Opinión

Reforma Electoral: El INE que México necesita

Cuartoscuro

Opinión — En un país que busca consolidar su democracia, el Instituto Nacional Electoral (INE) volvió a colocarse bajo la lupa internacional tras organizar una elección inédita: por primera vez, México decidió elegir directamente a ministras, ministros, juezas, jueces, magistradas y magistrados del Poder Judicial de la Federación, todo esto en concurrencia con las elecciones locales de 19 estados que de la misma manera renovaron su poder judicial, fué una jornada histórica, compleja y por cierto, estuvo vigilada por el mundo.

A pesar de los retos, de los tiempos ajustados, de las nuevas reglas y de un presupuesto limitado, el INE superó con éxito la prueba. Los informes de observadores internacionales coincidieron en un punto: el árbitro electoral mexicano conserva su capacidad técnica y su credibilidad, pero es una realidad innegable que urge modernizarlo para enfrentar a los desafíos digitales y de participación de mira a los próximos comicios electorales.

Una elección inédita bajo la mirada global

El 1º de junio de 2025 marcó un hito. Por primera vez, la ciudadanía participó en una elección judicial de gran escala, con la creación de 60 distritos judicialesy la capacitación de más de 776 mil funcionarios de casilla. La operación logística fue monumental, pero el verdadero desafío estuvo en la participación: solo el 13% del electorado acudió a las urnas.

El informe de IFES (Fundación Internacional para Sistemas Electorales)aplaudió la eficiencia técnica del INE, pero advirtió que el bajo interés ciudadano requiere una estrategia más robusta de comunicación y educación cívica.

Por su parte, la UNIORE (Unión Interamericana de Organismos Electorales)calificó el proceso como “único en el mundo” por su complejidad y gran escala, aunque señaló dos riesgos que deben regularse: los llamados “acordeones” —listas que inducen el voto— y el flujo de dinero no rastreado en redes sociales.

La IDEA Internacional, que por su siglas es una organización intergubernamental que apoya la democracia en todo el mundo, reconoció púbicamente la total transparencia del proceso judicial en México, pero llamó a reforzar el combate a la desinformación digital y a incorporar políticas efectivas para la igualdad de género y la erradicación de la violencia política en razón de género.

Finalmente, el jurista Jaime Cárdenas (UNAM)celebró la logística electoral y la actuación del Tribunal Electoral, aunque planteó la necesidad de simplificar las boletasy seleccionar candidatos por méritos y por trayectoria, los cuáles son principios que podrían abonar a la reforma en marcha.

El mensaje de todos es muy claro y directo: el INE logró conducir con éxito una elección sin precedentes, pero la reforma electoraldebe ser una oportunidad para elevar la participación, fortalecer la equidad y enfrentar los retos digitalesdel nuevo ecosistema político.

En una audiencia pública desarrollada en Hermosillo, Sonora, la consejera presidenta del consejo general del INE, Guadalupe Taddei Zavalaha insistido en un principio sólido, modernizar no significa debilitar, sino fortalecer la democracia, y ha delineado tres ejes fundamentales.

  1. Transparencia total. Datos abiertos, padrones verificables y resultados en formatos claros y auditables por cualquier ciudadano.
  2. Lecciones prácticas. Convertir las innovaciones exitosas —como los distritos judiciales y la capacitación masiva— en políticas permanentes.
  3. Control digital inteligente. Supervisar los flujos de dinero y los mensajes políticos en redes, no con censura, sino con trazabilidad y sanciones claras.

En su visión, la reforma debe garantizar un INE más eficiente, más tecnológico y más transparente, sin sacrificar autonomía ni confianza pública. “El reto no es hacer más pequeño al INE, sino hacerlo más fuerte”, ha dicho.

Los desafíos del nuevo diseño electoral

Los observadores internacionales y las autoridades electorales coinciden en que el futuro de la reforma debe concentrarse en tres grandes frentes:

  • Aumentar la participación ciudadana. La elección judicial mostró que la apatía es uno de los principales enemigos de la democracia mexicana.
  • Simplificar y educar. Boletas comprensibles, procesos ágiles y campañas pedagógicas que acerquen el voto a la gente.
  • Regular el espacio digital. Plataformas y algoritmos pueden alterar la equidad electoral si no se someten a reglas claras de transparencia y fiscalización.

En suma, la próxima reforma no solo deberá revisar leyes, sino repensar la relación entre ciudadanía, tecnología y democracia.

El aval internacional como brújula

Que organismos globales reconozcan la capacidad del INE no es un gesto protocolario: es un respaldo al modelo mexicano de organización electoral, que sigue siendo referente en América Latina.

Pero ese aval implica también responsabilidad: mantener la autonomía institucional, ampliar la cultura democrática y aprovechar la tecnología sin caer en el riesgo de politización. El mundo observa a México no solo por sus elecciones, sino por cómo moderniza su árbitro.

Conclusión: un INE para todos

La elección judicial de 2025 fue una prueba superada, pero también una llamada de atención. México tiene la oportunidad de rediseñar su sistema electoral desde la experiencia y no desde la improvisación.

Si la reforma logra combinar transparencia, tecnología y participación, el INE no solo saldrá fortalecido, sino que volverá a colocarse como uno de los organismos electorales más confiables del mundo democrático.

La pregunta que queda en el aire a propósito de las audiencias públicas para la reforma electoral, es inevitable:

¿Estamos listos, como ciudadanía y como Estado, para construir juntos el INE que demanda el México del futuro?

La Crónica de Hoy 2025

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