Opinión

¿Y usted está a gusto con Augusto?

El secretario de Gobernación hace su luchita. Es comprensible, incluso necesario, que la haga. Para ser candidato presidencial creíble lo mínimo es que la gente en todo el país, no solo en la CDMX y Tabasco, lo identifique y de ser posible, aunque eso sea demasiado pedir, lo valore positivamente.

Adán Augusto López, secretario de Gobernación

Adán Augusto López, secretario de Gobernación

Cuartoscuro

Lo fundamental es que si por ahí de mediados de septiembre un encuestador le pregunta a un ciudadano, digamos de Nayarit, si conoce a Adán Augusto López responda que sí y que le parece un funcionario serio. Si además resulta que se siente a gusto con él pues será motivo para descorchar un vino espumoso.

El caso del secretario López es singular: está en segundo lugar en la carrera de las corcholatas de Morena y antes de agosto del 2021 era prácticamente desconocido en el país. Nunca se le consideró figura clave del equipo cercano a López Obrador.

De hecho, se dice poco, pero en el año 2000, mientras López Obrador, Claudia y Marcelo llegaban en bloque a la jefatura de Gobierno de la CDMX, Adán Augusto era el coordinador de la campaña del priista Manuel Andrade para gobernador de Tabasco. Se entiende que no presuma esa chamba.

Es el verdadero hermano

Que hayan estado lejos políticamente hablando no supone un distanciamiento personal. Nada de eso. Adán Augusto, que viene de una familia acomodada, fue generoso con Andrés Manuel en los años de vacas flacas y el presidente, que es agradecido, no lo olvida. Por eso dice con frecuencia que Adán Augusto es como su hermano. En ese caso es cierto. Claudia y Marcelo son parte de su proyecto político, que es un lazo no tan fraterno, pero igualmente fuerte o tal vez más.

Lee también

Adán Augusto y su grupo de tabasqueños, saben, lo sabemos todos porque el presidente no se ha tomado la molestia de ocultarlo, que la decisión para el 2024 está tomada a favor de la doctora Sheinbaum, pero también sabe que la política es la conjunción de capacidad y circunstancia. Las circunstancias pueden dar un vuelco en seis meses. Los incidentes atípicos del Metro son el mejor ejemplo.

Es Claudia, claro, pero en septiembre tal vez no lo sea y entonces pueden abrirse de par en par las puertas de Palacio para Adán Augusto, que ahí está en el segundo lugar esperando un tropezón de Sheinbaum y, no se vale ser ingenuos, acaso echando una manita para que tal tropezón ocurra. Adán Augusto tiene formación académica y una carrera como notario de modo que tiene con qué responder a figuras mucho más placeadas como Claudia, Marcelo y Monreal, aunque aquí entre nosotros si el canciller y el senador quieren aparecer en la boleta 2024 lo mejor es que le busquen por otro lado.

Layún, Dos Santos y Luna

El potencial de crecimiento del secretario de Gobernación quedó al descubierto en el episodio ese de los futbolistas y empresarios que grabaron videos breves diciendo que están a gusto con Augusto. Una frase boba, se dirá con razón, pero el hecho es que alcanzó su objetivo en cuestión de minutos. El nombre del secretario se replicó miles de veces en las redes sociales, que de eso se trataba desde el principio. La idea es que, si pasa algo con Claudia, el presidente también se sienta a gusto diciendo las palabras mayores en favor del otro López que por cierto le cuidaría muy bien las espaldas a Andrés Manuel y su familia.

¿Adán Augusto sería un buen candidato? ¿Si gana la lección qué tipo de gobierno haría? Son preguntas que todavía no tienen respuesta, pero mientras tenga oportunidad el secretario seguirá haciendo su luchita.