Opinión

Éxodo de la pobreza

Los políticos del continente americano no han podido resolver, ni siquiera atenuar, el problema de la migración ilegal rumbo a Estados Unidos.

La pregunta es si hay voluntad real de solucionarlo, o sin en realidad los presidentes están satisfechos por librarse de los inconformes.

De hecho ayer comenzó a transitar por México otra gran caravana de migrantes, la mayor del año, que lleva el nombre de “Éxodo de la pobreza”. Son miles de personas de diversas nacionalidades que están dispuestas a arriesgarlo todo, la vida incluso, para llegar a Estados Unidos.

La caravana avanza mientras que enviados del gobierno de Biden, personajes del más alto nivel como Tony Blinken, Alejandro Mayorkas y la señora Sherwood-Randall, la principal asesora de seguridad, alistan un nuevo encuentro con el presidente López Obrador. ¿Harán más bocadillos de saliva o en esta ocasión sí buscarán soluciones concretas, de corto plazo?

A la administración Biden se le acaba el tiempo, la campaña en Estados Unidos toca a la puerta y sus adversarios del Partido Republicano le reclamarán porque el asunto de los migrantes en lugar de solucionarse, se complica y es cada vez más peligroso.

Fotografía aérea de migrantes caminando en caravana hoy, para intentar llegar a EU desde la ciudad de Tapachula, estado de Chiapas

Fotografía aérea de migrantes caminando en caravana (Foto de Archivo)

EFE / Juan Manuel Blanco

Morena es el recalentado del PRI

Pasó a toda velocidad el espíritu navideño. Tan rápido que pocos lo notaron. Concluyeron los villancicos y regresan las diatribas, algunas ingeniosas, nada cuenta reconocerlo, como esa del diputado del MC, Álvarez Máynez, quien aseguró que Morena es el recalentado del PRI, con todo y romeritos y bacalao.

El diputado está en la recta final, junto a Dante Delgado, para ser candidato presidencial del Movimiento Ciudadano. Ya fue coordinador de la ajetreada campaña presidencial de Samuel y Mariana que solo duró 10 días.

En ese breve lapso logró establecer el mensaje de que, según ellos, MC representa lo nuevo y los otros partidos son la vieja política.

En enero el partido naranja elegiría a su candidato presidencial, ya se verá si de verdad tienen una nueva forma de hacer política.

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Acapulco, el presupuesto habla

No hubo feliz navidad en Acapulco. Los foquitos que desde el aire vio el presiente no se tradujeron, por desgracia, en una noche de felicidad. Lo que hay es mucho trabajo de reconstrucción que para tomar forma todavía requiere al menos tres meses de labores y mucho dinero.

La buena noticia es que el Congreso local de Guerrero ya hizo su parte y aprobó, para el ejercicio fiscal 2024, un Presupuesto de Egresos superior de casi 81 mil millones de pesos. Una parte sustantiva de destinará a la reconstrucción de Acapulco.

Por supuesto hay que sumar el presupuesto federal y las inversiones de los empresarios del sector turístico del estado que son los primeros interesados en que la actividad económica se reanime.

El día último de año se llevará a cabo el tradicional festival pirotecnia que servirá para mostrar la voluntad de los acapulqueños a mantenerse de pie y volver a ser pronto el destino consentido de los turistas mexicanos.

Números rojos

El conteo de asesinatos no conoce días de asueto, ni tiene noches de paz. El día 24 de diciembre, según cuentas oficiales, se contabilizaron 65 homicidios. Para comprender la magnitud de la tragedia en países con una población similar a México, como Japón, se registra un asesinato al día. 65-1. Las comparaciones son odiosas pero clarifican.

El gobierno del presidente López Obrador entregará malas cuenta en materia de seguridad. No dejará un país más seguro, sino una nación atemorizada con aroma a pólvora.

La mala noticia es que el año que entra se conjugará la violencia descontrolada con la efervescencia política propia de la competencia electoral. La violencia es criptonita para la democracia.

Lo malo es que nadie al interior del grupo gobernante habla con seriedad de cambiar, de hacer ajustes a una estrategia que no funciona. No lo hacen porque tienen prohibido reconocer errores o insuficiencias, aunque les caigan un montón de cadáveres encima.