
La importante labor que están impulsando los directores del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Luis Antonio Ramírez Pineda, y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, se puede ver empañada por acciones ilegales que un grupo de trabajadores sindicalizados, que se encuentran enquistados desde anteriores administraciones, llevan a cabo en perjuicio de los derechohabientes.
Durante los últimos tres años, los sistemas de velatorios han reducido su capacidad de servicio a los usuarios. Problemas como la falta de ataúdes y urnas, así como equipos de seguridad, gasolina para las carrozas, y lo indispensable para operar los equipos de cremación, han sido algunas de las anomalías que se han presentado en los últimos tres años, afectando a miles de derechohabientes. Estas carencias se presentan principalmente en los velatorios del ISSSTE en Solidaridad, ubicado en la colonia San Rafael, y en los de Tlalpan, de la CDMX. Esta situación se agravó durante la pandemia por el aumento en la demanda de los servicio de cremación.
Ante una realidad tan crítica, Rosa María Hernández Merino, Jefa de Servicios Sociales y Recreativos del ISSSTE, contraviniendo los reglamentos que norman las actividades del día a día, ha permitido que los servicios sean desviados por los propios trabajadores de los velatorios, que son parte del sindicato, a funerarias privadas que ellos mismos han creado, en perjuicio de los usuarios y del instituto. Hernández Merino canceló ilegalmente los contratos con los proveedores que prestaban el servicio, para dar paso a este esquema, en donde no se realiza ningún procedimiento de licitación y no existe contrato alguno.
En el caso de los velatorios del IMSS, el problema es similar, desde hace más de dos años no cuentan con ataúdes ni urnas y los procesos de adquisición y suministro de diversos insumos se han estado haciendo de manera directa sin la más mínima transparencia y desde luego sin licitación de por medio. Incluso, contraviniendo la instrucción del Presidente López Obrador, en cuanto a la extinción de todos los fideicomisos, los procesos de compra de los sistemas de velatorios siguen operando mediante el Fideicomiso de Beneficios Sociales (FIBESO), que es administrado por Banco del Bajío, en completa opacidad.
Otro hecho grave que se ha presentado tanto en velatorios del ISSSTE como del IMSS es el relativo al reúso de los ataúdes de cremación para revenderlos, sin importar todos los riesgos sanitarios que eso implica.
Líderes del sindicato de los dos institutos participan en este tipo de acciones ilegales, en las que se mueven importantes sumas de dinero público, que afectan directamente a las finanzas e imagen de estos dos organismos, cuya labor es esencial para la estabilidad social del país.
En la situación económica actual, generada por la pandemia de Covid-19, el que una empresa tenga liquidez resulta fundamental para lograr su viabilidad. Según la encuesta “Esperanza de vida de los negocios en México”, realizada por el INEGI que dirige Julio Santaella, en 2020 el 87 por ciento de las empresas fueron afectadas por el confinamiento. Se calcula que más de 1 millón de micro, pequeñas y medianas empresas tuvieron que cerrar. Para que una empresa logre tener liquidez, por lo general recurre al financiamiento, para lo cual pueden hacerlo directamente con una institución bancaria o bien, recurrir a expertos que las perfilen adecuadamente para que su crédito se ajuste a sus capacidades de pago y logren obtener la mejor tasa de interés posible. Para cumplir con este propósito existen intermediarios expertos en colocación de créditos, uno de ellos es JAS Financial Solutions, que lleva más de 25 años gestionando financiamiento en óptimas condiciones para sus clientes. Tan solo en 2020 logró colocar 340 millones de dólares para financiar proyectos en diversos sectores como el de la construcción, tecnología, energía, agroindustria, manufactura y minería.
Según datos proporcionados por la Secretaría del Trabajo de María Luisa Alcalde, hasta el mes pasado se estimaba que 2.8 millones de personas dejaron de estar contratados bajo el esquema de outsourcing, para ser contratados directamente por sus empleadores. Sin embargo, todo parece indicar que gran parte de los trabajadores que dejaron esta figura no fueron contratados de nueva cuenta, lo que afectó el nivel de la actividad económica. Es posible que el acomodo de los trabajadores bajo los nuevos esquemas sea de manera gradual, y que en los próximos meses podamos ver un alza en la generación de empleos formales, pero por lo pronto esto ya generó una serie de revisiones a la baja en los pronósticos de crecimiento para este año.
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