Opinión

Ni avaricia ni indolencia

Un canto de Esperanza

Uno de los principales males del alma es la avaricia, no en balde es uno de los pecados capitales.

Los pobres dicen que es muy difícil ganar dinero, y los ricos dicen que es difícil disimularlo y guardarlo. En realidad, el ser pobre o rico es subjetivo, ya que depende de la opinión que sobre este asunto tiene cada persona. Para muchos, la verdadera riqueza o pobreza es la que anida en el alma y consideran que el estar bien o mal económicamente es sólo otro juicio erróneo de los muchos que hacemos.

La ignorancia hace que los pobres crean que los ricos nunca hacen nada y quisieran estar en su lugar. Sin embargo, las ocupaciones de algunos ricos pueden ser igual de pesadas, pues acarrean muchas responsabilidades. Los ricos sensatos generalmente no hablan de su fortuna y no hacen ostentación de ella. Los pobres, siempre hablan de dinero y presumen mucho cuando lo tienen o llegan a tenerlo.

Las personas que no tuvieron que esforzarse en crear sus fortunas, terminan dilapidando sus bienes, pues empiezan a inventar que hacer con ellos, ya que no cuentan con una solidez interior para enfrentar la gran prueba espiritual que significa el ser más afortunados que las demás personas.

Todos debemos tener conciencia que en la búsqueda de la satisfacción de nuestras necesidades primordiales como tener un techo, alimento, trabajo, tiempo de estudio y esparcimiento es un derecho al que no debemos nunca claudicar. Lo que uno considera necesario para su supervivencia no debe postergarse, aunque debe obtenerse en base al trabajo honrado. Lo que dejemos de hacer hoy por nuestro adelanto y superación, nadie más lo hará por nosotros.

No debemos caer ni en la indolencia ni en la avaricia. Ese justo medio otorga paz para una vida feliz.

Nuestros satisfactores, metas o deseos, pueden irse modificando con el tiempo o las circunstancias, de manera que tenemos derecho a cambiar de opinión sobre aquello a lo que aspiramos siempre y cuando no afectemos a los demás, y que nuestros logros para satisfacer nuestras necesidades sean producto de esfuerzos legítimos.

Ojalá que durante el recorrido que estamos realizando, seamos capaces de hacerlo con una actitud positiva, evaluando y descubriendo nuestras propias reglas para saber cuáles nos resultan útiles para nuestro desarrollo interior, y cuales nos están impidiendo crecer. Podemos cometer errores por la simple razón de que somos humanos y no estamos exentos de cometerlos, pero analizarlos y aprender la lección que requerimos, será más útil que estarnos condenando por algo que de todas maneras ya sucedió.

Amemos la vida intensamente, admiremos la belleza incansablemente, agradezcamos la salud de mente y cuerpo cotidianamente, y cuando los años nos venzan agradezcamos todo lo que hemos gozado y tenido en esta vida, y dispongámonos con alegría a pasar la prueba de la muerte sabiendo que no es un final, sino un paso transitorio hacia la luz, para continuar viviendo nuestras siguientes pruebas de vida en otras dimensiones.

Mail: corzoalma17@yahoo.com

Foto: Especial

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