
A dos cercos sanitarios; todo se apuesta a ellos para el regreso a clases. Uno está a la salida del hogar, con los tutores comprobando, con la mano si no hay otra forma, que el niño no tiene temperatura; el otro, más elaborado, a la puerta de la escuela, en donde se ratifica la temperatura corporal con termómetros electrónicos y se comprueba que no haya síntomas de Covid visibles en nariz, ojos o presencia de tos.
Esos dos cercos sostienen el retorno a clases mexicano, según consta en la última versión de la guía que la SEP liberó para que los profesores apoyen un “regreso responsable y ordenado” a las aulas.
Un reto evidente es que los dos cercos realmente se instalen, el del hogar, a cargo de los tutores, será un tema central en comités escolares que ya se han estado echado a andar desde la semana pasada y a los que ya fueron convocados padres de familia, al menos los más participativos. El cerco escolar también debe cambiar usos y costumbres, pues las aglomeraciones clásicas para dejar o recoger a los hijos deberán evitarse a toda costa.
Pero hay pendientes: Padres y profesores se integrarán en un comité que deberá apoyar en la limpieza diaria de la escuela, para lo cual aún aun una negociación con las autoridades: ¿cómo se logrará limpiar a diario cada salón y cada baño? El uso del conserje para esa tarea resulta totalmente inviable. Originalmente la SEP quería que la Guía oficial especificara la obligación de los padres de familia de integrarse a la limpieza diaria, pero la semana pasada quedó claro que ese tema generaba inconformidad entre los tutores.
“Los papás y mamás quieren reintegrarse también plenamente a sus trabajos, así que no pueden traer al niño y quedarse cada día a limpiar”, señala una profesora de Contreras en una escuela preescolar pública que pronostica una decena de niños en clases presenciales para el primer día. Esta afluencia baja incluso está prevista e la Guía oficial de la SEP, pues se lee en ella que “es posible que, en los primeros días de regreso a clases la asistencia a la escuela sea reducida”.
La baja afluencia puede facilitar algunos temas, como el de la limpieza o evitar aglomeraciones, durante los primeros días, pero poco a poco se harán más complejas.
Los Comités Participativos de Salud Escolar, se especifica en la Guía para el regreso responsable y ordenado a clases, coordinarán la higiene y limpieza escolar, además de apoyar en la organización del filtro de salud en la entrada de la escuela. En el comité se promoverá la participación de los tutores en las actividades que se organicen para mantener la sana distancia, jornadas de limpieza y filtros de corresponsabilidad.
Hay también medidas a cumplir durante la jornada escolar, “Manos limpias” es un apartado en el que se especifica la necesidad de protegerse para que el virus SARS-CoV-2 no llegué a las manos de niños o profesores, “si el virus no se elimina a través del lavado con agua y jabón, o con solución de alcohol gel al 70%, puede pasar de una persona a otra”.
Esto implica que las escuelas “se deben proveer agua y jabón, o solución de alcohol gel al 70 por ciento”.
Toallas de papel para el secado de manos, depósitos de basura protegidos con bolsa de plástico en baños, salones, oficinas y áreas comunes, entre otros.
El consabido cubrebocas obligatorio sí estará presente, pues los miembros de la comunidad escolar que estén dentro del plantel deberán utilizar cubrebocas desde el ingreso al inmueble y hasta salir del mismo. Esta medida no es aplicable para menores de 6 años de edad. “No se debe sustituir el cubrebocas por careta, protectores faciales o lentes protectores”, se especifica. Es un tema del que no se habla en la Guía, pero que también ha generado dudas de papás expuestas durante los pasados días: Niños de 6 a 12 años pueden no medir la gravedad de quitarse el cubrebocas o ignorar la sana distancia cuando ningún adulto los ve.
La Guía exhorta a reorganizar el salón de clases colocando permanentemente los asientos de alumnos a una distancia de 1.5 metros hacia sus cuatro lados. Esto debe preverse también en los espacios destinados para personal docente y administrativo de la escuela.
Los espacios abiertos, el patio, deberá utilizarse al máximo, extableciendo una pausa fuera del salón de clases cada 50 minutos.
Así cada día, apostando a que los cercos sanitarios evitarán la llegada del Covid. Pero si se presenta, se quiere una detección temprana. Ante caso sospechoso y/o confirmado de COVID-19 en la escuela, la guía de la SEP detalla el siguiente protocolo:
Notificación a autoridades educativas y sanitarias.
“Dado que el personal docente que atiende ese grupo ya tiene completo el esquema de vacunación que le corresponde, no requerirá de aislamiento, sólo debe estar atento a los signos y síntomas que pudieran desarrollarse en los 14 días posteriores al contacto con el alumno o docente sospechoso; si presentan síntomas sí deberán aislarse en su domicilio”.
La Guía de la SEP, expresa que hay una “Fortaleza” para lograr que el regreso sea exitosos: “los sistemas existentes de educación, salud, protección y preparación para desastres”, son “pertinentes, accesibles, inclusivos, participativos y protectores”, así que se llama a autoridades, profesores y padres de familia a aplicar “las lecciones aprendidas” y reducir los riesgos de futuras crisis relacionadas con la salud, los peligros naturales y cotidianos, la violencia y los conflictos.
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