Opinión

Años sin hacer nada...

Clara Brugada, jefa de Gobierno de la CDMX

Clara Brugada, con una excelsa trampa a la ley, llegó a la jefatura delegacional de Iztapalapa en 2009, cuando Marcelo Ebrard destituyó a “Juanito” (Acosta) y por órdenes de Andrés López la designó a ella con aquiescencia de la Asamblea Legislativa de entonces.

Permaneció ahí hasta 2012. Fue nuevamente responsable de la delegación entre 2018 a 2021 ya como alcaldesa. Ahí logró la reelección de 2021 a 2023. Además diputada federal 97-00 y constituyente de la CDMX.

Andrés López la designó candidata a la jefatura de Gobierno (otra trampeada) a pesar de haber sido derrotada en las encuestas por Omar García Harfusch.

Si uno suma sus años como administradora en Iztapalapa (la delegación y ahora alcaldía con más presupuesto en la capital, sirva para lo que sirva), donde ninguno de los graves problemas se ha resuelto, más la experiencia legislativa, indudablemente deben suponerse conocimientos profundos sobre la ciudad ahora bajo su dominio político y administrativo. Sea como sea Clara Brugada gobierna una de las más grandes concentraciones humanas del mundo.

Pero al parecer el mundo, como dijo Ciro Alegría, le es “ancho y ajeno”. Su capacidad no está al servicio de la ciudad sino del “movimiento”.

El pasado fin de semana las aguas diluviales del valle se concentraron de manera significativa en el oriente de la urbe. Llovió como para hundir el arca de Noé. Obviamente las barriadas y poblachos de esa zona se volvieron lagos de agua sucia. Como siempre, como hace uno y dos y muchos años más. Antes y después de Clarita. Tal y como ocurría cuando la ciudad la gobernaban los presidentes priistas o los izquierdistas elegidos. Pero de Cuauhtémoc Cárdenas para acá, ya habrían podido hacer algo. Y no hicieron nada finalmente significativo, correctivo y preventivo.

Tampoco cuando Claudia Sheinbaum (hoy orgullosa primera presidenta con A), fue jefa de Gobierno. Nada más patearon el bote. En este caso el bote salvavidas. Anegados, inundados ensopados en agua con detritus... ¡Ah!, la nostalgia del Detritus Federal.

Por eso estas declaraciones del lunes pasado de la jefa de Gobierno no sólo son cínicas sino inadmisibles.

“Tenemos muy claro el conjunto de obras para estar mitigando las inundaciones; obras que tienen que ver con sustituir redes de drenaje o construir colectores que den salida u obras mayores que se tendrán que hacer con el Estado de México y con apoyo del gobierno federal para canalizar aguas a lugares donde puedan tener el desfogue adecuado”.

Resulta maravilloso: casi una década tardó en decir lo anterior. ¿Y antes? Sin hizo algo, evidentemente no resultó. Y en este cargo ya lleva un año, aunque la presidenta la ayude y se ayude diciendo, ahora los gobiernos de izquierda también son responsables de las inundaciones en España.

No, de esas no. Tampoco de las de Texas. Nada más de las locales por falta de obras hidráulicas postergadas, jamás imaginadas o simplemente ignoradas. Y lo peor... no las van a hacer.

Iztapalapa se seguirá inundando... y ellos ganando elecciones por la dispersión de dinero.

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