Qué miedo siento en estos tiempos en que los seres humanos, mi especie… supuestamente racional… está manifestando ha nivel global comportamientos tan violentos unos y tan contrastantes otros hacia los animales no humanos -particularmente hacia cerdos, equinos y perros- que me siento sumamente incómoda por cuanto, por ejemplo, sobre los últimos hay quienes los están humanizando a grado tal que les arrebatan el enorme valor de su esencia purísima y maravillosa, pero también hay quienes los están haciendo blanco de sus odios engendrados y frustraciones, lesionándolos a placer y hasta quitándoles la vida de formas perversamente indescriptibles y cínicas, claro, ante la impunidad total sobre sus acciones. Ambas condiciones me preocupan y ocupan porque todos los extremos se tocan y por lo tanto pueden llegar a revertirse y no visualizo que vaya a ser para bien de las criaturas, que siempre salen perdiendo… hasta cuando ganan. ¡Ojo con ello!

Hoy es justo el Día Mundial del Medio Ambiente, por lo que quise traer a colación el CASO URSUS que mucha gente recordará al haberse viralizado en las redes sociales desde principios del mes de octubre del 2022, cuando ese osezno fue capturado por una lente arrastrándose con toda energía para tratar de reencontrase con su familia, más sin poder lograrlo al haber sido baleado por un cobarde que le fregó la columna vertebral dejándolo paralizado del tren posterior y, siendo así, quedando a merced de quien asumiera como propia su lucha por sobrevivir allá en el municipio de Santiago, Nuevo León, donde sus extremidades terminaron por ser destruidas entre los empedrados construidos para comodidad de los humanitos en lo que es y siempre será “territorio oso”. Pese al esfuerzo que URSUS emprendió para salir adelante y a las ganas de vivir que ampliamente demostró, de haber quedado su futuro en manos oficiales no dudo ni tantito que la decisión -tanto del gobierno como de la Universidad Autónoma de Nuevo León a donde en principio fue conducido tras ser rescatado- hubiera sido su eutanasia, partiendo de que su tratamiento les hubiera representado recursos de los que no disponían (ni disponen), peeeero, no fue razón suficiente para que Fundación Invictus-Érika Ortigoza y su magnífico equipo de base y especialistas colaboradores pro bono, más los voluntarios, se decidiera por entrarle de lleno al caso con toda su capacidad y pasión y por lo que de haber recibido un cachorrito adolorido, desubicado, desolado y con apenas 13 kilos de peso, hoy nos presenten a un paciente glotón, animoso y de carácter, con 140 kilos de peso, que será sometido a una cirugía determinante… de-ter-mi-nan-te… el próximo sábado 7 de junio a partir de las 8 de la mañana, motivo por el cual ruego encarecidamente a todo el que me quiera acompasar que para ese día emita una oración por el animalito y por el equipo médico que irá a por todo hacia la movilidad de esas patitas, dentro de una recuperación que les ha llevado ya cerca de tres años con harta colaboración del paciente, tiempo, trabajo y dedicación por parte de la Fundación referida que ha debido mover cielo, mar y tierra para conseguir los recursos necesarios que, por cierto, ya rebasan el millón de pesos que moralmente debieron ser aportados por el gobernador Samuel García, que tan ricote como es en lo personal y por gobierno, pudo proporcionarlos y se hizo el loco a pesar de que el hecho sucedió en la región que supuestamente gobierna y donde no se han cansado de invadir el hábitat del oso negro para construir viviendas y senderitos. Entonces, lo menos que se espera ahora es que Nuevo León haga una campaña de contribución general a favor de Invictus, a ver si de casualidad apoya quien le dio el maldito tiro al pequeño, aunque sea para tapar su conciencia. Por cierto… la querida Zuemy (Zu) Roldán (@SoyTuVoz0) abrió otro valiente espacio, ahora denominado EL RUGIDO DEL SILENCIO y a manera de podcast, que podremos escuchar puntualmente cada miércoles abordando denuncias y casos sobre nuestros compañeros de Planeta, asunto que además hoy comparto especialmente porque aparte de ser educativamente obligado escucharla, precisamente ayer subió el que a palabra de Erika Ortigoza nos recuerda la dramática historia de URSUS. No se lo pierdan. En lo personal me hirvió la sangre. Pido asimismo que además de orar porque la cirugía resulte en bien del chamaco, asistamos económicamente… con lo que esté al alcance de cada quien… para apoyar un esfuerzo del que a nivel mundial no se sabe de otro igual. Lo mismo ayudará un peso que varios miles: Santander clabe 014312655067330114 a nombre de Acciones del Corazón Invictus, S. A. …¿Me leíste inútil?... porque URSUS lleva desde octubre del 2022 recibiendo atención especial 24/7, nutrición exclusiva, terapias pulmonares y para recuperación de su movilidad, estudios tomográficos y de laboratorio, más cuidados específicos sobre el estrabismo que presentó en un ojito. En fin, todo un protocolo de medicina integral regenerativa y por lo que deseo con toda el alma que la cirugía sea un éxito, con la ilusión añadida de que tan grande bendición de vida que ha sido ese osito resulte en que muy pronto sepamos que abandona la hospitalización para ir con rumbo a The Wild Animal Sanctuary de Colorado, EE. UU.
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