INEGI señalan que en 2017 se registraron en el país poco más de 699 mil decesos; sin embargo, de éstos, sólo 20 mil habían contratado un servicio de previsión funeraria, es decir, que sólo el 2% tuvo la precaución de decidir, en vida, lo que quería para su muerte.

En entrevista con Crónica, Ángel Pasta Muñuzuri, jefe de Prestaciones Económicas y Sociales, de la Delegación Estado de México Oriente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), recuerda que cuando la muerte sorprende, además del dolor por esa pérdida irreparable, vienen un sinfín de gastos, muchos de ellos estratosféricos cuando de funerarias particulares se trata, mientras que el Instituto cuenta con una póliza cuyo costo apenas es de 450 pesos anuales, precio notoriamente accesible si se compara con los miles de pesos que se tendrían que desembolsar en cualquier funeraria particular.

“En el IMSS contamos con una previsión disponible para el público en general en sus 18 velatorios en todo el país, el cual cuesta 450 pesos al año y brinda cobertura ante el deceso del titular, su cónyuge, sus descendientes e hijos menores”.

Este servicio incluye: la recolección del cuerpo, trámites hasta la instancia que corresponda, velación y cremación del cuerpo. Si los deudos optan por un servicio crematorio, el IMSS cuenta con velatorios, uno de ellos en la Delegación Estado de México Oriente del IMSS que tiene la certificación ISO 9001-2015, que brinda a los familiares certeza de calidad en el servicio.

Además, en la entidad mexiquense se cuenta con dos velatorios, uno en Ecatepec con cinco capillas y otro en Tequexquinahuac con siete capillas.

Si la muerte es repentina y no se contrató esta póliza, señala, hay paquetes desde 5 mil pesos, hasta 9,999 pesos, “que de cualquier modo es un costo muy accesible, si se toma en cuenta lo que pueden costar estos servicios en una funeraria privada”.

INFORMARSE PARA DECIDIR… Para tomar la mejor decisión, Ángel Pasta recomienda acercarse a los velatorios de IMSS, para decidir sobre el ataúd, quizá una urna biodegradable, el servicio de cremación, velación si así lo decide el familiar, incluso puede ser en el hogar del difunto, ya que ésa es una costumbre mexicana.

En cuanto al tipo de  servicios de mayor demanda, Pasta Muñuzuri indica que actualmente 82% de los servicios son de cremación y el resto inhumaciones, y dada la responsabilidad del familiar de depositar los restos en una iglesia, el instituto contempla en breve ofrecer nichos para que los deudos cuenten con ese espacio de oración.

“Éste es un grato proyecto, porque la gente cuando sale del velatorio con su urna de repente se ve a sí mismo pensando qué van a hacer con los restos de su familiar, y es cierto que hay muchos espacios en iglesias, pero se dice que son precios estratosféricos”, por lo cual la intención del IMSS es seguir siendo social y ofrecer este espacio, sin que el ciudadano forzosamente sea cremado en los velatorios del instituto, “porque es muy triste ver cuando la gente sale con su urna, y prácticamente no sabe qué va a hacer ni dónde va a depositar los restos de su ser querido”, por lo cual, se busca la manera de brindar este servicio.

Este trámite se contrata directamente en los velatorios del Seguro Social, “yo invito al ciudadano común y corriente a que asista al velatorio que corresponda a su ciudad para realizar este trámite que es muy sencillo de contratar y a precios verdaderamente accesibles.

Precisa que en este servicio el interesado no tiene que estar inscrito en el Seguro Social, es decir, no importa si es trabajador y está cotizando, o si está desempleado, “es una compra directa y no tiene ninguna restricción”, al tiempo que aclara que los 450 pesos se pagan en el velatorio y dichos recursos van a dar al fondo de un fideicomiso para atender estos servicios.

Además, indicó, se ha llegado a presentar la situación en la que hay quienes van al velatorio privado y no le funciona el horno y vienen con nosotros, “y es ahí cuando casualmente el familiar se da cuenta con nosotros lo que cuesta, digamos 10 mil pesos, en el servicio privado les costó 70 mil, son diferencias estratosféricas y da pena hasta decir los nombres de esos velatorios”.

Estos servicios, reitera Ángel Pasta, se difunden en hospitales o módulos de los velatorios con un abordaje de mucha sensibilidad y respeto para un tema del que pocos hablan, “pero debemos estar conscientes de que algún día nos tenemos que ir y no hay como tener la maleta lista y los papeles adecuados preparados”, subraya.

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