
La violenta marcha contra del Campo Militar de Lomas de Sotelo con pretexto de las insuficientes investigaciones del asesinato masivo de Iguala hace once años --sin consecuencias punibles para muchos de los autores materiales--, no es ni con mucho la peor humillación sufrida por el Ejército Nacional durante la IV-T. Su dignidad institucional ha sido hecha a un lado en favor de la propaganda del régimen transformador.
Bajo la elusiva justificación de rechazar la represión, los militares sufren resignados y silenciosos los ataques a sus instalaciones, la muerte de sus elementos, la befa y el escarnio de los herederos de la violencia guerrillera o los promotores de la industria lacrimógena por los asesinados. Y deben hacerlo sin chistar. Para eso los generales de confianza (como algunos almirantes) han recibido encomiendas civiles en áreas donde el dinero fácil corre a raudales.
Todo eso después de la amenaza de la extinción institucional de esa rama de las Fuerzas Armadas, tal amagó el profeta 4-T en 2019.
Los militares han sido víctimas de secuestros, retenciones, sometimiento, devolución del armamento confiscado en diversos operativos y también ataques impunes a sus cuarteles. De la Infantería o la Guardia Nacional. Es lo mismo. El pueblo uniformado tornó por obediencia y lealtad (extrema) al pueblo resignado. Estos son algunos ejemplos:
“Mayo 24, 2024.- La Fiscalía General de la República en Guanajuato registró una agresión con dos artefactos explosivos en la base de la Guardia Nacional, en Celaya. En el ataque resultó herido un elemento y su estado de salud es estable... (sept 25=., Al menos un elemento militar murió y otros dos fueron heridos luego de que criminales atacaran una base militar en el municipio de Apatzingán, Michoacán... el hecho se registró alrededor de las 21:00 horas de ayer (27) en la localidad de Loma de los Hoyos, donde los agresores atacaron una Base de Operaciones Interinstitucional...
“...Un helicóptero artillado repelió la agresión, mientras que el soldado asesinado y los lesionados fueron trasladados vía aérea a un hospital de Irapuato, Guanajuato, según lo reportado... (25 sept.25) Tras concluir su mitin, algunos normalistas lanzaron petardos y utilizaron un camión de mudanzas, para romper la reja de la entrada principal...
“...Elementos de la SSC, con extintores, controlaron las llamas de la unidad... La acción duró unos 20 minutos. La unidad, fue secuestrada por los normalistas para usarla contra la reja. Hasta el momento no se reportan personas lesionadas (ni detenidas)”.
En fin, la lista es larga y seguirá creciendo.
Pero quizá la humillación mayor –junto con el monumento actual a los asaltantes del cuartel de Madera, Chihuahua--, fue en junio de hace tres años. Con una fotografía de Micaela Cabañas en brazos de Andrés López, ambos en el Campo Militar con cara de dolida circunstancia. La prensa publicó esta información:
“... Tuvieron que pasar décadas de exigencias y luchas, pero por fin se les abrieron las puertas del Campo Militar # Uno, emblema de la represión y las desapariciones cometidas durante la guerra sucia. Ante la jerarquía castrense, Micaela lanzó casi una elegía a su padre, Lucio Cabañas, narró su última batalla y exigió: Aquí, en este lugar donde muchos desaparecieron, quiero justicia para el asesinato de mi padre”.
¿Asesinato a un combatiente armado cuya elección guevarista fue desafiar con el fusil de asalto en la mano a un Ejército regular?
Obviamente nadie repara en los asesinatos de la guerrilla durante la “Guerra Sucia”. Todos estaban sucios. Admiraban al Che y como él murieron.
También hubo ocasión, para matizar el desprecio. El general Crescencio Sandoval les dijo a los activistas: “con orgullo les expreso que el propio mandatario autorizó inscribir los nombres de militares fallecidos con motivo de los hechos del pasado en el Monumento a los Caídos de las Fuerzas Armadas (…)”.
MAIZ
Sin maíz no hay país. ¿Entonces tenemos país porque importamos maíz?
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