Opinión

El Efecto Lazo

Durante varios años, la Selección Nacional de Baloncesto acumuló triunfos y triunfos en las contiendas deportivas que necesitaba este equipo para lograr la clasificación al Mundial en donde se miden los mejores.

Antes, una década antes, bajo la responsabilidad de la Asociación Mexicana de Baloncesto (ADEMEBA), que México no tocaba las duelas mundialistas y para muchos parecía una utopía. Pero no resultó así porque bajo el patrocinio del empresario Carlos Lazo, propietario del Tequila Híjole y la firma Upick, los triunfos comenzaron a presentarse y muchos aficionados soñaron con el triunfo porque los jugadores mexicanos sí lograron ganar a la potencia estadounidense. El propio Omar Quintero, el entrenador del seleccionado mexicano, atribuyó el fenómeno a la confianza que caracterizó a la nueva época inaugurada por un patrocinador que no sólo aportaba dinero, sino que se ocupaba de conocer y cubrir las necesidades estratégicas del equipo, incluyendo el empuje, el entusiasmo y la actitud que se requieren para triunfar. Así, ni siquiera la negativa de algunas estrellas mexicanas del baloncesto que, en momentos clave, se negaron a jugar con nuestra selección nacional porque tenían otros intereses económicos.

Pero en la Selección Nacional de Baloncesto ese no fue problema y los triunfos permitieron que el deporte ráfaga regresara a las duelas mundialistas.

Sin embargo, ya no lo hizo de la mano de los patrocinadores que confiaron en este trayecto. Al final, la ADEMEBA, la misma que dejó fuera nuestro baloncesto de las competencias internacionales, impidió que siguiera la misma gestión que hizo que la Selección Nacional de Baloncesto brillara en las burbujas para la selección de las contiendas mundialistas.

Es una lástima porque en México, en las escuelas no falta una cancha de baloncesto y me consta que, frente a la buena racha de la Selección Nacional, muchos niños y muchas niñas renovaron sus sueños.

Insisto es una lástima que las viejas prácticas frenaran la victoria que pudo ser porque México frente al pequeño país de Lituania perdió un partido que era clave. La otra derrota fue que al final dominaron los intereses económicos que capturaron otra vez y como siempre a la Selección Nacional de Baloncesto. El medio especializado ESPN reportó que el rompimiento entre Carlos Lazo, como patrocinador de la Selección Nacional de Baloncesto, se presentó cuando – con las evidencias de que las prácticas en el baloncesto profesional tenían que cambiar – se creó el Comité de Baloncesto Mexicano (CMB) para impulsar a este deporte bajo las mejores prácticas empresariales. Es una lástima porque la variable “Efecto Lazo” dejó a la Selección y la Selección perdió y con ello perdimos todos.

Aeroméxico, sin informar sobre causas de cancelaciones en Roma comienza a atender a pasajeros

Finalmente, después de varios días de cancelaciones, angustia e incertidumbre y, desde su centro de llamadas de la Ciudad de México, los pasajeros de varios vuelos que fueron programados y vendidos por Aeroméxico en la ruta entre las ciudades de Roma y la Ciudad de México, recibieron la noticia de que otras aerolíneas los transportarían a Madrid para que, desde ese aeropuerto, pudieran regresar al país.

Sin que hasta el momento la aerolínea haya informado qué sucedió desde el 25 de agosto cuando comenzó a cancelar los vuelos entre Roma y Ciudad de México, Revista Fortuna confirmó que los pasajeros afectados y que, durante varios días, fueron víctimas de la demora, después de la cancelación y de maltrato por parte del personal en tierra de la aerolínea, comenzaron a regresar a la Ciudad de México, pero no por Aeroméxico.

Algunos, luego de solicitar el reembolso del monto que pagaron por sus boletos, decidieron comprar otra vez sus pasajes de avión, pero con otra aerolínea. Algunos regresaron por AirFrance o por Alitalia, dejando para más tarde el reclamo a Aeroméxico.

Uno de los afectados que decidió comprar boletos con otra aerolínea dijo a este medio que, aparentemente, la empresa de transportación aéreo está dispuesta a que proceda el reembolso.

Sin información en Roma

Durante varios días, las políticas de mitigación de Aeroméxico ante este problema contemplaron el pago de hospedaje – pero no en todos los casos –; tampoco establecieron protocolos para el pago de alimentos ni transporte, lo que generó mucha inconformidad y rabia en muchos de los viajeros afectados.

Ante la impotencia que causó el trato de Aeroméxico y de su personal quienes esgrimieron diferentes causas del retraso como el “mal tiempo”, “un desperfecto”, los pasajeros comenzaron a grabar videos y a reclamar en las redes sociales, lo que, según testimonios, provocó que personal del aeropuerto agrediera a los ya de por sí maltratados viajeros que no sólo eran mexicanos.

La aerolínea pidió en varias ocasiones que los pasajeros abordaran la aeronave, pero después de varias horas de espera les notificaran que el vuelo no saldría y que se les pedía abandonar la aeronave. Horas después les regresaron su equipaje. Todo un viacrucis para los pasajeros.

TERRÉS, el engaño como regla

Y hablando de los derechos de los consumidores, les cuento que denuncias reportadas en PROFECO contra la mueblería TERRÉS señalan que puede existir una práctica de engaño a clientes como el cobro de anticipos muy altos para fabricar muebles exclusivos a la medida y garantizando una fecha determinada, pero, en los hechos, ellos mismos no respetan esos tiempos de entrega. La pesadilla se vuelve mayor para los clientes cuando reclaman, ya que no solo se ven obligados a soportar un trato despectivo, sino que los dejan acorralados al no devolverles su dinero por el incumplimiento del trato.

Se presume que TERRÉS podría estar haciendo estas prácticas para autofinanciarse, afectando a clientes y obligándolos a que sus entregas sean en las fechas que les convienen. A ver si no resulta más caro para los dueños de TERRÉS el poco profesionalismo que demuestra su equipo de ventas y atención al cliente que los propios muebles que fabrican.

Directora

Revista Fortuna

Negocios y Finanzas

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