Opinión

Ciudad Negra

En pleno 2025, en una ciudad que presume diversidad, apertura y modernidad, aún hay quienes se sienten con el derecho de humillar a otros por su color de piel. El reciente caso de Ximena Pichel, conocida ya como “Lady Racista”, es un recordatorio brutal de que el racismo sigue muy vivo en la capital mexicana, disfrazado muchas veces de clasismo, de “estatus” o de simple prepotencia.

El video viral que muestra a esta mujer insultando a un agente de tránsito en la colonia Condesa -con frases que prefiero no repetir- desató una ola de indignación, pero también dejó al descubierto una realidad incómoda: la discriminación por color de piel y condición social no es un hecho aislado. Es cotidiano. Es estructural.

La reacción del gobierno de la Ciudad de México fue clara y contundente. La jefa de Gobierno, Clara Brugada, advirtió que el racismo no quedará impune. Se dará seguimiento al caso, y además anunció una campaña institucional, encabezada por el activista Mardonio Carballo, llamada “Doble R: Racismo y Resistencia”. Bien por visibilizar el problema. Bien por no dejarlo pasar. Pero ojalá no se quede solo en eso: visibilidad sin transformación es solo espectáculo.

Clara Brugada

Desde el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (COPRED), también se inició un procedimiento formal, y su titular, Geraldine González de la Vega, fue clara al denunciar que estos actos reproducen prejuicios profundamente arraigados que deshumanizan a miles de personas todos los días. Lo que Ximena hizo no fue un exabrupto; fue una expresión nítida de un sistema que jerarquiza a las personas por su piel, por su acento, por su apellido.

La senadora Cynthia López Castro, por su parte, propuso reformar la Ley de Migración y la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación para que se pueda cancelar la visa o residencia a extranjeros que cometan actos de discriminación en nuestro país. El mensaje es claro: “A los mexicanos se les respeta, y mucho más en territorio nacional”. La iniciativa puede ser polémica, pero abre un debate necesario: ¿cómo garantizamos que los derechos y la dignidad de las personas sean respetados por todos, nacionales o extranjeros?

Porque la realidad es que este problema no lo resolverá una disculpa forzada ni una campaña institucional si seguimos normalizando que en las oficinas se le hable distinto al de piel más oscura, que en los restaurantes se atienda mejor al que “parece extranjero”, o que en los medios se perpetúe la imagen de que lo exitoso es lo blanco y lo indígena es lo marginal.

Según la Encuesta sobre Discriminación de la Ciudad de México 2021, más del 25% de los capitalinos ha sido discriminado, principalmente por su apariencia, forma de vestir o color de piel. Y la percepción general es clara: quienes más sufren discriminación en esta ciudad son las personas de piel morena e indígenas. Es decir: la mayoría.

Y lo más grave es que, en menos de un año, seremos sede del Mundial 2026. Recibiremos visitantes de todos los colores, culturas, lenguas y religiones. ¿Estamos listos para ser una ciudad anfitriona de talla mundial si no hemos podido ser hospitalarios ni siquiera con los nuestros?

La CDMX no puede seguir presumiendo diversidad mientras permite el racismo. El caso de Lady Racista debe ser un punto de inflexión, no una anécdota más que se olvida con la siguiente tendencia viral. Porque si no enfrentamos este problema de raíz, lo único que estaremos exportando en 2026 será nuestra hipocresía.

Por cierto:

1. ÓRLAE. Alejandro Calvillo asegura ser víctima de ataques anónimos, pero la columna que publiqué hace unas semanas —Las sombras detrás del nuevo representante de México en la OMS— está firmada con nombre y apellido. Al menos en mi caso, no fue un ataque: fue una columna, con datos y argumentos. No pertenezco a ninguna corporación; soy periodista, tengo fuentes, información y convicciones. Creo en las libertades individuales y en el derecho a decidir, no en etiquetados impuestos ni en narrativas que subestiman a la ciudadanía.

Vivo la noticia, para contarle la historia

@juanmapregunta

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