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Síndrome de Guillain Barré, un problema muy grave

El Síndrome de Guillain-Barré es un problema de salud muy grave que afecta al sistema inmunitario encargado de las defensas del cuerpo y al sistema nervioso por error.

Neuronas, las células del cerebro
Neuronas, las células del cerebro Neuronas, las células del cerebro (La Crónica de Hoy)

El Síndrome de Guillain-Barré es un problema de salud muy grave que afecta al sistema inmunitario encargado de las defensas del cuerpo y al sistema nervioso por error. Esto lleva a que se presente inflamación de nervios que ocasiona debilidad muscular o parálisis y otros síntomas.

En un trastorno inmunitario, el sistema inmunitario del cuerpo se ataca a sí mismo por error. Se desconoce la causa exacta que lo ocasiona.

Este síndrome puede presentarse a cualquier edad y es más común en personas de ambos sexos entre los 30 y 50 años.

Puede presentarse junto con infecciones virales de los virus o bacterias, tales como:

- Influenza

- Algunas enfermedades gastrointestinales

- Neumonía por micoplasma

- El VIH, el virus que causa SIDA (muy raro)

- Herpes simple

- Mononucleosis

- Lupus eritematoso sistémico

- Enfermedad de Hodgkin

- Después de una cirugía

- Y últimamente se ha relacionado con el virus del Zika, ocasionado por el piquete del mosquito del mosquito Aedes.

El síndrome de Guillain-Barré daña partes de los nervios. Este daño a los nervios causa hormigueo, debilidad muscular y parálisis. Este síndrome a menudo afecta la cubierta del nervio (vaina de mielina). Este daño se denomina desmielinización y lleva a que las señales nerviosas se movilicen de manera más lenta. El daño a otras partes del nervio puede hacer que dicho nervio deje de trabajar.

Los síntomas de Guillain-Barré pueden empeorar de manera muy rápida. Es posible que pasen solamente algunas horas hasta que aparezcan los síntomas más graves, pero también es común que la debilidad vaya aumentando durante varios días.

La debilidad muscular o la pérdida de la función muscular (parálisis) afecta ambos lados del cuerpo. En la mayoría de los casos, comienza en las piernas y luego se disemina a los brazos, lo cual se denomina parálisis ascendente.

Si la inflamación afecta los nervios del tórax y del diafragma (el gran músculo bajo los pulmones que le ayuda a respirar) y esos músculos están débiles, se puede requerir asistencia respiratoria.

Otros signos y síntomas típicos del SGB son:

- Pérdida de reflejos tendinosos en brazos y piernas.

- Entumecimiento (pérdida leve de la sensibilidad) u hormigueo.

- Dolor o sensibilidad muscular (puede ser un dolor similar a un calambre).

- Movimiento descoordinado (no puede caminar sin ayuda).

- Hipotensión arterial o control deficiente de la presión arterial.

- Frecuencia cardíaca anormal.

- Visión borrosa y visión doble.

- Torpeza y caídas.

- Dificultad para mover los músculos de la cara.

- Contracciones musculares.

- Sentir los latidos del corazón (palpitaciones).

- Dificultad respiratoria. Ausencia temporal de la respiración.No puede respirar profundamente.

- Dificultad para deglutir (tragar).

- Babeo.

- Desmayo.

- Sentirse mareado al pararse.

Un antecedente de debilidad muscular creciente y parálisis puede ser un signo del síndrome de Guillain-Barré, especialmente si hubo una enfermedad reciente.

Un examen médico puede mostrar debilidad muscular. También puede haber problemas con la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Estas son funciones que están controladas automáticamente por el sistema nervioso. El examen también puede mostrar que los reflejos, como el reflejo aquíleo o rotuliano, han disminuido o están ausentes.

Se pueden hacer los siguientes exámenes:

Muestra de líquido cefalorraquídeo (punción raquídea)

ECG para verificar la actividad eléctrica en el corazón

Electromiografía (EMG) que evalúa la actividad eléctrica en los músculos

Prueba de la velocidad de conducción nerviosa

Pruebas de la función pulmonar

No existe cura para el síndrome del Guillain-Barré. El tratamiento está encaminado a reducir los síntomas, tratar las complicaciones y acelerar la recuperación. En las primeras etapas de la enfermedad, se puede administrar un tratamiento llamado aféresis o plasmaféresis. Este tratamiento implica eliminar o bloquear las proteínas, llamadas anticuerpos, que atacan las células nerviosas.

Otro tratamiento es la inmunoglobulina intravenosa (IgIV). Ambos tratamientos conducen a un mejoramiento más rápido y ambos son igualmente efectivos. Pero no existe ninguna ventaja para el uso de ambos tratamientos al mismo tiempo. Otros tratamientos ayudan a reducir la inflamación.

Cuando los síntomas sean graves, se necesitará tratamiento en el hospital y probablemente se suministre respiración artificial. Otros tratamientos en el hospital se centran en la prevención de complicaciones y pueden incluir:

Anticoagulantes para prevenir la formación de coágulos sanguíneos

Soporte respiratorio o un tubo de respiración y un respirador si el diafragma está débil

Analgésicos u otros medicamentos para tratar el dolor

Posicionamiento adecuado del cuerpo y una sonda de alimentación para prevenir el ahogamiento durante las comidas, en caso de que los músculos empleados para la deglución estén débiles

Fisioterapia para ayudar a mantener los músculos y las articulaciones saludables

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