
Una publicación reciente del consorcio sobre riesgo cardiovascular global en el New England Journal of Medicine (DOI: 10.1056/NEJMoa2415879) muestra datos interesantes sobre los factores de riesgo para eventos cardiovasculares (ECV) y la muerte. Nos recuerda que una cosa es saber algo y la otra es utilizar el conocimiento para resolverlo.
Se trata de un estudio que analizó el riesgo de enfermedad y muerte cardiovascular antes de los 90 años en 2,078,948 participantes, de 133 cohortes diferentes, originadas en 39 países y seis continentes. El objetivo fue analizar el efecto de factores de riesgo juntos y el de eliminar cada uno sobre el desarrollo de un ECV (infarto de miocardio, angina de pecho, revascularización coronaria o hemorragia/infarto cerebral). Los factores de riesgo incluidos fueron cinco que son modificables: hipertensión arterial, hiperlipidemia, sobrepeso/obesidad, diabetes y tabaquismo. Varias fueron las observaciones que vale la pena que el lector conozca.
Primero, si a la edad de 50 años no se tiene ninguno de estos factores, el riesgo de ECV antes de los 90 años es de 13 % en mujeres y 21 % en hombres y el de muerte es de 53 y 68 %, respectivamente. Esto quiere decir que aun sin estos factores existe un riesgo considerable para el desarrollo de ECV que probablemente se debe a la combinación de otros riesgos menos considerados y algunos no modificables, como predisposición genética, medio ambiente adverso para la salud o acceso inadecuado a programas que promueven la salud.
Segundo, los factores analizados, sin embargo, son muy importantes porque en aquellos que tenían los cinco, el riesgo de ECV aumentó a 24 % en mujeres y 38 % en hombres, mientras que el de muerte se incrementó a 88 % y 94 %, respectivamente. Es decir, con los cinco factores a los 50 años, la probabilidad de llegar a los 90 años es muy baja.
Tercero, los sujetos sin factores de riesgo tienen 13.3 (mujeres) y 10.6 (hombres) más años libres de ECV y viven 14.5 y 11.8 más años, respectivamente, que los que tienen los cinco factores de riesgo. Cuando se analizó tener cuatro factores, es decir, no considerando uno a la vez, se vio que los dos que más peso tienen en la reducción de años libres de ECV o de muertes fueron la diabetes (4.5 años) y el tabaquismo (5 años).
Cuarto y quizá el resultado más importante. Se analizó a quienes tenían los cinco factores entre los 50 a 55 años, pero que entre los 55 a 60 corrigieron uno de ellos. El resultado mostró que el factor individual con más efecto en agregar años adicionales sin ECV fue la hipertensión, mientras que la modificación del tabaquismo fue la que aumentó más años libres de muerte. Por supuesto, mientras más factores fueron controlados, mejor.
El artículo que comento confirma lo que ya sabíamos, pero lo quise traer a este espacio para llamar la atención de que, a pesar de que sabemos esto desde hace décadas, que podemos identificar fácilmente estos factores de riesgo (con un manómetro, una báscula y estudios simples de laboratorio) y que tenemos un arsenal de posibilidades para prevenirlos y tratarlos, hemos fracasado en buena medida en corregirlos. El lector probablemente tenga uno o más de estos factores y quizá no hace mucho por eliminarlos o bien, probablemente ni siquiera se ha hecho un análisis médico para detectarlos (excepto el tabaquismo que es evidente sin acudir al médico). La mayor parte de las personas a las que les he preguntado cuantos años quieren vivir contestan más de 80, quizá 90. Para aumentar la probabilidad de llegar ahí, hay que eliminar los factores de riesgo que se discuten en este editorial.
Dr. Gerardo Gamba
Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e
Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM