
La inauguración de Expo Transporte ANPACT 2025 en Guadalajara llegó envuelta en discursos de unidad, visión de futuro y una narrativa de resiliencia industrial. Sin embargo, detrás del entusiasmo por los 660 expositores de 36 países y las más de 100 conferencias que presume el evento, la realidad económica del sector de vehículos pesados muestra un panorama mucho más complejo.
Las cifras oficiales de ANPACT correspondientes a octubre no dejan espacio para interpretaciones optimistas. La comercialización al mayoreo cayó 61%, pasando de 6,675 unidades a solo 2,603; la producción retrocedió 58.8%, y las exportaciones se desplomaron 55.3% respecto al mismo mes del año anterior. En el acumulado de enero a octubre, la contracción alcanza el 53% en ventas y casi 37% en producción. Estos números son, en sí mismos, un llamado de alerta.
Frente a este panorama, la Expo Transporte se presentó como “motor de reactivación”, un mensaje necesario, pero que no puede ignorar la profundidad de la crisis. Los discursos inaugurales insistieron en la necesidad de renovar la flota, profesionalizar el transporte y acelerar la transición hacia tecnologías limpias. Sin embargo, el desafío inmediato es otro: la demanda interna está debilitada y los efectos de la desaceleración estadounidense, más el 25% de aranceles del Presidente DonaldTrump han golpeado directamente la exportación, el verdadero pilar de esta industria.
La industria de vehículos pesados es líder global en exportación de tractocamiones y uno de los principales sectores manufactureros del país, pero su resiliencia enfrenta límites cuando los mercados se contraen simultáneamente. La Expo Transporte puede ser una plataforma de diálogo, innovación y acuerdos, pero el problema estructural persiste: no hay suficientes incentivos financieros, fiscales ni regulatorios que permitan a las empresas renovar unidades o invertir en tecnologías de bajas emisiones al ritmo necesario.
En términos de rendimiento, la industria muestra su capacidad de organización y visión de futuro; en términos de riesgo, enfrenta su mayor ajuste en una década.En el contraste entre los números y la narrativa radica el principal dilema de 2025: mucho ánimo en los pasillos, poca tracción en las cifras.
MERCADO.- La oferta pública inicial de ESENTIA Energy Systems, por hasta 610 millones de dólares, marca uno de los movimientos más relevantes del sector energético mexicano en 2025. La apertura de 224 millones de acciones —divididas entre mercado internacional y Bolsa Mexicana de Valores— refuerza la estrategia de expansión en infraestructura de gas natural. El reto para la empresa será demostrar capacidad de retorno en un entorno de transición energética y volatilidad regulatoria. La OPI envía una señal de confianza, pero también expone a la compañía a mayores exigencias de transparencia.
COMPROMISO.-El acuerdo firmado por México y Brasil en la COP30 para alcanzar 100% de ventas de camiones y autobuses de cero emisiones en 2040 redefine el futuro del transporte pesado. El compromiso abre la puerta a inversiones, innovación y cadenas de suministro más limpias, pero también obliga a replantear infraestructura, costos operativos y políticas públicas. La electrificación del transporte de carga será un desafío financiero y técnico, pero puede convertir a México en un polo regional de manufactura verde y tecnología avanzada. El tiempo para ajustar regulaciones e incentivos será determinante.