El Tribunal Supremo brasileño anunció ayer que investigará al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva por su presunta implicación en el caso Petrobras, ya convertido en el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil.
Aparte de Lula, el alto tribunal carioca investigará a 65 personas más, que pertenecen a tres partidos distintos. Son el Partido de los Trabajadores, al que pertenece Lula, además de la destituida presidenta Dilma Rousseff, el Partido Progresista y el PMDB, al que pertenece el actual presidente, Michel Temer.
La investigación de los miembros del PMDB, además, se estructurará en dos ramas; una analizará las implicaciones en el caso de los miembros del Congreso, y otra rama la de los miembros del Senado, incluyendo a su presidente, Renan Calheiros.
La decisión llega luego de que el juez encargado del caso, Teori Zavascki, aceptara la petición del procurador general de Brasil, Rodrigo Janot, que fue quien pidió dividir la investigación para tener “mayor control y percepción de la realidad criminal” en la petrolera pública brasileña.
Presuntamente, y según la acusación, Lula habría sido uno de los líderes de la organización criminal que saqueó millones de dólares de Petrobras entre 2004 y 2014. Los acusados “se organizaron internamente, valiéndose de sus partidos y con una estructura jerarquizada, para cometer prácticas espurias”, señaló Janot en su solicitud.
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