Metrópoli

Segundo mandato de Saldaña en Azcapotzalco: la necesidad es poner orden

Hace una década, Margarita Saldaña tomó posesión de la entonces Delegación de Azcapotzalco y, bajo la bandera panista piensa retomar aquello que la condujo a ser considerada, hace años, la mejor titular de las entonces 16 delegaciones

Segundo mandato de Saldaña en Azcapotzalco: la necesidad es poner orden

Segundo mandato de Saldaña en Azcapotzalco: la necesidad es poner orden

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El desorden conduce a que el vecino no viva con tranquilidad, que lo mismo se sienta acosado por una calle sin iluminación, insegura, donde la policía local es inexistente, que por la proliferación de superedificios departamentales, saturación vehicular incluida o árboles que nadie poda y nadie tala cuando están a punto de caer. Saldaña tuvo un mandato como delegada y la han elegido de vuelta; piensa retomar aquello que la condujo a ser considerada, hace años, la mejor titular de las entonces 16 delegaciones del Distrito Federal

Hace una década, Margarita Saldaña tomó posesión de la entonces Delegación de Azcapotzalco y, bajo la bandera panista en una capital mayoritariamente de izquierda, llegó a convertirse a ojos de muchos en la mejor titular de entre las 16 delegadas y delegados del Distrito Federal.

Ahora, ya en el mismo territorio, pero constituido como Ciudad de México, Azcapotzalco estará nuevamente bajo su mando. Aquella experiencia de hace una década aparece una y otra vez durante la conversación con el Consejo Editorial de Crónica, en la redacción de nuestro diario, donde Saldaña es invitada a platicar de su proyecto de gobierno. Y junto a aquella experiencia, la convicción de que su misión en poner orden, dentro de los límites de atribuciones de una alcaldesa, pero evitando caer en el “no me toca” para poder entrar, como lo hizo la primera vez, en ámbitos que parecerían exclusivos del gobierno central de la Ciudad.

–Ciertamente –se le pregunta– la idea de generar orden en Azcapo fue una de las líneas conductoras de su discurso de campaña. Y ganó con él…

–Sí, ¿Y por qué el orden? –hace una pregunta retórica la alcaldesa electa, para responder de inmediato–, Azcapotzalco se consideró durante mucho tiempo pueblo, un pueblo grande, nuestros habitantes tienen muy arraigado que allí era el asiento de los tlapanecas. Somos la Alcaldía que tiene más pueblo y barrios reconocidos como tales y, de alguna manera, se ha tratado de mantener esa identidad.

Sin embargo, ya de algunos para acá, vemos como nos llenamos de edificios, de cosas que no teníamos y la calma que se va diluyendo. La gente se queja mucho de los desarrollos inmobiliarios, nos crecen por todos lados, sin que haya una zona especial donde se esté enfocando el crecimiento: lo mismo aparecen en una calle angosta en donde no pasan dos autos a la vez, en donde puede verse un edificio de 300 departamentos y que además se da el lujo de usar la norma 26, es decir, de no contar con cajones de estacionamiento; y lo mismo terminamos teniendo también edificios muy grandes en circuito interior, de 20 pisos.

Hay en la ciudadanía la impresión de este desorden, de que no estamos creciendo de manera adecuada. Y si ustedes pasan a las 9 o 10 de la noche de Aquiles Serdán, por ejemplo, las laterales y sus banquetas están convertidas en estacionamientos, cuando antes era raro que esto pasara en las laterales de una vía rápida. Es falta de movilidad, en cualquier lado hay problemas de movilidad y todo esto forma parte del desorden.

Todo esto motivo principal para decir que hay que poner orden Y una cuestión que acaba de dar forma a este tema es que la ciudadanía está reclamando que hay ausencia de otros servicios público-urbanos. Se quejan mucho por ejemplo del abandono de árboles y sí, se están cayendo, pasó durante la campaña en la Colonia Clavería, luego otro en la colonia Cuitláhuac. Se dejó de hacer la poda y la tala de aquellos que es necesario retirar porque ya están en muy mal estado. La gente empieza a sentir simultáneamente que el agua no es suficiente, que el drenaje no es suficiente. Se ha dejado de hacer desazolve y si van a las calles de la Alcaldía las van a encontrar llenas de baches, porque si se repara una fuga de agua, no se tapa nunca el hoyo. La luminaria también está desordenada, en algunos lugares hay leds, en otros hay otro tipo de luminarias y en otros no hay nada.

Pero también la inseguridad desordena. La delincuencia ha aumentado, los robos a casa habitación y los ajustes de cuenta, que éstos antes no había.

–Piensa entrar al tema de seguridad que otros dejan exclusiva para el gobierno central?

–Yo voy a hacer uso de la atribución constitucional de tener policía de proximidad. De hecho no sé porqué debe ser una decisión, si la constitución lo mandata, debemos hacerlo. Mi conclusión muy personal es que el trienio que termina lo hicieron Benito Juárez y Cuajimalpa porque eran de oposición y que otras no lo hicieron seguramente porque Claudia Sheinbaum les dijo a los alcaldes que no pensaba enviar presupuesto, que eso se lo dejaran a ella. Los jueves me voy a reunir con los jefes de sector, con el Fiscal de Azcapotzalco y con C5 y C2.

