Opinión

El bien contra el mal

Todos los días recibimos tanta información negativa sobre los acontecimientos nacionales e internacionales que nos orillan a vivir en un desasosiego constante y a perder nuestra paz interior.

Sin embargo hay que saber, que este mundo fue creado como un paraíso para que el ser humano fuera feliz, y que es el mismo ser humano quien lo ha llenado y lo sigue llenando de tantas deformidades.

Pero el mundo está lleno de belleza, bondad y amor. Solo hay que dirigir nuestra visión hacia ello para poder captarlo. Empezando por la majestuosa belleza de la naturaleza que nos circunda, sorprendiéndonos con la cantidad de descubrimientos que a diario efectúan los astrónomos acerca de nuestro universo, admirándonos por la inmensa variedad de animales que habitan en mar y tierra, y asombrándonos por la cantidad de seres humanos buenos que a diario realizan infinidad de obras de bondad, caridad y creación sobre la faz de la tierra.

Hablemos por ejemplo de la caridad, esto significa, aquello que ofrecen los que tienen más hacia las personas que tienen menos. Este acto de consideración beneficia tanto al que da como al que recibe, ambas partes se sienten interiormente más fortalecidas. Entre más actos de benevolencia se produzcan entre nosotros estaremos impulsando el bien hacia adelante.

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No permitamos que el mal contamine nuestra mente y mucho menos nuestra alma. Las personas de bien formamos parte de un ejército invisible pero invencible. Somos todos aquellos que cooperamos para mantener la obra divina intacta, que tenemos fe en que el ser humano siempre podrá encontrar los caminos adecuados para la mejoría y supervivencia de nuestra especie en este planeta. Todos nacimos iguales en dignidad y moriremos de igual manera, fuimos todos creados con diversas capacidades y aptitudes para desarrollarnos, entonces está en cada uno de nosotros buscar y encontrar los caminos del bien para nuestra mejoría.

El ser humano tiene la capacidad de actuar de forma noble y de realizar proezas inimaginables a favor del bien, pero también tiene la capacidad para actuar de forma vil y denostar su propia humanidad. Dependerá únicamente de sus decisiones y no de sus condiciones ni sociales ni económicas la postura que finalmente adopte en su vida. Ni la pobreza ni la riqueza son excusas para no estar del lado del bien. Por ello debemos enfrentar los problemas como oportunidades de aprendizaje y ser conscientes de su transitoriedad, pues todo pasa, lo bueno y lo malo, el tiempo no se detiene. Quien vive con paz interior puede desplegar gran actividad para lograr sus objetivos, porque en realidad sabe que está viviendo por y para un propósito divino.

En la vida no debemos rendirnos nunca, sino seguir luchando pase lo que pase hasta el final, porque en cualquier momento las condiciones pueden cambiar. Cuando perseveramos en la persecución de nuestras metas y sueños nos acabamos convirtiendo en personas inquebrantables, siempre con una actitud positiva y expectante en la vida, manteniendonos enfocados en lo importante para nuestro progreso y evolución.

Mail: corzoalma17@yahoo.com.mx