Metrópoli

Yamil y un poderoso rastro de paletas en Campo Marte

Nunca se dejaba vacunar, pero en esta ocasión, en la era Covid, fue de los que pedían que se la aplicaran. Su entusiasmo ante el día que finalmente fue llamado a una de las sedes, lo llevó, junto a su madre, a dejar un rastro de pequeños regalos a quienes colaboran en organizar el proceso. Un pequeño regalo y una imagen imborrable

Entrega de dulces en la calle
Entrega de dulces en la calle Entrega de dulces en la calle (La Crónica de Hoy)

Entre cientos de jóvenes que avanzan por las áreas de tránsito de Campo Marte está Yamil, es un joven de casi un metro setenta, que lleva careta y luce contento por su vacunación. Va acompañado de su mamá y camina hacia la salida del Campo Marte con una bolsa de paletas en las manos. Su caminar es más lento que el de los demás. Sostenido del brazo por su mamá, se detiene ante cada uno de los servidores públicos que ayudan a ordenar el proceso de vacunación. A cada uno le ofrece una paleta.

“Hola, ¿te puede regalar una paleta”, pregunta la madre cuando Yamil ofrece la paleta. Sorprendidos, los funcionarios “¿a mí?, claro que sí. ¡Muchas gracias!”. Llevan cubrebocas, pero es fácil adivinar la sonrisa que se ha dibujado en su rostro.

A la joven que invita a tomarse la foto con la botarga Panda Pandemio, la mascota oficial de la campaña en este sitio, también le toca una paleta de regalo. Cuando Yamil se retira, la joven funcionaria mira durante unos segundos la paleta en sus manos, evidentemente está conmovida.

Yamil y mamá continúan su camino hacia la salida; ya han sido detectados por muchos de los jóvenes que se han vacunado en esta sede. Yamil y sus paletas son una imagen poderosa en esta jornada contra el covid y para la generación a la que este joven con discapacidad intelectual pertenece.

Mónica, la mamá, también está muy emocionada por lo que Yamil ha generado durante su proceso de vacunación. Comenta que el joven estaba muy emocionado por este gran día y que era la primera vez que se mostró entusiasmado por vacunarse: “Jamás se ha dejado vacunar y esta vacuna era algo que él pedía”.

Para Yamil fue muy divertido el proceso además hubo servidores que al recibir su paleta, agradeciendo el detalle, le pidieron una foto. Todo fue muy rápido, siempre de la mano de su madre con las paletas listas para entregar a quienes daban orientación, a quienes llenaron su registro y a quienes lo vacunaron, Yamil llevo 2 bolsas de paletas, sumando un total de 80 paletas. El rastro de paletas fue el reconocimiento que entregó para motivar “a todas las personas que hacen posible esta gran labor”.

Cuando Yamir llega a la salida, la bolsa de paletas está prácticamente vacía, sólo le quedaron 5. Yamil logró su objetivo, agradecer la vacuna a quienes se están esforzando cada día en las distintas sedes, además de dejar una imagen que dice mucho más que un simple 'gracias'.

Copyright © 2021 La Crónica de Hoy .

Lo más relevante en México