–¿Y qué nos dice de otros temas en los que alcaldes optan por decir que eso no les toca, que le toca al gobierno de la ciudad?

–Sí hice cosas de ese estilo en mi gobierno pasado, pero hay que hacerlo con cuidado. La vez pasada teníamos un problema de falta de iluminación e hicimos una combinación de presupuesto de la delegación y el de seguridad pública que daban a las delegaciones.

Hice cálculos y vi que con eso alcanzaba a cambiar todas las redes secundarias, que era la que me correspondía, pero estaban las vialidades principales como Camarones, Cuitláhuac, Aquiles Serdán, etcétera en las que la delegación no podía meterse. Hable con López Obrador, jefe de gobierno entonces, y le dije que yo las cambiaría todas, pero que me hicieran el convenio de que era una acción autorizada, porque si no era desviar recursos públicos. Allí me metí, lo mismo que un puente y las famosas vueltas inglesas sobre Camarones.

Convencí a los diputados locales de que me dieran el recurso, pero salió para la Secretaría de Obras, porque eran vialidades primarias. Otra vez fui con López Obrador, le expliqué esas obras y le pregunté si ellos las harían porque estaban en aquellos años entretenidos con los segundos pisos. Volvimos a firmar un acuerdo y yo lo hice.

Se puede hacer, es ir a negociar y convencerlos.

–¿La intención de poner orden puede funcionar para resolver estos problemas?

–Tengo un plan que, en campaña, terminó por llamarse “De los 7 días”. Piensen, por ejemplo en las escuelas durante esta pandemia y cuantas requieren ser intervenidas y realmente cuantas lo fueron en este periodo. Y en cualquier alcaldía lo mismo pasa con las colonias, los mercados públicos y las unidades habitacionales. Tenemos gobiernos de reacción, no de acción. Les pongo un ejemplo, de mi experiencia, cuando fui elegida delegada de 2001 a 2003, mi alterón de peticiones de poda de árboles era de 14 mil. Si las hubiera atendido por oficio y según iban llegando, no iba a acabar en los tres años, porque una iba estar en Clavería y la siguiente en San Pedro, y entonces la brigada andaría de un lado para otro. En el plan de los 7 días, empezamos los lunes, primero con ceremonia cívica en una escuela, hacemos los honores a la bandera y después me quedaba con papas y profesores hacíamos un plan de trabajo. Esto lo hice hace 10 años y lo pienso volver a hacer, para evitar perder tiempo en hacer oficios y turnos. En un lunes puedo visitar 4 o 5 escuelas.

El martes es vecinal, ver físicamente el problema, los árboles, el alumbrado, los baches. Entra conmigo un tren de servicios para poda, bacheo, balizamiento, de alumbrado, desazolve y operación hidráulica. Entramos el martes y el tren de servicios se queda toda la semana. Se interviene todo en esa semana.

Dejamos la colonia lo mejor posible, pero esto no significa que ya lleguemos al proyecto de fondo, si la colonia necesita intervención mayor en drenaje, por ejemplo, o cambio completo de banquetas, lo tenemos que planear, por lo pronto entramos ya con el tren de servicios. Cada martes calculamos entrar a 2 unidades territoriales. Tengo 111 unidades territoriales, así que en un año puedo darle la vuelta a todas las unidades territoriales.

Luego viene el miércoles ciudadano, que es una bandera de los gobiernos panistas, fue instituido en Guanajuato por Medina Plascencia. Sacamos nuestras mesas y nuestras sillas, desde una servidores hasta los jefes de proyecto. Se recibe la petición directo de la ciudadanía. La vez pasada fue tan exitosa que se incorporaron INEA, PGR, Profeco.

–Además de su triunfo, ¿qué otro factor ve a su favor para aplicar el Plan de 7 días?

–Una cuestión de la que quizás nos daremos cuenta hasta que empecemos, es que cambió la composición del congreso local, ya no se tiene ese congreso holgado para la mayoría, va a tener que haber diálogo. Pueden ver lo que pasaba en el congreso anterior, en el que estuve, no importaba lo que dijéramos, si era bueno o malo, era un no rotundo, era un ‘no te tomo en cuenta y no existes’. A veces el diputado Gaviño votaba contra lo que debía apoyar sólo para que pudiera a ver discusión. Eso cambió; finalmente creo que la pluralidad ayuda a hacer mejor las cosas.

UN PLAN DE 7 DIAS PARA AZCAPO

Lunes de visita a escuela y recolección de temas a tratar.

Martes para arrancar Tren semanal de servicios en una unidad territorial.

Miércoles ciudadano, audiencias personales.

Jueves de seguridad pública.

Viernes de economía local

Sábado de unidades habitacionales

Domingo de esparcimiento, cultura y deporte.