Escenario

Rubén Aguirre, un maestro más allá de la pantalla

El comediante, famoso por su papel de El Profesor Jirafales, murió a los 82 años en su casa en Puerto Vallarta

El Chavo del Ocho
El Chavo del Ocho El Chavo del Ocho (La Crónica de Hoy)

Dos días después de celebrar su cumpleaños número 82, Rubén Aguirre, famoso por dar vida a El Profesor Jirafales en el programa El Chavo del 8, falleció en su casa en Puerto Vallarta, Jalisco, a las 04:00 horas de la madrugada del 17 de junio, por complicaciones de neumonía.

“Se fue muy tranquilo, no hubo sobresalto, se quedó dormido. Estaban con él mi mamá (Consuelo de los Reyes), mis hermanas Verónica y Carmen, y mi prima Martha”, contó Arturo Aguirre, hijo del comediante, en entrevista telefónica con Crónica.

Para cumplir con la última voluntad de Aguirre su cuerpo será cremado hoy en la Capilla Memorial, de la funeraria Celis, donde fue velado por sus familiares y algunos seguidores. Un pequeño rindió tributo al actor y a su cómplice profesional, Roberto Gómez Bolaños, al llegar disfrazado como El Chavo del 8, programa causante de la fama de ambos en México y el extranjero.

“Nos formó como hombres, como personas, siempre con sentido del humor. (Las muestras de cariño de los mexicanos) me dan mucho orgullo, ojalá que pueda ser la mitad del hombre que él fue”, expresó Arturo Aguirre, quien confirmó el destino de las cenizas de su padre, un lugar por definir en Puerto Vallarta, Jalisco.

El hijo del comediante y su compañero Carlos Villagrán, encargado de personificar a Quico, consideraron a Rubén Aguirre como un maestro que trascendió a la pantalla de televisión para ofrecer enseñanzas día a día a todo aquel que lo rodeaba.

“Educó a sus hijos y a sus amigos, a todos los que rodeaba les daba lecciones de vida todos los días, siempre con un gran sentido del humor, a veces no muy blanco al interior de la familia”, compartió Arturo.

“Me deja todos los recuerdos, fue un gran compañero y amigo. Fue un gran maestro, me enseñó muchas cosas. He recibido muchas llamadas, era una persona muy querida por formar parte de un programa, que es el mejor de México. Rubén dejó mucha huella en todo el mundo, ahora hasta en Arabia, Corea o Rusia, que son lugares con una idiosincrasia diferente”, agregó Villagrán.

Los dos actores compartieron carrera mucho antes de unirse a Chespirito, momentos con los cuales Villagrán consideró forjaron una amistad, que al final los convirtió en familia.

“Participamos en El Club de los Millonarios, le pusimos así porque eran puros niños, ellos son millonarios en ilusiones; lo hacíamos todos los días y ahí nos conocimos. Él era Shorty, haciendo mofa de su estatura. Luego hicimos El Chavo del 8, llegó a ser el sketch estrella del programa. Por orden de El Tigre Azcárraga se convirtió en unitario y traspasó fronteras”, recordó Villagrán.

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