
El órgano tubular e histórico de la iglesia de San Matías Jalatlaco, ubicada en la periferia de la capital oaxaqueña, volverá a escucharse en el mes de julio, cuando termine el proceso de restauración al que fue sometido este instrumento musical que data de 1866. Así lo expresó Cecilia Winter, directora del Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca (IOHIO) A.C.
“En total hay 72 órganos tubulares en el estado de Oaxaca, algunos están en pedazos y, en el otro extremo, algunos están casi completos. Entonces tenemos criterios muy específicos para seleccionar un órgano y restaurarlo, incluso hace dos años restauramos el órgano de Santa María Tlacolula, el cual ya se toca de forma constante”, explica la investigadora.
Los factores que considera el IOHO para trabajar en la preservación, es el valor histórico del órgano, su estado de conservación, la voluntad de la comunidad, es decir, si hay un interés y garantía de que el órgano será tocado después de su restauración, y la cercanía con la ciudad de Oaxaca o con un centro de población grande.
Con el actual trabajo en el órgano de Jalatlaco, el IOHIO suma diez los instrumentos restaurados. Pero ¿qué características tiene el órgano de San Matías Jalatlaco?, Cecilia Winter explica: “El órgano de Jalatlaco está en las orillas del Centro Histórico de Oaxaca, es un barrio que casi forma parte de la ciudad, es una comunidad tranquila, muy accesible y el proyecto le interesa a las autoridades locales. Esos factores eran favorables y después del éxito con el órgano de Tlacolula, nos animamos a seguir, porque comprobamos que el resultado fuera positivo, está en uso constante, por eso nos decidimos hacer otra restauración”.
El órgano en mención data del siglo XIX, específicamente fue hecho en 1866 por el organero oaxaqueño Pedro Nibra y en aquel entonces, cobró 700 pesos por su trabajo de fabricación. La firma del constructor aparece en el interior de la caja en cinco lugares en donde se indica la fecha de creación y una reparación realizada en 1880; todos estos datos se encuentran documentados en el Archivo Histórico de la Catedral.
“Esa fue otra ventaja que tomamos en cuenta, todos los órganos restaurados hasta la fecha son del siglo XVIII y el de Jalatlaco será el primero del siglo XIX que trabajamos. Todos tienen características diferentes, pero el de Jalatlaco presenta otras opciones de repertorio porque la técnica de construcción ya había evolucionado cuando se fabricó, eso también es un detalle importante para los futuros conciertos y para los organistas”, indica Cecilia Winter.
—¿Cuántas notas tiene este órgano?
—Los órganos del siglo XVIII tienen 45 notas, su teclado es muy corto, es una afinación particular barroca, en cambio, el de Jalatlaco tiene 56 notas, ya no cuenta con lo que se denomina la octava corta y está afinado con un arreglo cromático. Sin embargo, esto abre la posibilidad de tocar mucho más repertorio en todas las tonalidades, lo cual no es posible con los órganos del siglo XVIII.
“La primera fase estuvo a cargo del restaurador oaxaqueño Eric González y a partir de esta semana, inicia la fase dos, que es la restauración sonora y técnica, es decir, los tubos, el sonido y todo el mecanismo entero. Para este trabajo ya llegaron dos organeros del taller español Gerhard Grenzing, ellos también participaron en los trabajos del órgano de Tlacolula y en los dos monumentales de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. También participará el oaxaqueño David Antonio Reyes”, señala Winter.
—¿Cuánto tiempo durará esta segunda etapa?
—Tres meses y las últimas dos semanas se dedicará a la armonización y afinación. Llegará a Tlacolula un especialista en tubos, porque falta la mitad de los tubos que son de una aleación de plomo y estaño, entonces se tienen que hacer con la misma aleación, además llegará un especialista en afinación. Entonces calculamos que a principios de julio terminará el proyecto.
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