Opinión

Un oscuro mensaje

Asesinato Secretaria Particular Clara Brugada (Galo Cañas Rodríguez)

Hacia las 7:40 de la mañana, apenas unos minutos después de haber comenzado la conferencia matutina y mientras la secretaria de Gobernación informaba sobre los resultados de algunas estrategias para promover la paz en el país, la presidenta Claudia Sheinbaum recibía la noticia, aún no verificada, de la ejecución de Ximena Guzmán y José Muñoz, secretaria particular y asesor de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. De acuerdo con información periodística, los hechos se suscitaron en Calzada de Tlalpan poco después de las 7:10 de la mañana. A las 8:25 de la mañana, la cuenta en X de Clara Brugada, confirmó mediante una tarjeta informativa el asesinato de sus dos colaboradores a partir de lo que señaló como una “agresión directa”. Seis minutos más tarde, la presidenta informó a los medios nacionales lo sucedido.

Durante las horas siguientes, las redes sociales dieron cuenta de un video en el que se puede observar el momento en el que una persona se coloca frente al auto de Ximena Guzmán y en distintas ocasiones dispara al parabrisas, para posteriormente hacerlo en la ventana del conductor. Quizá un segundo después, esa misma persona dispara en contra de otra que al parecer alcanzó a salir del vehículo que en ese instante avanzaba sin control y con la velocidad inercial de cuando se deja de pisar el freno. El sujeto que disparó corre en sentido contrario a la circulación para abordar una motocicleta y huir. Las imágenes que algunos medios empezaron a compartir dieron cuenta de 4 disparos en el parabrisas y otros tantos en la ventana lateral.

La relatoría de los hechos es relevante por lo que implica la premeditación, frialdad y determinación con la que se realizó el ataque. No fue un robo ni la agresión resultó de un conflicto vial. Tampoco fue algo improvisado y, en apariencia y de acuerdo a expertos que ya se han pronunciado, quien cometió el asesinato de estos dos servidores públicos capitalinos era un profesional, si es que esta categoría puede ser asignada a un criminal. La relatoría de los hechos importa, también, por lo que un asesinato de esta naturaleza puede tener como trasfondo y significado. Alguien o algunos atentaron en contra de dos de las personas más cercanas a Clara Brugada. Alguien o algunos decidieron matar a quien ocupaba la oficina contigua a la de la Jefa de Gobierno, aquella a la que solo una puerta la separa de la política capitalina más poderosa, y a su principal asesor.

Hace poco menos de cinco años un grupo de cerca de 30 sicarios del Cartel Jalisco Nueva Generación atentó contra Omar García Harfuch, entonces secretario de Seguridad Ciudadana del gobierno de la Ciudad de México. Por la relevancia del personaje, así como por la magnitud de la agresión – fueron utilizadas armas entre las que destacan fusiles Barrett calibre .50 y lanzagranadas – se trató de un hecho sin precedentes En aquella ocasión, sin embargo, se trató de un atentado en contra del principal responsable de la seguridad y el combate a la delincuencia de la capital. Hoy, en cambio, una sola persona con una pistola escondida en la cintura, mató a dos colaboradores que nada tenían que ver con funciones que los pudieran vincular con acciones emprendidas en contra de la delincuencia.

El hecho es lamentable como lo es cualquier asesinato sin importar a qué se hayan dedicado las víctimas. Las vidas humanas pesan lo mismo con independencia de la profesión, el nombramiento o el grado de influencia. Sin embargo, su cercanía tan estrecha con la Jefa de Gobierno hace que el atentado adquiera una relevancia distinta. Sin en lo más mínimo pretender anticipar el motivo del doble asesinato o especular sobre posibles sospechosos, resulta imposible no encontrar posibles razones políticas que buscan, además de minar el ánimo de la Clara Brugada, mandar un oscuro mensaje o advertencia a la Jefa de Gobierno. La ejecución de Ximena Guzmán y José Muñoz lleva tras de sí la intención de golpear al gobierno capitalino y a su titular. Por el bien de la administración de Brugada, por la estabilidad de la Ciudad de México y por el más mínimo sentido de justicia para Ximena y José – lo mismo que para cualquier víctima en cualquier crimen – es fundamental pronto conocer los quiénes y los porqués de este muy lamentable hecho. Mi solidaridad con familiares, amigos y compañeros de las víctimas.

Profesor y titular de la DGACO, UNAM

Twitter: @JoaquinNarro

Correo electrónico: joaquin.narro@gmail.com

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