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Superalimentos en el olvido

El quelite, huauzontle, chirimoya, quinoa, jengibre, amaranto y tomillo son, entre otros, alimentos que no llaman mucho la atención para agregarlos a la dieta diaria, pero protegen al cuerpo humano

Cosecha de amaranto
Cosecha de amaranto Cosecha de amaranto (La Crónica de Hoy)

Eficientes contra enfermedades y de alto valor nutricional, en México hay diversos alimentos, entre frutas, verduras y granos, que aportan grandes beneficios, pero su consumo es mínimo e incluso desdeñado.

Quelite, huauzontle, chirimoya, quinoa, jengibre, amaranto y tomillo son, entre otros, alimentos que no llaman mucho la atención para agregarlos a la dieta diaria, pero que protegen al cuerpo humano.

En un mundo donde la globalización ha permitido el intercambio de productos, muchos de ellos procesados, los  principales alimentos que consumen los mexicanos son tortilla, jitomate, huevo, refresco, leche, frijol, cebolla, papa, pollo, pasta y azúcar. 

La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de Hogares 2016 señala que de acuerdo con la clasificación a los alimentos por tipo de nutrientes, los hogares destinaron 47 por ciento de su gasto en alimentos a los productos que contienen proteínas de origen animal (carne, leche); 35.3 por ciento a los compuestos de calorías, carbohidratos y grasa; 15 por ciento a alimentos con vitaminas y minerales (frutas) y 2.6  por ciento a los de proteínas de origen vegetal.

La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural Pesca y Alimentación (Sagarpa) señala que la alimentación es clave a la hora de reforzar las defensas, consumiendo determinados productos que provean de vitaminas, minerales y antioxidantes, y así no tener que recurrir a suplementos y/o medicamentos.

Entre estos alimento están los quelites, los que a pesar de ser utilizados desde tiempos prehispánicos, en la actualidad su consumo ha disminuido considerablemente.

Esto, refiere el Servicio de Infomación Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), debido al uso y abuso de productos químicos, a la pérdida de los hábitats donde crecen, así como a modificaciones en las preferencias alimenticias generados por la migración, cambios en la ocupación y en el nivel económico.

Aunque tienen poco significado económico, tanto por la reducida superficie cosechada como por el valor de la cosecha, los quelites son una buena fuente de proteína y fibra, necesaria para un buen funcionamiento del intestino; también aportan minerales y vitaminas esenciales para una alimentación balanceada.

Otro de los casi olvidados es el huauzontle que, al igual que el maíz y el quintonil, es uno de los alimentos que forman parte de la milpa, ya casi en desuso.

El huauzontle, planta de uso prehispánico, contiene propiedades nutrimentales y medicinales derivadas de su contenido en calcio, hierro, fósforo, vitaminas A, C, E y complejo B, mismas que estimulan la memoria y contribuyen al buen funcionamiento del cerebro.

Entre los poco consumidos está el jengibre, el cual, señala el SIAP, es el antigripal de la naturaleza por sus propiedades analgésicas, antipiréticas y antibacteriales, aumentando las defensas.

El tomillo es una planta aromática que, refiere el SIAP, es un poderoso antibacteriano, calma la tos, reduce la fiebre, favorece la expulsión de moco, y “en sopa o infusión es buena compañía para las frías noches de invierno”.

También de poco consumo es la fruta chirimoya, de la que en México se producen al año unas 350 toneladas, siendo casi 200 en el estado de Morelos y 150 en Michoacán.

La chirimoya aporta principalmente agua (casi un 80 por ciento del contenido total), carbohidratos, proteína vegetal y fibra; contiene además vitaminas C, B3, B1, B2, B9 y A, minerales como potasio, calcio, magnesio, fósforo, sodio, yodo, zinc y hierro.

La chirimoya, señala el SIAP, favorece el funcionamiento óptimo del sistema nervioso central; es un remedio natural contra la retención de líquidos; actúa como protector natural contra los parásitos; funciona como ansiolítico y tranquilizante, además contiene un alcaloide que regula la segregación de químicos que ocasionan depresión.

El consumo de chirimoya proporciona sensación de saciedad, por lo que resulta un aliado excelente para bajar de peso.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), especialistas del Departamento de Investigación en Alimentos (DIA) de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la Universidad Autónoma de Coahuila estudian las propiedades nutrimentales de dos granos originarios de América: el amaranto y la quinoa.

El amaranto, señala el Conacyt, puede ser utilizado para combatir problemas de desnutrición; su contenido de proteína puede variar de 12 hasta 19 por ciento.

La quinoa o quinua, menciona el Conacyt, es propia de América del Sur, aunque en México su consumo es reciente.

Tiene un alto contenido de proteínas, entre 10 y 16 por ciento; es rico en aminoácidos azufrados y fuente importante de lisina; el balance de los aminoácidos esenciales de la proteína de la quinua es superior al trigo, cebada y soya, comparándose favorablemente con la proteína de la leche.

El Conacyt refiere que el amaranto al igual que la quinoa no tienen gluten y puede ayudar a reducir colesterol y triglicéridos, además de que es antioxidante y antiinflamatorio.

En el recién presentado Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe: sistemas alimentarios sostenibles para poner fin al hambre y la malnutrición, reporte hecho por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se hace un llamado a promover sistemas alimentarios saludables y sostenibles que liguen agricultura, alimentación, nutrición y salud. 

Para ello, señalan la FAO y la OPS, se debe fomentar la producción sostenible de alimentos frescos, seguros y nutritivos, asegurando su oferta, diversidad y el acceso a los mismos, especialmente para los sectores más vulnerables. 

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